¿Será la película del Joker tan perturbadora que pueda influir en la mente de alguien con problemas emocionales, al grado de querer replicar sus actos violentos?
Parece que esa ha sido la pregunta de moda de reporteros y entrevistadores esta semana al charlar con director y elenco de la película del Príncipe Payaso del crimen, pues no estos mismos días han logrado que Joaquin Phoenix abandone el lugar en plena entrevista, así como constantes preguntas al director Todd Phillips sobre el tema.
Además, algunos grupos y hasta víctimas de tiroteos y actos violentos recientes en los Estados Unidos han alzado la voz, pasando de críticas y opiniones pacíficas hasta exigir que la película no se exhiba. ¿Es para tanto?
Warner Bros. finalmente ha establecido una postura oficial en el siguiente comunicado:
“No hay que equivocarse: ni el personaje ficticio Joker o la película son de modo alguno una forma de aprobación a la violencia en el mundo real. No es la intención de la película, los realizadores o los estudios alzar a este personaje como un héroe.
La violencia con armas en nuestra sociedad es un problema crítico y extendemos nuestras más profundas condolencias a todas las víctimas y familias impactadas por estas tragedias. Nuestra compañía tiene un largo historial donando a víctimas de la violencia, incluyendo Aurora (Colorado) y en semanas recientes, nuestra compañía hermana se ha unido a otros líderes de negocios en un llamado a establecer leyes que prevengan esta epidemia. Al mismo tiempo, Warner Bros. cree que una de las funciones de contar historias es provocar conversaciones complejas sobre temas complejos”.
Lo cierto es que Joker cuenta la historia de un hombre común sometido a una serie de infortunios que lo llevan a quebrar su psique y cordura… ¿hay modo de que eso no influya en alguien con problemas depresivos? Ustedes, ¿qué piensan?
Lo que sí es un hecho es que la película del Guasón no se proyectará en Aurora.
Joker llegará a salas de cine el 4 de octubre.