Betterman, una biopic única sobre Robbie Williams - Spoiler Time

Betterman, una biopic única sobre Robbie Williams

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Betterman logra algo que no había visto desde hace mucho tiempo en una biopic musical basada en la vida de un cantante: emotiva, metafórica, divertida y Robbie Williams está siempre honesto con su espectador y crudo con sí mismo. 

“Infancia es destino”, es una frase de Sigmund Freud que, dependiendo con el cristal con que se mire, puede ser tan cierto como falso. Es tan cierto como abraces la idea de que, en el caso de Robbie Williams como su padre le decía, que podía ser un fracasado o bien, luchar contra esa idea como sea posible. 

A Better man es una película de Michael Gracey (The greatest showman/2017) y sí, es un musical.  No obstante y aunque tiene los convencionalismos del género también de la biopic, esta película rodea esos lugares comunes de un modo tan creativo como entretenido para que el espectador logre conocer de una forma única y original la historia de uno de los cantantes británicos más importantes de nuestro tiempo.

 

Roberto Williams es hijo de un hombre que le teme al fracaso, aun así su vida y su familia no es exactamente el éxito que esperaba. Esta idea se la transmite a su hijo a forma de mantra familiar: “You can not be a Nobody”, frase que el padre de Robbie Williams expresa a un adolescente en busca de identidad y de aceptación de sus círculos sociales más cercanos. Estas palabras funcionan como anclas en la mente de Robbie toda su vida, pero también se convierten en un motor que lo impulsa a ser lo que hoy conocemos que es.

Ahora, esta película como mencioné párrafos arriba funciona a modo biopic y como es Williams, pues tiene música, recurso que ocupa muy bien con momentos sumamente rescatables y entretenidos pero de los cuales no abusa para nada. Me refiero a que la musica no se come al personaje porque de lo que se trata es que Robbie Williams mismo nos esta contando en primera persona y como narrador, su propia historia de vida. De hecho, este modo de narrador en voz en off durante toda la película ayuda al espectador a ubicarse en que momento de la anécdota nos encontramos porque tampoco las canciones fungen como guía de la linea de tiempo de su vida. 

 

Los musicales funcionan a manera de mostrar su música pero al mismo tiempo de narrar una de las anécdotas del cantante, que vale la pena comentar, todas las canciones cuentan nuevos arreglos musicales que le proporcionan un tono mucho más actual y también adaptado al genero del musical. Por momentos su modo narrativo me recordó demasiado a Rocketman de Dexter Fletcher (2019) al combinar momentos anecdóticos con imágenes surreales que proporcionan una muy buena metáfora visual que termina por impactar de buena manera al espectador.

Algo muy importante de comentar es que nunca vemos a Robbie Williams dentro de la película, es decir, él siempre aparece como un chango realizada con una tecnología de motion capture que el mismo Williams realizó, no obstante siempre es su voz la que escuchamos. Este elemento quita la atención del espectador sobre si el actor se parece o no al cantante y lo enfoca en lo realmente importante que es la vida que nos pretende contar.

Betterman logra algo que no había visto desde hace mucho tiempo en una biopic musical basada en la vida de un cantante: emotiva, metafórica, divertida y Robbie Williams está siempre honesto con su espectador y crudo con sí mismo.

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