Las abruptas cancelaciones de Marco Polo, Sense8 y The Get Down son claros ejemplos de que, poco a poco, Netflix está cambiando sus criterios para evaluar su propio contenido. Volviéndose cada vez más estricta, la compañía de streaming tiene en claro su objetivo: alzar su ya de por sí alto estándar de calidad.
11 series originales que Netflix debería cancelar


Nuestro compromiso es claro, y es entregar a nuestros clientes las series más atractivas y mejor producidas. Con eso en mente, cancelaremos algunos de nuestros shows originales. Siempre estoy presionando a mi equipo de contenido a crear más y mejores cosas, a tomar más riesgos y a crear nuevas experiencias. 13 Reasons Why es un muy buen ejemplo. Producir tramas inesperadamente ganadoras.
Netflix definitivamente no tiene miedo en experimentar, y aunque cancelar shows como Sense8 signifique el temporal repudio de muchos suscriptores y fanáticos, la empresa está centrada en purgar aquellos shows que no hayan podido establecer una buena conexión con sus audiencias o no hayan cumplido sus objetivos de rating.
Aprovechando, hemos recopilado, de menor a mayor, 11 series que a nuestro parecer Netflix podría cancelar fácilmente.
PD: lean bien la nota y no se dejen guiar por la imagen de portada. No todas deben ser canceladas porque sí… ¡en algunos casos nos beneficiaríamos como fans! 🙂
11 House Of Cards

Empezaremos con esta porque a diferencia de las restantes 10 series en la lista queremos que sea cancelada porque precisamente, la amamos. Tal vez ‘cancelar’ no sea el término inapropiado para lo que deseamos, sino más bien que Netflix junte a sus guionistas y se pongan de acuerdo sobre cuántas temporadas más podría sobrevivir el exitoso drama político.
Es obvio deducir por qué House of Cards podría tener las temporadas contadas: Donald Trump. ¿Cuánto tiempo más puede sobrevivir una trama cuya piedra angular es un tipo loco como presidente? ¿Cuánto más se podría exprimir de una historia que es constantemente superada por la horrible realidad? Kevin Spacey durante su visita al talk-show de Stephen Colbert contó cómo en repetidas ocasiones la serie predijo hasta las más absurdas decisiones que Trump llevaría a cabo.
La serie debe aprovechar que aún es relevante, para crear el final perfecto.
10 Santa Clarita Diet

La serie que surge como crítica a la superficialidad moderna llega tarde a la fiesta, tal vez por casi 10 años. Santa Clarita Diet es una serie inestable, tanto narrativamente como en sus actuaciones. Hay momentos en los que no sabes si los showrunners están siendo sarcásticos o si en verdad esperan que te rías de gags verdaderamente absurdos (de por sí el humor gringo es simple). Timothy Olyphant y Drew Barrymore tienen nadita de química, y ese es un defecto que lleva a las series directo al olvido.
La trama toma claros y decisivos movimientos para que a la audiencia le importe un comino sus protagonistas y se rehúsa a contrarrestar ese error con mejores bromas sobre la white society y la cada vez más problemática clase alta.
9 Marseille

Esta fue la primera producción original de Netflix realizada en Francia, con la presencia de Gerard Depardieu; es una serie que no cumplió con las altas expectativas que prometía.
El gran error de la serie, a pesar de contar con talento moderno francés y vistas maravillosas de Marsella, fue que no se sentía como una obra europea. ¿Por qué? Simplemente porque cada capítulo obedecía a clichés de drama americanos, desde las identidades de cada personaje, la estilizada intro hasta los sangrientos sets… ¿Para qué ir tan lejos si Netflix pudo situar la misma historia en una ciudad como Baltimore? La serie ha sido oficialmente renovada, lo cual desanima porque nos quedamos con las ganas de ver otras historias que puedan tener los estupendos creativos franceses, esperando por ahí, una oportunidad.
8 Arrested Development

¡Hasta hicimos un artículo completo dedicado al porqué esta serie desde un principio ni siquiera tuvo que haber sido revivida!
Lo que sucede con Arrested Development es que el revival de Netflix hace un par de años nos desilusionó por completo, traicionando cada elemento que hizo tan graciosas e irreverentes a las primeras tres temporadas. De verdad esperamos que en 2018, y tal como repetidamente nos ha prometido Will Arnett, la serie vuelva al nivel de acidez y comicidad que la caracterizó desde el principio, en lugar de otra aburrida temporada. O, directamente, que culmine con una cancelación definitiva.
7 Ingobernable

