6 razones para disfrutar de la segunda temporada

Fue una de las primeras grandes apuestas de Netflix conformada con una producción hollywoodense y un presupuesto envidiable para cualquier cadena. La suma fue de más de 90 millones de dólares, sin embargo, la segunda temporada demoró más de un año.

La serie protagonizada por Lorenzo Ryclemy, Benedict Wong, Joan Chen, Rick Yune y Tom Wu entre muchos otros, supo atraer un buen número de fans con la primera temporada que confirmó a Marco Polo como una nueva figura de las Artes Marciales. Sí, la serie tiene entre sus cualidades, un despliegue marcial casi perdido en el cine, salvo en el mercado oriental.

La segunda temporada se estrenó el primer día del mes de julio, compuesta por 10 episodios llenos de acción salvo algunos capítulos donde las subtramas empastaron el buen andar del relato, pero nada grave. No está de más aclarar que el show no es una obra maestra ni un producto con la popularidad de Game Of Thrones, pero tampoco es necesario que lo sea para poder disfrutar de la evolución de estos personajes y del entorno que rodea al mercader italiano.

En esta ocasión te daremos 7 razones para disfrutar de la segunda temporada de Marco Polo. ¡Por favor que no pase otro año y medio, Netflix!

La nueva temporada comienza con Marco y Mei Lin yendo a buscar al Emperador de China, ese pequeño jovencito que había logrado escapar al final de la primera. Resulta que estos, en los primeros dos capítulos, aparecieron en varias escenas y desbordaban una química imperdible. Te vas a quedar con ganas de poder verlos juntos más tiempo, cosa que la serie retribuye más adelante, antes de finalizar la nueva entrega.

Atención a la escena donde Marco defiende a Mei Lin del Kublai.

Kokachin decide alejarse de Marco y aceptar su destino, uno que no le pertenece. Pero esa elección traerá consecuencias nefastas para su vida. Primero la emperatriz Chabi se meterá en su camino escondida en la piel de oveja y se asegurará de que el príncipe Jingim y Kublai posean el heredero tan buscado. Esta acción en nada ayudará y complicará aún más el estado de la princesa cuando el pasado regrese a recuperar lo que le pertenece. Prolijo y buen desempeño por parte de la actriz Zhu Zhu.

Aunque una de las sospechas era que Ahmad sería el gran villano temporadas más adelante, la gran conspiración ideada por este personaje resultó ser un acierto para poder construir un rival a la altura de las circunstancias. Lamentablemente no ayudaron los flashbacks elegidos para contar su pasado, fueron inertes.

La inclusión de Michelle Yeoh, además de darle un mayor peso a las escenas de Artes Marciales, ayudó a darle más profudidad al personaje interpretado por Wu. El maestro de Kung-Fu de Marco y el príncipe ahora es un personaje con un pasado, con decisiones más terrenales y un honor intachable que es puesto a prueba por la llegada del personaje de Yeoh. Además, como si fuera poco, protagoniza dos de las mejores escenas de la decena de episodios.

Pese a su larga trayectoria como actor, hay que reconocer que no deben proponerle más papeles dramáticos a Rick Yune porque le terminan quedando grandes y el actor se percibe sobrepasado. Sin embargo, sale airoso de esta temporada ya que la complejidad de su papel, las cuestiones que lo angustian a nivel moral, sus herederos y su madre, lo sumergen en un mar de dudas para luego tomar malas decisiones.

Si Kublai posee al diablo y al angelito en sus hombros, encarnados por Ahmad y Marco, Kaidu sólo se encuentra con la voz del odio, el revanchismo y la maldad. Las tradiciones se crearon para cumplirse, como la ley, pero también para romperse y ese fue el caso de Kaidu. Su empeño por respetar las raíces y desafiar a su Kublai en nombre del clan lo convirtieron en un gran punto a favor de la segunda temporada.

Lejos de ser una serie centrada en las aventuras del italiano, Marco Polo se convirtió en la historia del imperio Mongol, sus raíces, sus tradiciones, Kublai Khan y el deseo de conquistar el mundo y la religión. La llegada de Polo introduce al espectador en el funcionamiento interno de esta familia, de este imperio y en ser un espectador activo de la historia. De otro modo, ¿cuán tentadora hubiese sido una serie protagonizada por Gengis, el conquistador mongol más grande de todos los tiempos, abuelo de Kublai? Quizá, como spin-off/precuela de este título, lo sea en el futuro.