¿Qué están haciendo con las películas y las series sobre superhéroes?

Algunos días atrás se estrenó Black Adam en cines y ahora llegó Wakanda Forever, la película que le diría adiós al nuestro queridísimo Chadwick Boseman y comenzaría con el reinado de un nuevo Black Panther para el MCU. Estas dos cintas tenían un fuerte impacto en los dos universos cinematográficos de DC y Marvel porque Dwayne “The Rock” Johnson llegó junto con el anuncio de James Gunn como el nuevo showrunner de DC para salvar de manera definitiva a la DCU, mientras que en Wakanda cerrábamos de manera oficial con la Fase 4 del mundo que tiene detrás a Kevin Faige.

Aunque todo esto marca el inicio de cosas nuevas y nos lleva a todos los fans de los superhéroes a por lo menos tener curiosidad, luego de ver los dos filmes y un año entero de TV y cine jugando con este género, debo preguntarme lo siguiente: ¿qué están haciendo?

El paso de los años le dio a muchos especialistas la posibilidad de entender cómo debía ser el cine, armando un paradigma clásico de escritura en el que el héroe tiene determinadas características y enfrentar pruebas que debe pasar para poder transformarse en quién se supone que es. Joseph Campbell lo llamó “el camino del héroe”, y aunque esas reglas no hayan estado talladas en piedra como los 10 mandamientos, uno podría tomar la historia de Jesús y hacer una película en la cual él recorre el mismo camino que recorrió Luke Skywalker o Michael Corleone para transformarse en el protagonista de su propia historia.

El trabajo de los guionistas, en este caso, o de cualquier persona que decida contar historias en cualquier formato, es tratar de descubrir cómo hacer que esas reglas impuestas por el paso del tiempo se acomoden de la mejor manera a una trama innovadora que cuente lo mismo que la anterior pero en diferentes contextos y realidades. Por ejemplo: hace unas semanas todos estábamos tratando de entender si nos gustaba o no el final de She-Hulk, un episodio cuya resolución fue anti-climático; no entendimos por qué existieron personajes como Titania y hasta pudimos ver a los guionistas de la series hablando sobre lo que DEBE pasar en la historia de los superhéroes y cómo podían ellos innovar en eso. ¿Salió bien? ¿Salió mal? No importa tanto, pero nos ayuda a hablar de ciertas cosas.

Cuando salí del cine luego de ver Black Adam no podía dejar de sentir la incomodidad provocada por el conformismo. En mi cabeza pensaba “está bien” pero no había nada más; no había nada nuevo, era solo eso. Ni siquiera ESE cameo me emocionó, no sé qué más nos pueden dar, y aunque sea triste, también me genera cosas saber que cualquiera de las próximas películas puede ser la que haga que mi corazón se vuelva a acelerar. Y entonces, ¿qué hacemos? ¿Le pedimos más o con que no nos decepcionen es suficiente? Al debut de The Rock como superhéroe le faltaban 20 minutos y supuestamente su historia ya había terminado. ¿Se supone que cuando aparezca a salvar el día me tenía que sorprender? ¿Realmente quieren que festeje porque Wanda Maximoff vuelve al MCU? Si todos sabíamos que no había muerto… ¿Me van a decir que después de todo lo que pasó ella se iba a morir por un par de piedras? ¡Ella sola casi mata a Thanos! Ni siquiera los guionistas de Game Of Thrones se hubieran animado a tanto… Ah, no esperen un segundo…

Honestamente me preguntó a qué nos vamos a adaptar en el futuro porque ayer festejábamos que después de un monólogo de 10 minutos en el que Battison está vendiendo cómo creó su reputación, un símbolo que no solo lo llama a él sino que es una advertencia porque The Batman está yendo, un grupo de criminales lo vea y le pregunte “¿y tú quién se supone que eres?”. Yo sé que cuando un director filma lindo tendemos a mirar para otro lado, pero si le vamos a pegar a uno, peguémosle a todos. Y también hablo de Ryan Coogler, el que creo que es uno de los mejores directores en Marvel, pero después de tanto trabajo bien hecho en su primer film, logra generar unos primeros minutos bestiales para empezar a despedir Chadwick, y hasta allí llega porque ni una secuencia de acción a la altura de sus previos trabajos tuvimos en Wakanda Forever.

Sé que el golpe que recibimos con la muerte de Chadwick Boseman hizo que los planes cambien, pero no puede ser que se recicle el guión de la creación del primer Black Panther mezclando la motivación de Civil War con un villano que tiene razón al estar enojado como con Killmonger. Quizás no fue intencional, quizás son esas reglas de las cuales los guionistas están presos y a eso debemos empezar a cuestionar, pero ¿qué podemos hacer?

No quiero que esto parezca como que odio a los superhéroes; solo quería traer mis dudas sobre el futuro a colación porque realmente me preocupa que no podamos salir del “películas que están bien” y listo. Sí, ya sé que tenemos The Boys, pero quiero que cierren los ojos y se pregunten ¿qué cambió realmente desde el final de la segunda temporada al final de la tercera? Nada. Homelander, cuando comenzó la temporada, era malo y no le importaba nada. ¿Ahora? Homelander es malo y no le importa nada. Hughie no tenía poderes y respetaba la fuerza de Annie. ¿Ahora? Lo mismo. ¿Kimiko? Ella tenía poderes y adivinen: sí, tiene poderes. Ah, pero Soldier B… Estaba congelado y ahora… está congelado.

Obviamente esto no significa que no pasó nada, porque claramente Kimiko tomó una decisión, Homelander está más loco que nunca y ahora sabemos de la existencia de Victoria Neuman asesina (cosa que sabíamos desde el final de temporada anterior pero que ahora lo saben todos). Entonces, el problema de no avanzar como corresponde es que la única opción que nos queda es que la cuarta temporada sea súper full guerra civil, porque aunque la crítica a la sociedad esté, y veamos constantemente como le permitimos cosas a ciertas personas, cuando Homelander llame a Edgar en la próxima entrega para que ayude a derrotar a su nueva villana y devolver el status quo al show, voy a tener que venir a preguntarles otra vez lo siguiente: ¿qué están haciendo?