7 razones por las que deberías ver este hermoso y emotivo drama coreano

Recientemente Netflix estrenó el drama surcoreano de 16 episodios It’s Okay to Not Be Okay (Está bien no estar bien) y tenemos que decir que nos enamoramos de la historia de principio a fin.

Protagonizada por Kim Soo Hyun y Seo Ye Ji, la serie sigue a Moon Kang Tae, un enfermero de una clínica psiquiátrica que conoce en circunstancias atípicas a Ko Moon-young, la escritora favorita de su hermano. A partir de ese momento, se enamoran y comienzan una relación que los llevará a enfrentar su pasado y sanarse mutuamente.

Pero si aún no estás convencido de ver este drama, te dejamos con siete razones por las que deberías verlo ahora mismo.

Ko Moon-young no es la típica chica que espera ser conquistada, al contrario, es ella quien está dispuesta a dar el primer paso y eso es refrescante en el género del romance. También es una protagonista elegante, atrevida, infantil, indiferente, temible, valiente e insolente. Pero que debajo de esa fachada se encuentra una mujer que solo quiere ser amada.

La serie aborda la amistad, el amor y la sanación además de una amplia variedad de enfermedades mentales, desde la depresión hasta los trastornos de personalidad, explicando las razones (sin juzgarlos) por las que los personajes las padecen. Al mismo tiempo, hace énfasis en las relaciones familiares complicadas y traumáticas entre padres e hijos. A lo largo de los episodios hay escenas muy emotivas que nos rompen en corazón y nos hacen llorar a mares.

La serie también nos lleva a conocer el pasado de ambos protagonistas y nos desvela poco a poco las razones de su personalidad, sembrándonos la duda de cómo Moon Kang Tae, su hermano y Ko Moon-young están conectados por un mismo trágico suceso.

Si bien todo el elenco nos sorprende con la intensa interpretación de sus respectivos personajes, el actor Oh Jung-se, quien da vida a Moon Sang-tae, el hermano mayor del protagonista masculino, se lleva todas nuestras palmas. Oh Jung-se interpreta a un personaje con un trastorno del espectro autista y es increíble la capacidad que tiene para hacer suyo este personaje y transmitirnos sus sentimientos. Es un personaje que se siente muy real.

Las subtramas en la serie no están de relleno,  complementan muy bien  la trama principal y refuerzan la idea principal de la serie “está bien no estar bien”, admitirlo, superarlo y no quedarse estancado en el pasado. Así que a la par de las historias de Moon Kang Tae y Ko Moon-young, conocemos a una variedad de personajes que también tienen sus propias luchas internas y que se apoyan los unos a los otros para superarlas.

El arco de transformación tanto de los protagonistas como de los los secundarios es bastante sólido, pues vemos cómo maduran a lo largo de la temporada y encuentran la felicidad a pesar de sus traumas. Además, es muy fácil identificarse con sus situaciones de vida y entenderlos.

La serie parece un cuento de hadas gracias a sus tomas, paleta de colores y soundtrack. Además, cuenta con hermosas y tétricas escenas animadas de los libros que Ko Moon-young escribe, pero quizás la más destacada sea la inicial, que nos cuenta la infancia de Ko Moon-young y cómo conoció a Moon Kang Tae en stop motion.

La química que hay entre Moon Kang Tae y Ko Moon-young traspasa la pantalla en cada escena en la que aparecen juntos. Y realmente podemos sentir cuando sus sentimientos se transforman a lo largo de la temporada.