El detonante narrativo de la serie es su principal problema: se verá medio feo, pero la sociedad mexicana no estaría realmente devastada al saber que su presidente ha fallecido inesperadamente. Estamos tan jodidos como país en tantos aspectos que las desventuras de una Primera Dama escapando de las autoridades hacen de esta serie una mera obra ficticia irrelevante.
House of Cards triunfó porque sus guiones están conscientes que como sociedad, los americanos tienen. Ingobernable fracasa estrepitosamente no por sus actuaciones o por su realización técnica (en ambos aspectos, cumplen a secas), sino porque el bingewatcher mexicano es testigo de una trama situada en un retrato del país que no es honesto, que no se atreve a autocriticarse.
6 Iron Fist

Aunque personalmente me pareció la serie de los Defenders con mejores secuencias de acción (sin superar a Daredevil, por supuesto), coincido en que la serie entrega al protagonista más débil dramáticamente hablando, y sin duda el peor construido de Marvel en su alianza con Netflix. A excepción de Colleen Wing, la galería de personajes está mal dibujada y confusamente explotada; no hay motivaciones, defectos o decisiones que lleven a los capítulos a una crisis interesante.
Si bien encaja perfecto en el universo que Netflix está poco a poco enriqueciendo, es más bien un pilar que se tambalea y aburre a los fans debido a su muy lento planteamiendo en los primeros 5 episodios. Sin duda esperamos ver más de Danny Rand pero, ¿tiene que ser individualmente?
5 Luke Cage

Que un superhéroe sea interesante y atractivo en un cómic no significa que lo sea también en una adaptación live-action. La serie engancha, pero tarda mucho -demasiado- en hacerlo. Ver completos y sin cabecear los primeros 5 episodios es realmente un logro, y creemos que los showrunners tomaron decisiones sobre el rumbo de los personajes que terminaron por afectar al ritmo narrativo, como matar a Cottonmouth inesperadamente, un villano excelentemente planteado y con mucho potencial desperdiciado.
Hacia el final de la primera temporada es como si estuviéramos viendo un mal episodio extendido de Agents Of SHIELD. ¿Qué tal cancelar Luke Cage y Iron Fist para crear una serie protagonizada por ambos? Heroes For Hire seguramente sería mucho más interesante y menos somnolienta que las dos por separado.
4 Fuller House

El revival de Netflix de la clásica sitcom puede tener su atractivo gracias a la nostalgia que pueda causar en los fans de las emisiones originales, pero para el resto de la audiencia es poco lo que tiene que ofrecer. Se agradecen los cameos de prácticamente todo el reparto original y una que otra divertida escena construida a partir de la reunión de personajes conocidos, pero no es suficiente para balancear las bromas sin sentido y los saturados escenarios. Tal y como lo escribió el Boston Globe: Fuller House no justifica ni su propia existencia.
A pesar de las muy pobres reacciones en crítica, el show es uno de los más vistos en la plataforma, aunque no lo creas. Definitivamente, jamás tendrá un lugar en el bingewatching latinoamericano.
3 Flaked

Al tratarse de la dupla Mitch Hurwitz/Will Arnett, los fans afines a Arrested Development esperaban mucho más de este proyecto. Flaked es dependiente de un elemento que no resulta ser lo suficientemente sólido para mantener a una serie: adultos deprimidos comportándose como niños.
Podría ser precisamente eso lo que impide a la trama misma decidirse sobre qué va a tratar… Una serie que fue descrita como muy tierna para ser tomada en serio, y demasiado patética para ser chistosa por Entertainment Weekly.
2 The Ranch

1 Club de Cuervos

Yep, desafortunadamente la otra serie mexicana de Netflix figura en esta lista. Club de Cuervos fracasa en diferentes niveles, siendo el narrativo y estético sus principales asignaturas pendientes. En el primero, por crear un drama que realmente es de poca relevancia: no tenían por qué situar una historia tan simple en un contexto tan complejo como lo puede llegar a ser un deporte, en este caso, el fútbol. Es decir, la misma rivalidad y tensión pudo haber funcionado -incluso mejor- si la familia tuviera una tiendita de abarrotes en lugar de un club de soccer. En cuanto a lo estético, la serie se ve y se siente como una telenovela de las de siempre, simplemente que más cara.
Sumemos que sus personajes son arquetipos definidos, que no tienen matices ni sorprenden: fácil se etiquetan como el malo, el bueno, el avaro o el violento. Club de Cuervos es la viva prueba de que si tu guión y diálogos son malos desde el origen, ni el mejor casting puede salvarlos. Todo eso sin mencionar aún que el show posee los cromas más obvios y peor editados del mundo.
Eso sí, definitivamente su campaña promocional fue fantástica, haciendo uso tremendo de los recursos virales que se pudieran producir, desde partidos y noticieros ficticios hasta mercancía oficial para los hinchas de Los Cuervos de Nuevo Toledo. Pero eso no hace, como ya te explicamos, a una gran serie.
