Terror de Polonia en una fiesta loca e interminable, pero…
El género del terror es un tema complicado para algunos cinéfilos y para otros es hablar de algo desenfadado y sin más complicaciones qué sustos fáciles como un gato cruzando por accidente, puertas cerrando de pronto y sangre a borbotones. Pero algunos directores respetuosos de los espectadores que no lo subestiman y son más elaborados en sus historias, por lo tanto los guiones son más inteligentes.
All My Friends are Dead es, no sé si parte de una nueva ola de terror polaco, que intenta salir de los clichés del género, pero en este intento se “reinventa” o, por lo menos trata de hacerlo, en otros clichés. Lamentablemente trata de emular lo peor del cine norteamericano de terror, con todos sus lugares comunes, sus personajes icónicos como el deportista que todos quieren tener una noche con él, la chica tonta que es inocente e ingenua, los bobos que buscan solo sexo, etcétera. Todo dentro de una “fiesta inolvidable y loca” que resulta tan predecible que aburre.
A lo que trato de referirme es que aunque la historia trata de hacerlo de forma innovadora y original, falla en este intento de incluso abordar los clichés de manera correcta. No hace nada bien, incluso con un giro tan interesante en su final, pero no vale toda la película de dos horas, para nada.
A estas alturas el espectador ya está tan aburrido y cansado de los intentos cómicos de la historia que el giro sí resulta refrescante pero 30 minutos no pagan hora y media de aburrimiento plagado de predictibilidad en el guion y sus personajes en exceso estereotipados como comedia absurda, burda, pero también mala copia resultado de una transculturización cinematográfica que ya no funciona.
Ahora bien, no digo que esté del todo mal. Hay una pequeña parte que funciona muy bien, que podrá gustarle a un sector adolescente que no busca una reivindicación del cine de género en la historia, trate de retomar las características de la primigenia del cine de terror de los clásicos o, que busque innovar en sus técnicas para asustar al público. Nada de eso.
Tiene un público específico para el que funcionará sin lugar a dudas.
Pero...
All My Friends are Dead es un material digno de la plataforma en al que se encuentra. No ofrece nada nuevo al género, tampoco al streaming y mucho menos al entretenimiento. Es muy trivial, entretenida a secas.
En resumen
La película no se acerca ni siquiera a un buen intento de cine de terror, por eso también tiene comedia mal lograda, porque el director nunca se preocupó por definir bien su propio híbrido y en esta indecisión logró un producto estereotipado y vacuo.