En una época donde una gran cantidad de proyectos van a parar a la pantalla chica, especialmente luego de la decisión de WarnerMedia durante 2020, Dune se mantuvo como un lanzamiento teatral. Sin embargo, nos preguntamos si en este caso en particular fue un error.
Los dos problemas más grandes de la película dirigida por Denis Villeneuve fueron el ritmo y el final. El director se caracteriza por estas historias cocinadas a fuego lento, lo cual a veces beneficia a la cinta, ya que uno como espectador se siente recompensado al final, pero el último acto de Dune fue bastante anti climático.
Por otro lado, con tantos personajes y estrellas dentro del elenco, algunas de las actuaciones se sienten desperdiciadas. Estos tres factores bien podrían haberse solucionado en un formato de serie.
En cuanto a los personajes, una serie de Dune en HBO Max le habría permitido a la historia desarrollar mejor cada uno de ellos. Darle más que un par de minutos de pantalla a Oscar Isaac, Jason Momoa, Stellan Skarsgard, Javier Bardem, Josh Brolin y Babs Olusanmokun nunca puede ser algo malo. Además, a quienes no leyeron los libros, los ayudaría a entender mejor los motivos de cada uno, lo cual justifica sus acciones y sus personalidades.
Por otro lado, en cuanto al ritmo, este bien podría ser el mismo, solo que estaría dividido en seis o diez episodios. Sería erróneo pedirle a un director que cambie absolutamente su estilo y su manera de desarrollar las historias. El problema central de Dune no es este, sino que el final no premia nuestra paciencia mientras nos sentamos a ver a Paul y Jessica vagando por el desierto.
El final de Dune es abrupto e inesperado, no tiene ningún tipo de sentido. Luego de la pelea entre Paul y Jamis, pareciera que la película va a poner una marcha más y entrar en su acto final, pero tenemos la mirada de Zendaya y la pantalla negra. Sí, es solo la primera parte, pero eso no es excusa, Dune se siente como un producto sin terminar y eso nunca es algo bueno.
En una serie de Dune, el final de la película vendría en la mitad de la temporada tal vez, lo cual se sentiría bastante apropiado porque sabemos que en los episodios siguientes esa historia va a tener un cierre apropiado. Más horas para desarrollar una historia tan compleja en un universo tan épico no puede ser algo malo, y más teniendo en cuenta el talento del elenco y del director.
A pesar de todos estos factores a favor del formato de serie, hay un punto fundamental que no estamos teniendo en cuenta: Dune es 100% una obra hecha para ver en el cine, con una pantalla grande, un sonido ambiente espectacular, a oscuras y cómodo. Es verdaderamente hermosa en ese sentido, y es uno de los puntos más fuertes del film, y eso se perdería por completo en un programa de televisión.
La excelente dirección de Villeneuve hace que la historia se sienta mucho más épica de lo que ya es en los libros. La creación de este magnífico universo pone a Dune dentro de la lista de películas de 2021 que no te puedes perder, y si le sacamos eso, no sería una obra tan especial.