Hablar de Stephen King es hablar de un autor que trascendió las páginas para conquistar la pantalla. Con más de 100 adaptaciones entre películas y series, King se ha convertido en uno de los escritores más llevados al cine y la televisión en toda la historia.
Su universo narrativo se expande desde clásicos del terror hasta relatos de amistad y esperanza que dejaron huella en la cultura popular. El punto de partida fue Carrie en 1976, dirigida por Brian De Palma, una historia de bullying, poderes sobrenaturales y una de las escenas más sangrientas y recordadas del cine.
Apenas cuatro años después llegó El Resplandor, de Stanley Kubrick, una cinta que aunque nunca fue del agrado de King, se volvió parte de la memoria colectiva gracias a un Jack Nicholson desatado y a un despliegue visual hipnótico que redefinió el horror psicológico.
La década de los noventa también dejó momentos icónicos con Misery, donde Kathy Bates obtuvo el Oscar a Mejor Actriz por encarnar a una fan obsesionada; y con Sueño de Fuga, un relato sobre la esperanza en la cárcel que hoy es considerado uno de los mejores dramas jamás filmados.
El legado de King en pantalla no se detuvo ahí. Cuenta Conmigo, adaptación del cuento El Cuerpo, mostró su faceta más íntima y nostálgica, recordándonos que no todo en su obra son monstruos y sangre, sino también historias de amistad y crecimiento.
The Mist, en 2007, se atrevió a cambiar el final de su relato original, creando un desenlace devastador que sigue estremeciendo a quienes lo ven por primera vez.
La aplaudida La Vida de Chuck, uno de los relatos más recientes de King, también llegó al cine bajo la dirección de Mike Flanagan, con otra colaboración clave entre ambos tras Doctor Sueño y El Juego de Gerald.
Esta adaptación mostró el lado más íntimo y filosófico del autor, más allá del terror que lo hizo famoso.
Y por supuesto, Pennywise ha perseguido a varias generaciones: primero con la miniserie It en 1990, y después con sus nuevas versiones cinematográficas de 2017 y 2019, consolidando al payaso como uno de los villanos más aterradores de todos los tiempos.
Tanto así que le valió una serie más llamada Welcome to Derry en HBO Max.
Las series también han sabido explorar y expandir el multiverso King. 11.22.63 se convirtió en una de las adaptaciones más fieles y emotivas, con un James Franco viajando en el tiempo para intentar salvar a JFK.
Por su parte, Castle Rock y Mr. Mercedes demostraron cómo sus relatos pueden entrelazarse en un mismo espacio narrativo, mientras que producciones como The Outsider o Under the Dome confirmaron que el streaming encontró en Stephen King una mina de oro para el suspenso contemporáneo.
Es cierto que más de 100 adaptaciones entre cine y televisión llevan la firma de Stephen King. Esa magnitud lo coloca en un lugar casi inalcanzable, al punto de que su obra ha creado un multiverso propio que amenaza con eclipsar a otros autores dentro del género.
Al final, lo que hace únicas a las adaptaciones de King no es sólo el miedo, la sangre o la intriga, sino la forma en que sus historias nos conectan con lo más humano: la soledad, la esperanza, la obsesión, la amistad, el miedo a lo desconocido.
Stephen King no sólo escribe cuentos de terror; escribe puertas que cineastas y actores han sabido abrir para millones de espectadores. Y mientras esas puertas sigan apareciendo, su legado seguirá creciendo, y atrapando a nuevas generaciones que entran al mismo universo de horror, luz y fascinación.