A fines del pasado Abril se estrenó la segunda temporada de la producción original brasileña de Netflix, 3%.
En la primera parte, estrenada durante el 2016, nos introdujimos en un mundo dividido en dos partes muy diferentes: el continente, pobre, superpoblado y tóxico y Mar Alto, el sueño de unos pocos (el 3%), un lugar al otro lado del mar donde la vida prosperaba.
Para acceder a esa vida próspera, los habitantes del continente debían someterse, a sus 20 años, a un Proceso del que sólo obtenían frutos los que realmente lo merecieran, superando toda clase de pruebas y juegos psicológicos. Así, sólo el 3% podía vivir en Mar Alto, mientras el resto, con suerte, regresaba con vida al continente.
Por supuesto, ante esta sociedad tan poco equitativa, existe una rebelión: La Causa, que intenta infiltrar candidatos en el Proceso para derrotar a los líderes de Mar Alto desde antro.
Al finalizar la primera temporada, los dos infiltrados de La Causa, Michele y Rafael, habían accedido a la buena vida, mientras que Joana y Fernando, dos ciudadanos comunes, la habían rechazado al darse cuenta las injusticias que el sistema engendraba.
Además, descubrimos el secreto del éxito de Mar Alto: la esterilización. Al esterilizar a sus habitantes, los líderes del Proceso se aseguraban no tener que lidiar con superpoblación ni falta de recursos.
Además, nos quedaba la incógnita de cómo iba a afectar la buena vida a Michele y a Rafael, especialmente a la primera, que había descubierto que La Causa le había mentido durante toda su vida sobre la muerte de su hermano André, quien se encontraba con vida en Mar Alto, acusado del primer homicidio del lugar.
El éxito de esa primera temporada le concedió a 3% una segunda de mayor cantidad de episodios: diez en lugar de ocho. Y, además, un visible incremento de presupuesto, que significó una elaboración mucho más detallada y unos efectos especiales que acercaron a la serie brasileña a la estética de la muy aclamada Black Mirror.
La vida en Mar Alto exige un severo proceso de adaptación para Michele y Rafael, aunque este último siempre fue más apto para esconderse en la multitud. Michele, en cambio, bajo el ala de Ezequiel, el eternamente impredecible líder del Proceso, encontrará más complejo ser parte de esa sociedad.
Sin embargo, la presencia de André, su hermano que no estaba muerto pero sí encarcelado por haber cometido el primer homicidio en la historia de Mar Alto, logrará que Michele haga lo necesario para soportar la vida entre el 3%.
Lo interesante de esta temporada es cómo finalmente se corre la cortina y podemos ver la vida de esos pocos, haciendo incluso un poco de revisionismo histórico, hasta llegar a los orígenes mismos de Mar Alto. Y, como en la primera temporada, nada es lo que parece y los roles de héroes y villanos continúan mezclándose todo el tiempo.
Por supuesto, de la mano de Joana y Fernando, seremos partícipes de la revolución, aunque ésta diste mucho de ser perfecta.
En esta segunda temporada aprenderemos mucho más de los personajes que ya conocemos, como así también veremos algunas caras nuevas. Por supuesto, en el universo de 3%, la vida es un bien que no se puede asegurar a nadie, así que prepárense para ser sorprendidos.
Confirmada ya una tercera temporada, será interesante ver si es posible salvar al continente, o la vida continuará siendo tan injusta como hasta ahora.
