Avatar: The Way of Water

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Impresionante, épica, familiar y divertida, eso es Avatar: El Camino del Agua… pero no es muy emotiva

Hace 3 meses
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Después de 13 años de espera, por fin se estrenó hoy en cines Avatar: The Way of Water (Avatar: El Camino del Agua), o simplemente Avatar 2, la primera de varias secuelas que el director James Cameron tiene planeadas para seguir contando la historia del planeta Pandora y sus habitantes, quienes tienen que luchar contra la inevitable colonización y la destrucción humana.

Avatar original nos presentó la ambición de Cameron de utilizar los últimos avances tecnológicos mezclados con una historia muy tradicional, llena de naves, máquinas y animales que peleaban entre sí y al mismo tiempo abrían un universo de posibilidades infinitas. Así, el bosque eterno y los paisajes de montañas flotantes se convertían en una especie de cuento de hadas, que era un poco parecido al nuestro, y nos invitaba a vivir ahí y explorar los rincones de este mundo nuevo.

Ahora, 13 años después, la tecnología ha avanzado grandemente y le ha dado a Cameron más herramientas para jugar con el 3D, alta frecuencia de fotogramas y otros juguetes que no estaban disponibles cuando comenzó su carrera. A pesar de todo, Avatar 2 no emplea eso como palanca para lanzar la nueva aventura.

La película, además de entretenida, no trata de ser una nueva versión de Avatar, sino que el director retoma los elementos de una historia tradicional, ahora centrada en las dinámicas familiares y las mezcla con la nueva tecnología. Incluso se da el lujo de agregar elementos temáticos y visuales de otras de sus obras anteriores como Titanic, Aliens, El Abismo e incluso Terminator.

La historia se centra nuevamente en Jake Sully (Sam Worthington), quien formó una familia con Neyriti (Zoe Saldaña); ahora son padres de 4 hijos. Drama: la gente del cielo (los humanos) han regresado a seguir explotando los recursos y preparar el planeta como una tierra de repuesto.

Sully sabe muy bien que los humanos lo andan buscando a él en particular y decide alejarse de los Na vi para protegerlos de un posible ataque. Ellos huyen a la costa con el clan de los Metkayina, expertos en la vida marina que viven del mar escondidos en una de las islas de un gran conjunto de las mismas. Los hijos adolescentes de Sully y Neyriti no están muy contentos con la decisión de abandonar a los Na Vi y cada vez que pueden se meten en problemas por causa del bullying, los recuerdos y de la negativa a olvidar su antigua vida.

Pronto, los humanos se darán cuenta de dónde se están escondiendo y harán todo lo posible por matar a Jake y su familia y tomar control de los recursos del planeta.

Avatar: El Camino del Agua costó $ 350 millones de dólares, lo que significa que tendría que ser una de las tres o cuatro películas más taquilleras de todos los tiempos solo para alcanzar el punto de equilibrio. Cameron lo sabe y desde varios meses lleva una campaña adicional a la normal con el fin de aumentar la expectativa y lograr su objetivo.

La gran inversión se nota en los efectos, desarrollados por WETA Digital: las imágenes son cada vez más claras y brillantes, la construcción del mundo, los bosques, islas, arrecifes, naves, animales y más es muy impresionante. El mundo submarino impresiona más que el terrestre, como la gran variedad de rostros que vemos en la pantalla: cada uno con su propia personalidad, nos hacen olvidarnos que estamos ante una película en su mayoría animada.

Hablando de ello, para poder agregar a los personajes que poblaran este mundo, James los sometió a largas jornadas de actuación dentro de agua real con el fin de que la captura de movimiento fuera lo más natural y fiel posible a la realidad. En ese sentido, las actuaciones de Sam Worthington y Zoe Saldaña son las que llevan toda la película a cuestas, pero la integración de nuevos personajes como el de Kate Winslet le dan cierta frescura al cast.

Aunque visual y técnicamente podríamos decir que la película es perfecta, la historia presenta varios temas que rayan en el cliché y que se vuelven obvios y hasta cierto punto predecibles. Cameron aprovecha el primer acto de la película para meternos de lleno a la acción y presentar las líneas que unen a la película con su predecesora, con varios trucos bajo la manga que dan cuenta del colmillo largo y retorcido que tiene este señor para crear secuelas exitosas.

La sección intermedia de la película cambia su enfoque de las cuentas por saldar que tiene Sully a la típica del “pez fuera del agua” de su familia al tratar de adaptarse y ser aceptados dentro del clan del agua. Es aquí donde el mundo de Avatar se siente como si se estuviera expandiendo de formas que no lo hizo la primera película.

Algunas de las ideas se presentan como escenarios para futuras películas. Esto justifica que aún existan preguntas sin responder después de que aparezcan los créditos tras más de 3 horas de proyección. Mientras que por ese lado la historia abarca mucho más territorio, algunos de los diálogos siguen sin convencer, se siguen escuchando como de videojuego. Ahora toda la familia, e incluso el planeta en el que viven, es el protagonista de esta secuela, y, por el contrario, el antagonista son todos aquellos que intentan destruir el mundo natural y los seres que están tan conectados a él.

Por la parte final, y muy al estilo de los grandes blockbusters, todo termina en una gran batalla, que es la especialidad de Cameron, y es una pelea épica entre los Na Vi y los humanos que se extiende por más de una hora. Por el lado técnico es un logro; hay momentos en los enfrentamientos que los eventos se sienten supercaóticos, lo que le da más vida a dichas secuencias. La música de Simon Franglen es el acompañante perfecto para que todo se sienta épico.

Si algo tenemos que criticarle a Avatar: The Way of Water (Avatar: El Camino del Agua) es que, a pesar que inicia de manera muy emocionante y termina con una nota en todo lo alto, por la parte del medio, la historia se siente sobreexplicada y en momentos repetitiva y derivativa. Los trucos que utiliza para contar la historia de la familia con hijos adolescentes como la historia del inadaptado, los bullies, etc.; van diluyendo la carga dramática que puede tener la relación familiar y cuando llega el momento “ojo remi” el impulso se ha perdido y uno acaba sintiendo nada.

No cabe duda que Avatar: The Way of Water (Avatar: El Camino del Agua) es una de las mejores películas del año, de eso no hay duda: impresionante, épica, familiar y divertida, que acierta de manera certera en muchos objetivos. Sin embargo, en el espacio dramático, es una flecha perdida.

https://www.youtube.com/watch?v=96d3jsVWnOE

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Avatar: The Way of Water

  • Géneros
  • Acción
  • Aventura
  • Ciencia Ficción y Fantasía
  • Actores
  • Zoe Saldana
  • Kate Winslet
  • Vin Diesel
  • Año de inicio
  • 2022
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Avatar: The Way of Water (2022)

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