En septiembre del 2018 se estrenó una película que no tuvo tanta publicidad entre el público ni promoción en los medios, pero es una joya escondida. Basada en una obra literaria de la escritora Darcey Bell y producida y dirigida por el director Paul Feig, conocido cinematográficamente por Ghostbusters (2016) y Bridesmaids (2011), A Simple Favor es un film que, desde su portada, no es lo que aparenta.
A Simple Favor es una cinta del género comedia/thriller/suspenso, aunque en realidad es algo difícil poder catalogarla en un solo grupo. Actualmente, la podemos encontrar disponible en Prime Video.
Stephanie Ward (Anna Kendrick) y Emily Nelson (Blake Lively) son dos madres que terminan siendo muy buenas amigas porque sus hijos pequeños también lo son. Dos personas bastante opuestas, Stephanie es una ama de casa dedicada 100% a su hijo Miles, una madre demasiado tranquila y amable. Emily Nelson es una publicista importante, sumamente ocupada, nada hogareña y con una obsesión por los martinis.
Un día cualquiera, como si fuera muy rutinario, Emily le pide ayuda a Stephanie: recoger a su hijo Nicky de la escuela. Lo que parece ser un simple favor termina siendo una tormenta de suspenso y momentos de indecisión para las protagonistas. Así, sabemos que tanta perfección que aparentan no puede ser cierta, que todos tienen secretos y un lado oscuro.
Es una película que, al principio, tiene muchos momentos de comedia muy típicos del director y que, sin hacernos sentir el cambio drástico, se vuelve una película de thriller/suspenso, con un toque de cine policíaco. A lo largo de la película, hay muchas escenas en las que las situaciones te dejan conmocionado y asombrado por lo que estás viendo.
La química entre las protagonistas Anna Kendrick y Blake Lively, actrices que hemos visto en películas y series de drama, comedia y romance, es asombrosa. Es algo que se tiene que admirar, un punto a favor de la cinta, porque la hacen funcionar muy bien. A pesar de todo lo bueno, el film tiene un final un poco apresurado que regresa a la burla y puede dejar un tanto confuso al espectador.
Si te gustan las películas del estilo drama/suspenso, como The Girl on the Train (2016) y The Girl with the Dragon Tattoo (2011), esta puede ser una buena recomendación para ti.