5 razones para ENAMORARNOS del nuevo drama familiar que llega a Netflix

Una nueva adquisición se suma al catálogo de Netflix este 17 de Septiembre y tiene lo necesario para convertirse en una propuesta que sumerja al espectador en una historia cargada de drama, amor, comedia, llanto, engaños y esa intensidad telenovelesca con sabor latino. Y no, las telenovelas no son solo para señoras, estamos en el 2020 ¡adiós al prejuicio que impide disfrutar!

Es por ello que estas 5 razones encenderán la chispa del amor e interés por darle una oportunidad a 100 Días para Enamorarnos y demostrar que las telenovelas son mucho más que enredos de parejas.

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Antes que nada cabe mencionar que esta producción es una adaptación de la telenovela argentina titulada 100 Días para Enamorarse transmitida en 2018. Esta nueva versión es producida por Telemundo en Estados Unidos ya que la historia se desarrolla en Houston, Texas.

El arco principal nos presenta a Constanza y Plutarco, un matrimonio de varios años que deciden hacer un acuerdo de separación de 100 días para revaluar su relación y decidir entre reconciliarse o separarse definitivamente. A la par de ello, Remedios, la mejor amiga de Constanza, se ve envuelta en una situación similar con Max.

A esta ecuación se le suma el cómo los hijos reaccionarán ante ello, las opiniones de los suegros, el entorno laboral, amistades, nuevas parejas, amores del pasado y toda esta nueva dinámica familiar que llegó de golpe a la vida de todos, haciendo que el desarrollo de la trama navegue por distintas ramas.

100 Días está llena de familias diversas: padres en medio de una separación, hijos con una figura paterna pero también un padre biológico, tener una familia pero explorar otras preferencias, dos familias y demás. Cada una con sus altas, bajas, enredos pero el aspecto principal radica en traer los temas a la mesa para generar esa conversación y perspectivas diferentes. Más aún en la comunidad hispana donde persiste la idea de “familia tradicional; madre, padre e hijos”.

De la misma forma se abordan cuestiones negativas pero que, social y culturalmente, no se reconocen como tal, siendo el caso de infidelidades y las distinciones de bien y mal entre comportamientos de hombres y mujeres.

Tanto los personajes jóvenes como los adultos se ven envueltos en situaciones de bullying debido a sus preferencias pero no solo por parte de sus iguales. El hostigamiento se presenta desde autoridades escolares hacia alumnos, estudiantes y su trato con maestros, acoso entre compañeros, daños a la propiedad privada, rechazo familiar, etc.

Homosexualidad, transexualidad, aceptación de uno mismo, inseguridad, lo nuevo y desconocido, todas esa cuestiones por las que atraviesan los adolescentes pero también la familia y el cómo lo hace cada uno a su ritmo. Luchas y obstáculos que se van enfrentando conforme avanza la historia pero también las victorias que se ganan día con día y es aquí donde la serie triunfa en proveer a la audiencia un discurso de aceptación y normalidad; no darle la espalda a familiares, hijos y amigos que deciden compartir su verdad.

A pesar de que son temas que se tocan una y otra vez en la televisión (extranjera principalmente) no es equiparable a cómo se ha manejado en territorio mexicano y gran parte de América Latina, por lo que la producción ayuda a visibilizar estas historias que son necesarias.

El cast está repleto de actores y actrices increíbles como por ejemplo Ilse Salas quien ha deleitado con su actuación en cintas como Las Niñas Bien y Amores Modernos recientemente, así como Mariana Treviño reconocida por sus papeles en Club de Cuervos y Polvo, brillando tanto en la comedia como en lo desgarrador. En la sección de caballeros tenemos a Erick Elías y Héctor Suárez Gomís quienes compartieron créditos en Betty en Nueva York, mientras que por otro lado el argentino David Chocarro formó parte de Señora Acero. Además, las actuaciones de Macaria, Humberto Zurita, Amairani Romero y Andrés Almeida por mencionar algunos.

El elenco juvenil está conformado por Macarena García quien también protagonizó Control Z este año, Fernanda Urdapilleta de la conocida serie La CQ y Xabiani Ponce de León quien protagonizó la película Esto no es Berlín. Pero sin duda ha sido la dupla actoral de Macarena y Fernanda, interpretando a Ale y Lucía respectivamente, la que ha cautivado al público más joven por sus actuaciones, química y desarrollo de personajes.

La construcción de la empatía se crea desde el comienzo de la historia pero se deja ver más contundente en los escenarios escolares al mostrar que no se debe ser indiferente ante ello. La discriminación no conoce edades; pero tampoco el respeto y la tolerancia. Podemos ver que ocurre este choque generacional de cómo lidiar con las nuevas realidades y se aspira que así, como en la ficción de 100 Días, sea en el mundo real. Que los tratos respetuosos no sean cuestión de “suerte” y unos pocos, sino empáticos, con normalidad y apoyo.

Al final es un hecho que en 100 días de la vida de cualquiera puede ocurrir de todo y qué mejor si, además de los dramas, corajes, risas, lágrimas y momentos conmovedores, podemos aprender algo aunque sea un poco y ver las cosas de otra forma como sucede en 100 Días para Enamorarnos.