Lo que SÍ y lo que NO nos gustó de la temporada final

Se ha estrenado por fin la cuarta y última temporada de Castlevania en Netflix. La historia de Trevor, Sypha y Alucard continúa en 10 nuevos episodios llenos de acción, sorpresas y mucha, pero mucha sangre.

Por eso queremos contarte que fue lo que SÍ y lo que NO nos gustó de esta última entrega. ¿Estás de acuerdo con nosotros?

Esta temporada nos fascinó el acercamiento entre Trevor y Sypha, pues los sentimos más como una pareja. Sobre todo cuando bromeaban en medio de las peleas y se cuidaban las espaldas como un gran equipo. ¡Definitivamente amamos esas interacciones sarcásticas entre ambos!

¡Striga y Morana nos demostraron esta temporada que el verdadero amor sí existe! A pesar de que son dos vampiras muy diferentes, ambas se entienden a la perfección y fueron capaces de escuchar los consejos de la otra. Es por eso que fue lógico que al final decidieran alejarse de las locuras de Carmilla para vivir tranquilas juntas.

Desde la temporada pasada Isaac se volvió uno de nuestros personajes favoritos de la serie, pues pasó a ser un simple peón de Drácula a ser el dueño de su propio destino. Isaac se encontró a sí mismo, maduró, aprendió a perdonar y a dejar el pasado atrás para vivir su vida y seguir sus sueños. Esto lo demostró al reconstruir las ciudades destruidas y dejar con vida a Héctor y Lenore.

Carmilla fue la villana más memorable de la serie y entendemos por completo sus motivaciones. La corte de Drácula la hizo de menos por ser mujer y ella quería demostrar que podía tenerlo todo, incluso lo que era de ellos. Por eso fue muerte fue justa. No solo dio una gran pelea con las criaturas de la noche de Héctor, sino que decidió irse a su manera: clavándose una espada en el pecho. Algo muy propio de ella.

En la temporada pasada, nos dolió ver que Alucard estaba solo en el castillo de Drácula, y por si fuera poco fue traicionado por los hermanos cazadores Sumi y Takka. Así que fue reconfortante verlo sonreír mientras jugaba con los niños alrededor de su castillo y planeaba un futuro con Greta y los aldeanos. Por primera vez era feliz y los humanos no le temían.

Definitivamente el final se merece un 10 por este solo momento. Afortunadamente, Drácula y Lisa no fueron usados para los malévolos planes de La Muerte, sino que pudieron tener una segunda oportunidad en la Tierra. Incluso Drácula ya no tenía esa sed de venganza, había cambiado para bien. Y eso fue algo que nos gustó mucho: ambos personajes tuvieron la segunda oportunidad que merecían.

Sí, amamos la acción, pero en esta ocasión sentimos que fue excesiva. En cada episodio había al menos una o dos peleas. Sí, fueron sorprendentes y sangrientas (la pelea de Trevor y La Muerte es la mejor de TODA la serie), pero nos hubiera gustado que algo de ese tiempo se hubiera invertido en más desarrollo de los personajes y las relaciones entre ellos. Por ejemplo, nuestro trío favorito tuvo muy poco tiempo en pantalla, para ser exactos, solo los vimos juntos en los dos últimos episodios.

En la temporada pasada quedamos cautivados con la historia de este alquimista y queríamos conocer más de su pasado. Sin embargo, en esta temporada, creemos que nos quedaron a deber más de su historia. Sí, conocimos al amor de su vida que buscaba en el corredor del infinito, pero el personaje no tuvo voz. Su introducción fue muy breve y no nos quedó claro si ella quería ser encontrada o no. Además, nos hubiera gustado que Saint Germain pasara más tiempo en ese lugar y fuera capaz de dominarlo por completo.

La muerte de Lenore fue muy triste, pero también muy bella. Entendemos porqué tenía que morir, sin embargo, deseábamos que fuera feliz al lado de Héctor. Su química en la temporada pasada fue increíble y se notaba que tenían verdaderos sentimientos por el otro.