De la mano de Netflix pudimos conocer una nueva cara de la Reina de Inglaterra. Elizabeth II es una de las figuras más importantes en la historia mundial. Muchos son sus fans como también muchos otros son sus detractores. Pero más allá de hablar de la figura de la reina en sí, The Crown, estrenada en este 2016 que se acaba de ir, nos mostró que ser una reina no es tan fácil.
11 cosas que aprendimos sobre lo que debe hacer una Reina
Ser Reina es dejar de ser uno mismo para ocuparse de lo que la Corona exige, cosa que vimos a la perfección. Así la serie de Netflix nos enseñó 11 cosas sobre la realidad de ser la Reina Elizabeth II.
1 Ya siendo una Princesa sabe que gran parte de su vida será un gran evento, como el día de su boda donde todo el pueblo estuvo presente.
2 El dolor por realizar obligaciones de la realeza y no poder despedirse de su padre.
3 El hecho de convertirse en Reina también hace que aumenten los roces con su marido, sobre todo a la hora de saber quién lleva el poder de decisión en la pareja.
4 Ser parte de la Corona lleva a que hasta tenga que elegir un nuevo nombre. Claramente, ser la Reina es iniciar una nueva vida.
5 La rigidez debe volverse parte de su ser, son demasiados asuntos de los que ocuparse…
6 Sabe que todas sus decisiones, a pesar de su cargo, serán analizadas, cuestionadas e incluso hasta rechazadas.
7 No importa lo ocupada que sea la agenda: siempre tendrá tiempo para la hora del té. Siempre.
8 Ella aprendió que desde el momento en que fue coronada siempre estaría en medio del ojo público: todo sobre ella (y su familia) daría de qué hablar.
9 Tuvo que aprender que es muy difícil tomar una decisión que satisfaga a todos. Y que muchas veces su propia familia es la que pierde.
10 A pesar que sea su propia hermana, y ella quiera la felicidad plena para ella, se debe enfrentar: nada puede poner en riesgo a la Corona y a los valores que promulga.
11 Y nunca, pero nunca, faltarán los aduladores.
