Así es seriéfilos y fanáticos de la antología de terror más importante de nuestros tiempos: la octava entrega de American Horror Story, la historia que conectó Murder House y Coven: Apocalypse, nos entregó un final confuso, pobre y por lo tanto insatisfactorio.
Comencemos por señalar lo más obvio: la mayoría de los episodios estuvieron ubicados en el pasado para darnos un gran contexto de cómo el apocalipsis se ocasionó en LaTierra y por esto tuvimos muy poco tiempo en el presente. De hecho, la pelea final no parece tan sorprendente después de todo lo que se planteó durante la temporada.
Mallory, la bruja elegida para enfrentar al anticristo, tiene poderes increíbles nunca antes vistos. Es la siguiente suprema y por supuesto esperábamos una batalla llena de magia y destrucción al final. Lamentablemente la solución del conflicto fue muy al estilo X-Men: Days Of Future Past:Mallory debe viajar al pasado y eliminar a Michael antes de que se convierta en un peligro para la humanidad. Nuestra bruja, en un giro inesperado, atropella a Michael en innumerables ocasiones para deshacerse de él. Sí, se necesitó magia para hacer el viaje en el tiempo, pero la muerte de nuestro villano principal no tuvo nada de épico ni mágico. Es más, como espectadores sentimos lástima al verlo morir solo en el duro pavimento.
Para el remate de la temporada, resulta que los jóvenes del Outpost 3, Timothy y Emily, ya con la línea den tiempo modificada, se conocen y tienen un bebé, que resulta ser el nuevo anticristo. ¿Qué aprendimos de esto? Que hay cosas que definitivamente no puedes cambiar, es el destino y así debe pasar; al menos el apocalipsis debe ocurrir, sí o sí.
Pero, después de este final, podemos deducir que toda la temporada nunca existió y los fantasmas de Murder House nunca tuvieron un final feliz (lloramos por Tate y Violet).
Por otro lado, aunque el cierre de temporada sea malo, debemos decir que tuvo sus puntos buenos: la actuación de todo el elenco y el regreso de nuestros personajes favoritos.
Todos amamos a las brujas y verlas pelear juntas como hermanas contra hombres que querían dominar al mundo (Michael y los brujos) fue maravilloso. Además, la nostalgia nos ganó cuando volvimos a Murder House, el inicio de esta popular antología de horror.
Aunque se concluyeron algunas tramas de temporadas anteriores, (porque todas están conectadas) también quedaron muchas dudas sin resolver, como por ejemplo el nacimiento no lógico del nuevo anticristo.
En conclusión, esta temporada fue buena a medias; si bien desarrolló una trama muy interesante sobre las brujas versus los brujos, los huecos argumentales y el terrible desenlace nos decepcionaron. Eso sí, el actor Cody Fern fue la estrella revelación, nos enamoró con su actuación y esperamos verlo en otras temporadas de la antología.