6 hechizos de Harry Potter que sería increíble poder usar en la vida real

Bastaba con acostarse a leer los primeros momentos de Harry Potter en Hogwarts para empezar a delirar con la posibilidad de que todo ese universo creado por J.K. Rowling fuera real. Y aunque está claro que todo esto forma parte del plano de la fantasía, esto no nos impide pensar en qué trucos de todos esos que les enseñan los profesores a Hermione, Ron y Harry sería excelente poder utilizar en la vida real…

Es el hechizo que permite convocar cualquier objeto hacia ti, casi sin importar la distancia a la que se encuentre. Es ideal para esos momentos en los que no puedes encontrar las llaves de tu casa, el celular o el control remoto. En vez de echarle la culpa a esos duendes que a veces creemos que nos roban todo, un movimiento de varita sería suficiente para tener lo que necesitamos en nuestras manos.

Quizás el menos preferido de los cerrajeros y el más anhelado por los despistados que salen de sus casas sin llevarse las llaves. Este encantamiento es capaz de abrir cerraduras de todo tipo.

Le diríamos adiós a los problemas de batería consumida en nuestros celulares por el uso de la linterna. Ni hablar de la incomodidad de caminar por lugares oscuros. Solo bastaría con enunciar este conjuro para tener un haz de luz en la punta de nuestra varita.

De los que vimos en las películas de Harry Potter, tal vez el más útil para los torpes a los que todo se nos rompe con facilidad. Con este hechizo, cualquier objeto puede ser restaurado a su estado original en segundos. Imagínate estar en la casa de tus padres y romper algún adorno antiguo y costoso por accidente… Jamás notarían la diferencia. Ni hablar del negocio de los vidrios protectores para celulares que quedarían completamente obsoletos.

Uno de los primeros trucos que enseñan en Hogwarts y que tiene un gran uso para la vida real. Ése que nos permite hacer levitar objetos y moverlos por el aire a voluntad. Todo, claro, si somos capaces de dominar el hechizo y pronunciarlo de la forma correcta. Porque es “levi-ousa”, no “leviosá”.

Con lo que cuesta el transporte y lo molesto que es quedar en un embotellamiento por culpa del tránsito, que mejor que poder trasladarse de un lugar a otro por arte de magia. La mejor parte es que este hechizo no requiere de una varita para hacerse realidad. Y sí, obvio que lo usaríamos para hacer turismo por el mundo.