8 razones por las que El Señor de los Cielos es jodidamente mejor que Narcos

Ahora que estrenó la nueva temporada de Narcos la emoción está a flor de piel. Sin embargo no hay nada de que emocionarse, ya que desde hace 5 temporadas tenemos la serie definitiva del mundo del narcotráfico: por supuesto nos referimos al material de culto mejor conocido como El señor de los Cielos. Podemos concluir sin ningún apuro que es la mejor serie del mundo de narcos en la actualidad. Esta delicia es la Game Of Thrones de todas las narcoficciones.

Por tal razón, a continuación, les dejamos las 8 razones más contundentes del porqué El señor de los Cielos es mucho mejor que Narcos.

PD: analizamos tanto las series mencionadas como las cadenas que las emiten.

Mientras Wagner Moura o el Escobar de Netflix interpreta un Pablo Escobar mesurado, pensativo y aburrido. Andrés Parra o el Escobar de Telemundo es totalmente calcado de la realidad: gritón, salvaje, infiel, asesino y mal hablado hasta al tope. Incluso podríamos pensar que es sobreactuado, pero todos coinciden que es la versión definitiva, la versión más humana y la versión más despiadada de este infame personaje histórico.

No puedo dejar de mencionar que uno se vuelve totalmente adicto la forma de hablar de este colombiano, es imposible que no se te peguen algunas frases del personaje. Claro, no es como que un brasileño quiera hacerla de colombiano, ¿no?

No se dejen llevar por las apariencias: por mucho Andres Parra es el mejor Escobar de todos los tiempos, tanto que aparece en varias series del multiverso de El Señor de los Cielos.

Como todos saben, los héroes de Narcos son Javier Peña y Steve Murphy, y aunque Steve Murphy no regresa en la tercera temporada no podemos dejar de mencionar que la dupla épica no cuenta ni con la mitad del carisma de Aurelio Casillas, quien lleva sobre los hombros las 5 temporadas de El Señor de los Cielos, siempre cambiando sutilmente de temporada entre temporada, siempre mejorando la empatía del personaje y siempre dando clases de actuación a todos los niveles.

Les apostamos que nadie en la calle se sabe alguna frase clave de Narcos, pero les podemos apostar que muchos dominan las frases insignia de Aurelio Casillas que van desde arre hasta tu tranquilo yo nervioso. No caben dudas que el personaje interpretado por Rafael Amaya vivirá para siempre en el imaginario cultural de todo un continente.

Además, no pueden dejar de admitir que siempre hay algo lindo en los anti-héroes: Aurelio Casillas es el malo de la película y sin embargo queremos que gane, a veces queremos que pierda, pero al final ese carisma nos ofrece una relación amor-odio con el público. ¿Acaso no vemos los mismos en otras series como Game of Thrones o TWD? No seamos malinchistas.

Por lo tanto, es claro: el carisma es muy superior en El señor de los Cielos, ya basta de héroes de cartón aburridos como Javier Peña y Steve Murphy.

Sí, correcto: sabemos que Narcos no tiene empacho en eliminar a muchos personajes; sabemos que el body count es bastante alto, pero nunca lo harán con el estilo de El Señor de los Cielos, serie en la que está bien claro (al igual que en GOT) que nadie, pero nadie está completamente a salvo en el multiverso de Telemundo.

Tan solo la temporada actual ha despachado a 5 actores de la plantilla principal, personajes bien queridos por los fans, personajes entrañables que duele perder. Es aquí donde nos sorprendemos por los pantalones de los escritores, quienes pareciera que leen los foros online y deciden eliminar a los más populares. Seguro George R.R. Martin está tomándolos como ejemplo para ese esperando libro que esperemos que algún día llegue.

Incluso en muertes per cápita El Señor de los Cielos es superior a series igualmente dramáticas, esto es un orgullo: una serie latinoamericana que rompe tantos esquemas previamente asignados y que a su vez a nivel Latinoamérica es la que más muertes registra.

Pero al final, la gran diferencia entre Narcos y El Señor… es que la gran mayoría de estas muertes han sido creativas, inesperadas y en algunos casos estéticamente brutales, mientras las muertes de Narcos han sido muchas, pero totalmente genéricas.

PD: la única rescatable es aquella donde le regresan la bala.

Mientras Narcos cuenta con 10 episodios por temporada El Señor de los Cielos se avienta 80 por temporada, los cuales duran 50 minutos cada uno, rompiendo el mito de que lo bueno y poco dos veces bueno.

Aquí somos testigos de escenas largas e incidentales que son como la vida misma; nos encariñamos con los personajes por medio de diálogos que no llevan a nada importante y vemos el transcurrir de episodios con largas exposiciones. Pero ¿qué hay de malo en eso? ¿Acaso nuestras vidas son momentos de acción continua? ¿Cómo nos vamos encariñar con los personajes si ni los conocemos?

