Termina una temporada difícil y Lakeside es el próximo destino

La segunda temporada de American Gods llegó a su fin. La serie, que se tomó dos años para regresar a la pantalla chica, parece haberle dado la ventaja a los nuevos dioses de cara a la batalla impostergable que se avecina. Y todo gracias al poco aprecio que Mr. Wednesday supo cosechar entre los suyos.

En el episodio anterior, American Gods perdió a quien era, tal vez, su personaje más querido: Mad Sweeney. Condenado a muerte por la falta de su moneda, el leprechaun se cobró su batalla al intentar enfrentarse con Wednesday, pero terminó muerto por culpa de Shadow Moon. A pesar de la derrota, el que supo ser rey y dios guerrero, ejecutó su venganza reclamando la preciada lanza de Odín, Gugnir, para el Tesoro del Sol.  

El season finale fue, en gran parte, la forma de que encontraron los diversos personajes de lidiar con la muerte de Mad Sweeney. 

Wednesday, por supuesto, huyó. Esta jugada tal vez le salga cara, porque sin su presencia, los viejos dioses pueden dar rienda suelta a sus deseos y enemistades. Además, del lado de los nuevos dioses, el poder crece: no solo Media ha evolucionado, ahora, por fin, volvemos a ver a Tech Boy, excepto que ya no es él, sino Quantum Boy, una nueva versión de este personaje mucho más serena, pero igual de despiadada que de costumbre. Junto a New Media controlan todas las pantallas y las vuelven en contra de los viejos dioses: Shadow, Wednesday y el pobre Salim quedan expuestos como responsables de la masacre en la comisaría, allá lejos en la primera temporada. 

Con Wednesday fuera, Ibis y Anansi debaten el futuro en un partido de ajedrez, y el djinn huye junto a Salim para ponerlo a salvo. A pesar de que nos enternece la actitud, tememos que fallarle a Odín y sus compactos no signifique nada bueno para este genio de ojos ardientes.

Laura, por su parte, intenta convencer a Shadow de que Wednesday no es un buen mentor y, además, lucha por procesar la muerte de Mad Sweeney y sus deseos de venganza. En un encuentro con Bilquis, trata de reclutarla para estos fines, pero la reina deja pasar la oportunidad. Finalmente, Laura huye de Cairo con el cadáver de Sweeney a cuestas.

Shadow, acorralado por la policía, también intenta huir. Yggdrasil, el árbol de Odín, lo retiene. Y es allí, entre las raíces del árbol, que Shadow descubre su origen: sí, es el hijo de Wednesday y por eso se encuentra en el centro de esta historia.

¿Cuál es su propósito? Todavía no lo sabe, pero sí presiente que está en riesgo y debe huir. Un último golpe de gracia de su padre le da una nueva identidad que se lo permite: Mike Ainsel.

¿Qué sucederá en la tercera temporada? El twitter oficial de la serie anuncia que Shadow emprenderá el viaje a Lakeside, una de las partes de American Gods más entretenidas y que ayudarán a terminar de formar a este héroe apático que es Shadow Moon.

Esperemos que lo haga rápido, porque la batalla que se avecina lo va a necesitar y los nuevos dioses ya llevan la ventaja.