La nueva serie de Netflix proviene de la silenciosa Polonia, un país que ha sabido resurgir de las cenizas de las guerras más crueles y turbulentas. Es desde este lugar donde 1983 se presenta para contarnos una historia ucrónica, dispar, violenta y oscura.
A continuación, te dejamos algunas razones por las cuales esta serie debe ser parte de tu próximo maratón.
Mientras un grupo de rebeldes se prepara para atacar, el policía Anatol investiga un supuesto suicidio, y el estudiante de derecho Katejan recibe una misteriosa llamada…
Es un thriller que rememora los clásicos del noir. La serie explora el espionaje, la intensidad de la sospecha y los matices de una revolución en puerta. A su vez, juega con el trazado propio del policial negro en donde todos son enemigos de todos y nadie puede confiar en nadie. Con una fuerte solidez argumentativa a lo largo de sus 8 capítulos, el show juega con la expresión mas pura del relato noir, recordando incluso mediante ciertas secuencias a los mejores programas del género.
He aquí, quizás, el punto más interesante de la trama: la ucronía. La versión distinta de la historia, ese ¿qué hubiera pasado sí? que plantea la serie. Desde el primer capítulo, el espectador tendrá la sensación de enredo (paradójicamente ese es el nombre del primer episodio…) dado que las formas de contar la historia se entrelazan con eventos reales acontecidos en Polonia, nación que no se habría visto sacudida en el año del título por Lech Walesa ni por Karol Wojtyla, porque hacia 2003 aún se mantiene la Cortina de Hierro y un régimen totalitario manda Europa del Este.
En ese otro 1983 hubo un atentado que cambió el curso de las cosas y puso un alto a la caída de la Cortina de Hierro. Las conspiraciones, los espejos siniestros de una mentira atroz que mantienen en vilo al pueblo poco a poco van cayendo cuando 20 años más tarde un estudiante de derecho idealista llamado Kajetan y un detective de la policía deshonrado, Anatol, descubren el hilo conductor del complot…
La serie es intensa desde el primer momento. No deja nada librado al azar. Es interesante dado que se cuela en una época en la que las producciones tanto cinématográficas como televisivas se arriesgan a contar otra versión de los hechos, quizás mas cruda, turbulenta, violenta.
1983 no engaña y cumple con lo que promete: acción, drama, conspiraciones y sobre todo un gran producto que puede disfrutarse de punta a punta.
Digna de un maratón, y no solo de fin de semana…
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