El género documental suele ser catalogado como “el aburrido” del cine; sin embargo, hay varios subgéneros dentro de este que se esfuerzan en crear diferentes perspectivas, contar historias diversas, distinguiéndose de la ficción, pero también utilizando elementos de esta para elevar la narrativa de la película. Lo que constituye la grandeza del cine es que es una suma, una síntesis también de muchas otras artes y las películas documentales son el claro reflejo de esto, ya que es el resultado de muchos otros géneros.
Pensemos en los de animales, característicos de National Geographic por ejemplo, en los que se utiliza una narración discursiva para mostrar pequeñas historias que suceden en la naturaleza, poniendo la lupa en la vida de los animales, cómo se relacionan, cómo interaccionan con la vegetación que los rodea y demás. Estas producciones se las arreglan para contar aventuras de las diferentes especies a través de la música y el juego de cámaras. Se nos cuentan pequeñas historias de suspenso, románticas, familiares, de terror y de acción, y nos damos cuenta de esto gracias a la banda sonora y los sonidos. Los directores juegan con estos conceptos que nosotros ya conocemos de las ficciones para crear su propia narrativa alrededor de los animales. No se necesita una voz que nos explique lo que está sucediendo, los espectadores nos podemos dar cuenta fácilmente de lo que está ocurriendo. Hay una gran utilización de los planos de la cámara, los ángulos y el ambiente que los rodea a los animales para que esto se convierta en una historia más profunda.
Por otro lado, tenemos los documentales que cuentan historias sobre comunidades. Si en el primer subgénero el foco estaba puesto en la armonía entre las imágenes y el sonido para crear historias, este se concentra en el mensaje. La importancia radica en mostrar cómo los pueblos van modificando diferentes aspectos de su cultura. Estas producciones suelen usar las voces de los protagonistas para explicar la importancia de lo que está sucediendo. La intención no es crear una “casi ficción”, sino mostrar la realidad. El objetivo de estos es rebatir los prejuicios del resto de la sociedad y divulgar su propia cultura a través del cine. En estos casos, las comunidades usan a los medios de comunicación como un instrumento político a través del cual son capaces de protegerse y atacar la monopolización de la palabra, produciendo así una imagen fiel a ellos mismos que retumbe en la memoria cultural. Más allá de que las películas también sabe utilizar los recursos de las cámaras y la banda sonora adecuada para las historias que está contando, estas pasan a un segundo plano.
Por otra parte, en el medio de estos subgéneros, tenemos a los documentales que se centran en una sola persona, una sola historia. Estas producciones hacen uso del sonido ambiente y a veces coquetean con la ficción, pero también se centran en el mensaje que el protagonista quiere difundir y de vez en cuando utilizan a una figura principal para hablar de un tema que afecta a la sociedad entera. Una presentación desde afuera, por muy sutil que sea, no siempre llega a ser adecuada, por eso muchas veces los protagonistas (actores, músicos, deportistas, políticos) se encargan de contar su historia desde su propio punto de vista.
Estas producciones no solo nos muestra la vida de la protagonista, su familia, su trabajo y sus hobbys, sino que a veces también pone el foco en cuestiones más globales. Suelen tener música de fondo que acompaña cada momento y también recurren mucho a las entrevistas con los protagonistas, familiares, compañeros, entrenadores, amigos y demás figuras cercanas al protagonista. En este subgénero suelen existir producciones que son simplemente publicidades, pero las más interesantes van más allá, no se quedan solo en la historia individual o en la denuncia, sino que buscan cambiar el orden de lo establecido a través de la cinta.
Hablando de documentales que buscan cambiar el orden de lo establecido, también tenemos a aquellos que intentan descubrir un secreto, ya sea un asesinato, un ataque terrorista, una traición, una estafa o lo que sea. Estas películas intentan profundizar en el mensaje y le prestan mucha atención a su manera de narrar y la estética. Estos a veces se sumergen en un problema existencial que nos afecta como humanos o tal vez en una historia particular entre ciertos individuos. El objetivo aquí es mostrar una verdad de una manera informativa y creativa. Este tipo de trabajos a veces profundizan en los efectos de ciertos sucesos en la historia de la humanidad, también se meten con los problemas que nos afectan en la actualidad, exploran los mensajes de cierta parte de la sociedad y también presentan las historias de una manera creativa y original para captar la atención de los espectadores.
De esta forma podemos ver cómo el género documental ha evolucionado con el paso del tiempo y cómo fue encontrando diferentes elementos para explorar. Estas producciones nos muestran que son capaces de hacer que la audiencia acepte el verosímil de su construcción a pesar de que se trate de la ficcionalización de una realidad preexistente que permite poner en pantalla aspectos desconocidos de esa realidad; funcionar como transmisor de voces de reivindicación y protesta en los espacios de debate de la esfera pública; cómo funcionan como un tratamiento creativo de la realidad; y como también pueden intervenir como crítica de la realidad.
El estilo de los documentales difieren según los países y las épocas, se transforman a sí mismos y hay cambios en el énfasis, lo cual permite extender el territorio del género hacia múltiples escenas, presentándose en muchas formas, pero todas ellas merecen nuestra atención. Estas producciones son ricas en cuanto a la narración, la construcción del discurso histórico y pueden ser tan creativas como la mejor historia de ciencia ficción.
