Lisa Rubin efectivamente estaba escribiendo la segunda temporada de Gypsy, pero la cancelación prematura de Netflix nuevamente nos tomó a todos por sorpresa. El thriller psicológico protagonizado por Naomi Watts apenas había estrenado el pasado 30 de junio, y tuvo sus buenas críticas, con unos modestos 7 puntos en IMDb; ni hablar de cómo los fans habían comenzado a shippear a Diane con Sydney.
Estas son nuestras 5 razones por las que creemos que el gigante del streaming no debió cancelar la serie en su primera temporada.
1 El final es un cliffhanger; ahora nunca sabremos en qué estaba pensando Sydney cuando vio a Diane en ese acto, ni si Allison estaba muerta, ni quién diablos es esa pirómana a la que supuestamente Diane manipuló.
2 Más allá de que se sabía que Naomi Watts entregaría lo mejor de sí, acá el aplauso de pie es para Sophie Cookson; la joven inglesa no se privó de nada y nos obligó a obsesionarnos con ella y su tóxica relación con Diane.
3 Es una verdadera pena porque Gypsy estaba pensada para ser llevada adelante por mujeres, en su mayoría; y no hablo de las actrices, sino en el detrás de cámaras. La verdad es que estos proyectos no sobran en la TV de hoy.
4 La historia tenía potencial, había muchas cosas para explorar, entre ellas el desarrollo de la niña que no se aceptaba a sí misma como mujer y que me parece perfecto que lo hayan abordado.
5 De entre las elecciones creativas acertadas, la música era una de ellas. Sin lugar a dudas, Gypsy ahora forma parte de mi lista de Spotify.