Después del episodio de la semana pasada, la novena temporada de The Walking Dead continua navegando por las tenues alianzas forjadas en un mundo posterior a Negan. Aunque la despedida de Andrew Lincoln como Rick Grimes siguió siendo un foco importante en la venta del programa, el último episodio fue el primero en mostrar el impresionante conjunto y las historias personales que originalmente hicieron el programa tan querido.
El acto de construir puentes se mantuvo como un foco importante de la trama en el episodio, tanto física como metafóricamente. Una coalición formada por miembros de varias comunidades se une para reconstruir un puente que facilitará el comercio entre los diversos bastiones. Incluso el joven Henry se lanza como un niño de agua, aunque se opone a un Salvador llamado Justin cuando exige más que su ración de agua. El intento de Justin de asaltar a Henry es interceptado por el puño de Daryl y se produce una pelea(cuando no Daryl!!). Rick interrumpe la pelea y le da a Justin la oportunidad de redimirse.
En la cima de la colina, Maggie está lidiando con sus sentimientos después de ejecutar públicamente a Gregory cuando Michonne llega del Santuario. Una entrega de combustible del Santuario ha desaparecido en tránsito hacia la Colina y Maggie se niega a enviar comida extra al Santuario hasta que llega a pesar de los esfuerzos de Michonne por convencerla de lo contrario. Aunque en medio de este clima tan sombrio al menos podemos verla junto a Hershel y de alguna forma nuestra pequeña alma walker se siente reconfortada.