Cuando pensamos en el humor absurdo, tierno y al mismo tiempo desbordante de energía, un nombre aparece de inmediato: Adam Sandler. Nacido el 9 de septiembre de 1966, este actor, comediante y productor se convirtió en uno de los rostros más reconocibles de la comedia en Hollywood. Su estilo, que mezcla bromas infantiles con personajes desadaptados pero entrañables, le ha dado un lugar privilegiado en la cultura pop durante más de tres décadas.
Aunque ha sorprendido en cintas dramáticas como Uncut Gems o Punch-Drunk Love, su legado más fuerte sigue estando en la comedia. Y dentro de su extensa filmografía, hay algunas películas que brillan con luz propia por su impacto en la audiencia, sus frases memorables y la capacidad de hacernos reír incluso después de años.
Aquí repasamos las comedias más memorables de Adam Sandler, esas que marcaron generaciones y que, probablemente, has visto más de una vez.
Billy Madison (1995) – dir. Tamra Davis
Con Billy Madison, Sandler tuvo su primera gran oportunidad como protagonista y no la desaprovechó. La trama es tan absurda como divertida: un adulto inmaduro que debe repetir todos los grados escolares para heredar la fortuna de su padre.
La película está llena de gags exagerados, situaciones ridículas y un Sandler en estado puro, jugando con voces extrañas y comportamientos que rozan lo infantil. Para muchos fans, esta fue la primera vez que vieron el estilo inconfundible del actor, un humor que no pedía disculpas por ser ridículo.
Happy Gilmore (1996) – dir. Dennis Dugan
Un año después llegó Happy Gilmore, donde Sandler interpreta a un jugador de hockey fracasado que descubre un talento inesperado para el golf. Con su carácter explosivo, su mala educación y su cero respeto por la etiqueta del deporte, Happy se convirtió en un personaje inolvidable.
La película no solo consolidó a Sandler como estrella de comedia, sino que también dejó escenas icónicas: desde la pelea con Bob Barker hasta los gritos descontrolados en pleno campo de golf. Hoy sigue siendo considerada una de las mejores comedias deportivas de todos los tiempos.
La mejor de mis bodas [The Wedding Singer] (1998) – dir. Frank Coraci
En The Wedding Singer descubrimos la faceta más romántica de Sandler. Ambientada en los coloridos años 80, la cinta cuenta la historia de Robbie, un cantante de bodas que se enamora de una mesera (Drew Barrymore) justo cuando su vida sentimental se viene abajo.
Aquí, Sandler bajó un poco el tono absurdo y entregó una actuación más cálida, demostrando que también podía conquistar al público con ternura. La química con Barrymore fue tan buena que se convirtieron en una de las parejas favoritas del cine de comedia romántica.
Un papá genial [Big Daddy] (1999) dir. Dennis Dugan
El final de los noventa trajo una de sus comedias más queridas: Big Daddy. En esta historia, Sandler interpreta a un hombre irresponsable que, de pronto, se ve obligado a cuidar de un niño abandonado.
Lo que pudo haber sido una simple comedia tonta se convirtió en un relato entrañable sobre la madurez, la paternidad y la amistad. El contraste entre las escenas hilarantes —como enseñar al niño a orinar en lugares públicos— y los momentos emotivos hicieron que Big Daddy sea recordada con cariño por toda una generación.
Como si fuera la primera vez [50 First Dates] (2004) – dir. Peter Segal
La química entre Sandler y Drew Barrymore volvió a brillar en 50 First Dates, una comedia romántica con un giro original: Lucy (Barrymore) sufre pérdida de memoria a corto plazo, por lo que cada día olvida quién es Henry (Sandler).
El reto del protagonista es enamorarla de nuevo cada mañana, lo que da pie a situaciones cómicas, pero también a reflexiones sobre el amor verdadero. Con su mezcla de risas y ternura, esta película se convirtió en un clásico del género y sigue siendo una de las favoritas del público.
Click: Perdiendo el control [Click] (2006) – dir. Frank Coraci
En Click, Sandler sorprendió al darle un tono más reflexivo a su comedia. Interpreta a un arquitecto abrumado por el trabajo que recibe un control remoto mágico capaz de manipular el tiempo. Al principio, lo usa para resolver problemas triviales, pero pronto descubre que acelerar la vida trae consecuencias dolorosas.
Aunque tiene escenas hilarantes (como adelantar discusiones incómodas), la película también deja una fuerte moraleja sobre el valor del tiempo y la importancia de disfrutar de lo cotidiano. Un Sandler en modo cómico-dramático que, para muchos, mostró una madurez actoral.
Una esposa de mentira [Just Go with It] (2011) – dir. Dennis Dugan
En esta comedia, Sandler interpreta a un cirujano plástico que finge estar casado para conquistar mujeres. El plan se complica cuando involucra a su asistente (Jennifer Aniston), quien debe hacerse pasar por su esposa.
Rodada en Hawái, la cinta mezcla enredos románticos, malentendidos y situaciones desopilantes. Aunque la crítica no fue generosa, el público la convirtió en un éxito rotundo, y hasta hoy sigue siendo de las comedias más vistas en streaming.
Si algo une a todas estas películas es la capacidad de Adam Sandler para crear personajes exagerados, torpes, pero irresistiblemente humanos. Ya sea un eterno adolescente como Billy Madison, un golfista malhumorado como Happy Gilmore o un hombre desesperado por equilibrar el trabajo y la familia como en Click, su humor conecta porque refleja nuestras propias inseguridades de manera exagerada.
Al cumplir un año más de vida este 9 de septiembre, Sandler no solo celebra un cumpleaños: también el cariño de millones de espectadores que siguen riendo con sus películas, ya sea por nostalgia o porque descubren su comedia por primera vez en plataformas digitales.
Lo cierto es que, le guste a la crítica o no, Adam Sandler ha construido un imperio a base de risas, ternura y un estilo inconfundible. Y mientras haya gente que quiera pasar un buen rato frente a la pantalla, sus comedias seguirán siendo memorables.