Al tener tantos episodios prácticamente siempre tienes algo de ver. ¿Puedes decir eso de Narcos, que con ganitas te la acabas en una semana?

En Narcos el personaje femenino más poderoso debe ser Hermilda Gaviria. El Señor de los Cielos tiene una multitud de señoritas parte madres, empezando con la coprotagonista de la serie, Mónica Robles, interpretada por Fernanda Castillo.

Es casi un hecho que muchos de ustedes han visto innumerables memes de esta férrea hembra en sus muros de Facebook. Este personaje nos deja a una mujer que tiene que abrirse paso en un mundo de machos, una guerrera un símbolo del feminismo moderno, la cual solo tiene una debilidad: Aurelio Casillas. Imaginen una relación al más puro estilo Harley Quinn y Joker pero mejor hecha: mucho podrían aprender esos asnos que hicieron Suicide Squad, así es como se lleva la relación amor/odio.

La serie siempre tiene varios personajes femeninos en turno, como La Felina, una poderosa mafiosa que es interpretada por una colombiana de nacimiento. Además, claro, la hija mayor de El Señor de los Cielos, Rutila Casillas, la cual solo busca salir del turbio negocio de su familia.

Está claro que la mayoría de ellas no ha tenido clases de actuación profesional en toda su vida. Sin embargo, eso no importa, porque para interpretar el drama de la vida no se necesitan clases…

Los puristas históricos de Narcos cantan alegremente que es una historia basada en la vida real, que incluso sus fuentes son históricamente acertadas… pero eso les juega en contra, ya que su rigor histórico les impide aventurar a sus personajes a verdaderos encuentros de ataques cardíacos: todos sabemos cómo terminaran sus personajes… igual de aburridos que sus contrapartes en la vida real.

Sin embargo, el rigor histórico se tira a la basura en El Señor de los Cielos y los escritores (los cuales tienen historiadores contemporáneos en la nómina) dan rienda suelta a hechos empíricos de la política mexicana: desde presidentes borrachos, aviones desplomados en plena Reforma o incluso prostitutas arrojadas desde altos pisos, nada escapa del imaginario mexicanísimo que hace esta serie una referente cultural por la veracidad histórica de sus relatos.

En México la vida real supera toda ficción y eso lo saben los genios detrás de esta serie de culto.

La cinematografía de Narcos es digna, épicamente ejecutada pero muy sobria y aburrida, es impecable sin errores… en cambio El Señor de los Cielos nos deleita con una multitud de colores, filtros de Power Point, tomas nada arriesgadas, errores de geografía y tiempo, equipo visible en cuadro y mucha cámara lenta donde no luce. Pero ese es justo es el realismo-cósmico-narco-rural, es muy similar a las películas de Santo, que usaron ese mismo realismo para ser premiadas en prácticamente todos los festivales de Europa en la década de 1960.

Estamos seguros que en unos 100 años harán cursos en prácticamente todas las escuelas de cine del mundo sobre El Señor de los Cielos y de cómo cambió la forma de hacer novelas, disfrazándolas de series.

No nos crean: solo esperen 100 años y verán.

Aunque Narcos cuenta con algunas bellas féminas en el ensamble actoral, nada tienen que hacer en comparación de la bestialidad de El Señor de los Cielos: cada temporada suben el nivel y es difícil poder seleccionar cuáles mujeres son más bellas, si las venezolanas, las colombianas, las mexicanas, las paraguayas, las argentinas o las cubanas. En estas 5 temporadas todo tipo de bellezas femeninas han pasado por el  lecho de Aurelio Casillas, que si se fijan es una especie de James Bond mexicano que no deja títere con cabeza: nada escapa de su mítico poder de seducción, NADIE ni NADA sale de ese agujero negro de seducción mexicana.

Creemos que incluso todos los guionistas deben tener sueños húmedos con el personaje principal de la serie, solo así logramos entender cómo todas y todos se enamoran de ese titán de Telemundo y además eso explicaría por qué hay tantas libertades con la lógica de los personajes: incluso las policías que lo odian aprovechan para dárselo en plenas persecuciones. ¿Cuándo han visto esa clase de deseos pueriles en Narcos?

Adicional, el factor sueño húmedo no está presente en Narcos, lo cual la pone muy por debajo de las prioridades para todas esas amitas de casa que cancelaron el Netflix para poder contratar el Blim, nueva casa streaming de la serie.

Podríamos seguir enumerando miles de razones del porqué El Señor de los Cielos es una mejor serie, pero solo queremos recordarles que al rating live y diario de El Señor de los Cielos es casi el DOBLE que el de Narcos, que ni siquiera llega a ser ni live ni diario: streaming engañoso y poco puritano. Por lo tanto, la broma se explica sola y el público conocedor de altísimo calibre ha hablado: El Señor de los Cielos patea el trasero de Narcos.