7 razones para ver The Fall

La serie The Fall llegó al final de su segunda temporada con una duda sobre su futuro, lanzada por un cliffhanger con el cuál se cerraba la segunda temporada y quizás la serie. Hasta ese momento no se sabía si BBC quería continuar con ella, pero los más de tres millones de espectadores que la siguieron, y lo elevado del perfil de Jamie Dornan tras protagonizar Cincuenta sombras de Grey (2015), han impulsado al canal a renovarla por una última temporada de cinco episodios.

Para que lleguen a la tercera temporada con esta genial producción al día, les dejo 7 razones para ver a The Fall, el verdadero lado escuro de Grey.

La revolución sexual de Gillian Anderson llegó con esta serie. El personaje Stella Gibson merece ubicarse al lado del personaje de X-Files que la llevó a la fama mundial.

Gibson es una mujer en una posición que le otorga cierto poder y responsabilidades, alguien capaz de manejar y organizar su vida de un modo muy eficaz para ser más efectiva en su trabajo. Es, ante todo, una profesional que no pide disculpas ni respeto, sino que deja que su trabajo hable por ella y espera en los demás el mismo nivel de autoexigencia.

El cuidado retrato de Stella y de Spector, un personaje muy allegado a ella pero no de manera tradicional. Esta relación es lo más destacable de la serie, hasta el punto de que, a veces, gran parte de los secundarios aparecen desdibujados y sus subtramas no tienen el mismo interés que la principal por la potencia de esta actriz. Imperdible para ver su faceta más sensual y el modo de entender el sexo para el personaje.

Paul Spector, el cariñoso padre y mejor esposo, de noche es un asesino acosador e implacable cazador de mujeres. Su identidad es conocida por el espectador desde el primer momento y el acompañarlo en sus objetivos y métodos de rastreo de la próxima víctima nos hace cómplice del personaje.

Una opción interesante para redescubrir a Jamie Dornan si sólo lo viste en Cincuenta sombras de Grey. Más todavía cuando su día a día se nos presenta en paralelo con el de Stella Gibson.

Su identidad es conocida por el espectador desde el primer momento, y lo acompañamos en sus rutinas diarias, ya sean sus problemas en el trabajo o el modo en el que elige a sus próximas víctimas. Como mencioné antes, somos cómplices del asesino desde el primer momento. Sobre todo, la idea de generar esa empatía surge de su relación con su hija. ¿La ama? ¿La usa? ¿Verderamente sufre por el aspecto de su vida normal?

The Fall no es para cualquiera, no es un thriller clásico. Al contrario, opta por un ritmo pausado y más bien reflexivo, más contemplativo y descriptivo que narrativo. Insisto con la complicidad: hace sentir como mirones que espían las vidas del asesino y la policía. Su director sabe utilizar el silencio para crear tensión y le da una lentitud que le permite dejar que los personajes vayan creciendo y que se vayan colocando poco a poco las piezas de la trama que deben indicar la línea de llegada al final de cada temporada.

Hablamos de un cazador y víctimas. Estas son mujeres independientes, adultas y solteras, que mantienen relaciones sexuales esporádicas cuándo, dónde y con quién les apetece. El después de los acontecimientos las ubica en un lugar de exposición donde la prensa y la opinión pública también juzga y destroza como el cualquier parte del mundo.

Los personajes secundarios tanto femeninos como masculinos y el entorno católico conservador de Irlanda del Norte terminan por redondear la idea. Un lugar de hombres duros, conservadores y posesivos, mujeres que tienen que convivir con el constante rumoreo sobre sus vidas en una comunidad pequeña y el juicio constante al que todos están sometidos por una u otra cuestión.

Los colores utilizados en exteriores para definir las locaciones me hizo recordar a Sons Of Anarchy. Sin ser el mismo género, la paleta de colores los unió para generar una idea similar de una locación tan particular.

Al ser una serie que siga las actividaddes de un asesino, cuando este comete los crímenes en los cuáles sacia sus perversidades, la serie da el golpe más alto de calidad junto a Gillian.

Se conoce a las mujeres antes de ser víctimas y en los momentos previos a ser acechadas. La situación ubica al espectador en el lugar de ellas, pero previo se conoce la estrategia del asesino. La frialdad de él dentro de su cotidianidad, desmitificando al asesino y convirtiéndolo en lo que es, no un demonio, o una mente criminal analítica y superdotada, sino un hombre con gustos perversos y sus propios problemas dentro de su cabeza.

Un hombre débil y frustrado cuya flaqueza lo convierte en un asesino.