A cielo abierto, ¡Cine simple, efectivo y humanamente emocionante!
La venganza es un plato que se come frío, sino, ya no se come.
-Autor desconocido-
Guillermo Arriaga es uno de los escritores más promisorios de la literatura mexicana pero también de la cinematografía nacional. Un guionista de vectores y coordenadas humanos cuando logra juntar el perdón con la violencia como lo hizo en Amores perros o el perdón con la reconciliación en Babel.
No es algo malo que diga que Arriaga con los años se ha convertido en un escritor que ha concedido un descanso emocional a sus personajes. Desde Burning plain, su idea de la venganza me pareció brutal y trágica a niveles shakespereanos por los vínculos familiares que siempre logra transgreder.
A cielo abierto, es un guion sencillo en narrativa y montaje, pero complejo en emociones y resoluciones al contarlos la historia de dos hermanos que buscan venganza por la muerte accidental de su padre donde uno de ellos estuvo presente. En modo Road trip Salvador y Fernando en compañía de Paula, su hermanastra, emprenden un viaje al norte del país para encontrar al asesino imprudencial de su padre.
Las muertes accidentales, repentinas y prematuras son como amputaciones del alma que nunca logramos sanar por completo. Las heridas no cierran del todo y aunque se secan de manera expuesta, si es que no se infecta antes, esa parte siempre queda sensible, dolorida. La herida de Fernando y Salvador está a punto de infectarse y para evitarlo deben atravesar literal un desierto para encontrar la resolución a un duelo complicado.
Mariana y Santiago Arriaga, dirigen una historia de la pluma de su padre. En entrevista con ellos le pregunté a Santiago qué reto representaba dirigir una historia de su padre con las complicaciones de imprimirle una autoralidad propia. El novel me respondió -hizo bien:“respetar el estilo de mi padre porque es una películas que cuando la leí, me di cuenta que tenía tonos familiares y personales propios que no quise violentar, simplemente lo haces”.
Ambos directores estuvieron de acuerdo que las historias de Arriaga siempre tienen vivencias familiares que sí pasaron sin llegar a ser autobiográficas y que A cielo abierto no era la excepción y que fue muy orgánico poder llevar a flote una historia de estas complejidades emocionales en un desierto que representaba tanto complicaciones de filmaciones como simbolismos emocionales.
A cieloabierto, tiene una sola locación: el desierto del norte del país, lugar que también representa el corazón de estos chicos. Lo seco y agobiante del calor representa esa falta de perdón que Fernando y Salvador tienen por el causante de la muerte de su padre que convierte esto en un tema que no los deja descansar. Con una resolución aleccionadora pero determinante para sus vidas, la nueva película bajo la pluma de Guillermo Arriaga se arriesga con una narrativa distinta pero con una historia llena de claroscuros que denotan las emociones humanas y sus consecuencias.
Mariana y Santiago Arriaga son herederos de un talento indudable y queda claro con A cielo abierto. Narrativa sencilla, con historia turbia y una compleja pero necesaria moraleja. ¡Cine simple, efectivo y humanamente emocionante!
Tres editores tuvo la película de Coppola, que en medio de una fiesta previa a los Oscar tuvo un incómodo intercambio entre Gary Oldman y la montajista, Anne Goursaud…