El bello facial es para algunos hombres una herramientas de seducción indiscutida. Para otros, un signo de masculinidad. Para otros es simplemente un mostacho que un día creció y se quedó para siempre. Otros lo ven como una moda hipster, y así podríamos mencionar infinidad de usos. Pero lo cierto es que el bigote no tiene fecha de nacimiento ni de caducidad, pues existe desde que Adán habitó en el Paraíso (?).
Como era de esperarse, en la TV tenemos algunos casos icónicos de ese cabello en el rostro que a veces viene acompañado de barba y otras veces simplemente se acomoda allí solito esperando ser aseado, cosa que no suele ocurrir. Veamos quiénes le han hecho honor a este elemento decorativo que prácticamente tiene vida propia; si pensamos en el Lorax, claro.