Analizamos este final de temporada lleno de incógnitas

Runaways ha sido una de las gratas sorpresas que nos trajo la plataforma Hulu, de la mano de Marvel, en el año 2017. 

La primera temporada, que contó con 10 episodios, finalizó el pasado 9 de Enero y nos dejó a todos con ganas de más; lo cual, por suerte, es un deseo cumplido, ya que la serie ha sido renovada para una segunda temporada, esta vez de 13 episodios.

Por si te la perdiste, la primera temporada cuenta la historia de seis adolescentes que descubren que sus padres están involucrados en una siniestra organización llamada PRIDE, responsables de la desaparición de 15 jóvenes de la calle. 

Más allá de que toda la temporada ha sido muy buena, el final se ha destacado. En menos de una hora planteó el enfrentamiento del grupo de adolescentes con sus padres, mostrándolos como los auténticos villanos, para luego demostrar que ellos también son, en cierta forma, víctimas. 

Este enfrentamiento fue, por cierto, fantástico, ya que significó la primera vez que todo el grupo mostró sus dones frente a sus padres: Molly, sus poderes mutantes, Karolina, sus luces de colores, Gert, su conexión con Old Lace y Chase, sus Fistigons. Alex, hasta ahora, no ha demostrado más que ciertas habilidades con las computadoras y Nico había sido despojada de su báculo por su propia madre.

Con la llegada de Jonah la cosa se puso todavía mejor. Él y Karolina se enfrentaron logrando una escena visualmente maravillosa. Karolina hizo uso de sus poderes, dominándolos por primera vez casi, para enfrentarse a su padre y así conseguir que sus amigos escapen.

Sin embargo, esa fue toda la acción que vimos en el episodio. Los seis chicos se convirtieron finalmente en Runaways al huir de sus padres, en quienes ya no confían.

No tener acción no significó, de todas maneras, que el episodio no fuera emocionante. Durante toda la temporada las dudas se fueron acumulando y, finalmente, pudimos presenciar una charla honesta entre los padres, donde quedó claro que la muerte de Amy no fue un suicidio. 

A pesar de ser una noticia devastadora, fue la chispa que encendió la revolución entre los adultos. Leslie, que era la primera defensora de Jonah, es la incitadora y, además, es quien le permite a Karolina huir (con ayuda de Chase y Molly). Todos los padres comprenden que sus hijos están mejor por su cuenta que con ellos. 

Los chicos, por su parte, cimentan sus vínculos: Gert y Chase y Nico y Karolina, principalmente, pero también como amigos, entre todos, trabajando en equipo. Alex, además, hizo un trato con el gran enemigo de su padre: Darius. Darius le facilitó un arma y dinero al pequeño Wilder, pero no sabemos qué le dio Alex a cambio. 

Y ese creo que es uno de los grandes aciertos del final de temporada de Runaways: deja muchas cosas en la oscuridad. En primer lugar, quién o qué es Jonah (y, por ende, Karolina). ¿Es posible matarlo? ¿Qué le sucede que termina tan debilitado? En los minutos finales lo vemos levantarse la manga de su camisa con preocupación, descubriendo que está retornando a su repugnante estado del comienzo de la temporada. Sabemos que, para recuperarse, necesita la cápsula creada por Victor Stein que Tina destruyó para salvar a su esposo. Y Victor Stein, a su vez, yace en la otra cápsula, nadie sabe en qué condición. 

Otra incógnita, y tal vez la más importante, es qué yace en el fondo de la excavación que PRIDE estaba haciendo. Sabemos que tiene unas propiedades particulares, gracias a los padres de Molly, y que es un ser vivo, gracias a los Yorkes, pero ¿qué es? Además, en el artefacto del futuro de Victor Stein, pudimos ver cómo Los Ángeles se hunde en la tierra, ¿qué hay en ese pozo sin fondo, capaz de lograr eso?

Por supuesto, para la próxima temporada también esperamos que se exploren más los dones de los seis chicos. Sus orígenes, sus alcances, etc. Sobre todo, personalmente, me encantaría ver a Old Lace en batalla, ¿se la imaginan?

Como dije al principio, Runaways ya tiene una segunda temporada confirmada. Esperemos que mantenga el nivel teniendo y que resuelva algunas de las incógnitas que ha planteado.