El pasado 19 de noviembre de 2021 se estrenó la enigmática y anticipada adaptación live-action de la obra maestra de Shin’ichirō Watanabe (sin ofender Samurai Champloo) en Netflix. Y hemos hablado mucho de cómo cambia, de un modo u otro, la forma de adaptar íconos del anime como lo es Cowboy Bebop.
Pero más allá de los buenos deseos, la hermosa música de Yōko Kanno, los locos ángulos de cámara, la hermosa paleta de colores o el increíble elenco que supo adaptar a estos geniales personajes, ¿cuál es el cociente de esta compleja ecuación de conversión del anime al live-action?
Vamos, ¿lo logró Netflix, o se aventó otro Death Note? Tenemos nuestro veredicto final, y para ello debemos confesarles que nos recetamos DE NUEVO el anime completo (incluida película) y la serie de Netflix (sí, dos veces, esta vez con el muy bien logrado doblaje latino).
1 Personajes
Hay que reconocerlo: la tarea era titánica. Encontrar un grupo de actores y actrices que fueran más allá de lucir idénticos a sus contrapartes animadas, sino además lograr la profundidad de los mismos –e incluso superior en casos como Spike– habría hecho desistir a muchos, pero no fue el caso de André Nemec, Christopher Yost y su equipo creativo.
Al trote de los 10 episodios de esta primera temporada, nos quedó claro que John Cho es el perfecto Spiegel, tal como Mustafa Shakir (quien incluso nos gustó MÁS por su etnia que el Jet original), una fabulosa Elena Satine dando honor a Julia, el extraordinario Alex Hassell que nos hizo temblar y odiar a Vicious, y especialmente Daniella Pineda, quien contra viento y marea (léase cientos de ataques de trolls en redes sociales), nos conquistó con una Faye Valentine menos curvilínea y sexy, pero mucho más divertida y profunda… aunque con ello un grave error de los guionistas, pero de eso hablaremos más adelante.
2 Secuencias de acción
No era nada fácil hacer esto, pues la serie animada NO ES real, y aunque se pueden lograr maravillas en el anime, traerlas a la acción en el mundo real es otra cosa. Lo cierto es que persecuciones fabulosas como la cacería final en Nueva Tijuana (episodio 1) o el duelo con el payaso demente del episodio 8.
Es decir, que nos queda claro que la serie no contó con el presupuesto de un blockbuster de cine, pero es evidente que Netflix echó toda la carne al asador concediendo muy buenos recursos para un trabajo decente. Y así fue: no supera (por razones obvias) las golpizas, tiroteos y escaramuzas espaciales del anime, pero lo suple de forma inteligente con acción más allá de un western de medio pelo. ¡Bien hecho!
3 La música
Aquí no hay que decir más. Es increíble que 23 años después la impecable Yōko Kanno no sólo haya dado su autorización para usar su score original, sino que nos entrega nuevas composiciones que incluso SUPERAN las del anime original no sólo en cantidad, sino en sustancia (estamos hablando de una compositora que sigue destacando por su genialidad y sigue siendo muy popular en Japón).
Lo sentimos, queridos fans férreos del anime original (lo somos también, créanlo), pero basta escuchar esta maravilla para comprobar que lo que decimos es cierto:
4 La historia y el final (¡spoilers!)
Era comprensible: si Yost, Nemec y sus escribas hubieran optado por hacer “una calca” de Cowboy Bebop en justamente 26 episodios, además de ser imposible por el ritmo y aspectos que mencionamos antes, seguramente habría tenido el desdén de los fans (algo así como lo que ocurre con la nueva película Resident Evil: Welcome to Raccoon City).
En lugar de ello, se toma otro sendero y se inspira en misiones (sesiones) del anime, pero se cambian algunos elementos, su ritmo y situaciones, en especial en lo que respecta al final de esta primera temporada. Sí se siente un ritmo general “más lento” y un exceso de humor en contraste con las dosis de la serie anime, pero nada que hunda la adaptación. ¿Y notaron la ausencia de flashbacks?
Y es que el final del anime da la impresión de ser conclusivo (y de hecho así fue, ¡no hubo más!), pero el décimo episodio dista mucho de ello, y el giro con Julia nos deja boquiabiertos pero con la esperanza de que, si bien una hipotética segunda temporada seguiría con lo que nos faltó ver del anime, el camino a seguir es mucho muy diferente, dados los cambios en el plot twist de cierre.
Eso sí, la revelación de cliffhanger con la identidad y presencia repentina de Edward Wong Hau Pepelu Tivrusky IV (Ed) con el novato y joven Eden Perkins ha causado mucha polémica y franco desprecio por parte de los fans.
Aunque, ¿saben qué? Considerando los parámetros de la adaptación… ¡nos gustó! Habrá que ver cómo se desarrolla este personaje.
5 Esa obstinación por "encajar" con las tendencias
Aunque no obstante, con la inesperada y francamente absurda identidad lésbica (o bisexual) de Faye Valentine, el tema de Ed podría despertar más quejas en una segunda temporada (en el anime, es un personaje andrógino, pero no por ello “no binario” o cualquier moda actual que en eso se traduzca).
Más allá de si Faye es homosexual, bi o hétero en el anime, creemos que este elemento innecesario no sólo daña la obra completa en parámetros de una adaptación exitosa, sino que como comentamos en nuestro análisis sin spoilers de hace unos días, excluye a menores de edad por esas descripciones e imágenes sexuales para una historia que jamás necesitó de estos elementos.
Este fue quizás el mayor fallo de la entera adaptación.
6 En conclusión: NO SUPERA AL ANIME
Los vaqueros del Bebop del “mundo real” de Christopher Yost y André Nemec es muy bueno como algo aparte, pero jamás como una adaptación fiel, justa y plena que incluso obligue a decir “no veas el anime, aquí lo tienes todo”, sino todo lo contrario. Si quieres la verdadera esencia de Cowboy Bebop, TIENES que ver y seguir con el anime original, algo que se comprueba irrepetible y atemporal.
Y conste que esto lo decimos aún conscientes de una posible segunda temporada… justamente porque estamos seguros que esa versión de Ed sacará de sus casillas a muchos otakus y seriéfilos por igual.
¿Estamos mal? Los invitamos a disfrutar –incluso si ya lo hicieron– de Cowboy Bebop que está en Netflix tanto en anime (también en Funimation y Crunchyroll) como esta reciente adaptación, para armar un buen debate con geeks y amigos. ¡Y cuéntenles, por favor, con qué obra nos quedamos nosotros!