Hoy es el día. La inesperada segunda temporada de Big Little Lies llega a su fin y deberá alcanzar la alta vara que la temporada predecesora había dejado. El plato fuerte será, sin duda alguna, el enfrentamiento entre Celeste y Mary Louise en la corte, por la tenencia de los hijos de la primera con el hijo de la segunda, pero, además, la serie viene planteando otro montón de situaciones que encontrarán su clímax en el episodio de esta de esta noche.
Todo se fue construyendo con parsimonia para llegar hasta hoy: las Monterey 5 se encuentran cada una enfrentando una crisis que, probablemente, explotará en su cara en el séptimo episodio. Las cinco amigas, luego de hacer un pacto de silencio tras la muerte del terrible Perry en la fatídica noche de la fiesta de disfraces de la escuela de sus hijos e hijas, han llevado sobre sus hombros el peso de ese secreto, que les fue cobrando a cada una, lentamente, la inocencia de sus almas. Esa unión armoniosa que se vio en el season finale de la primera entrega entre las cinco madres es ahora una unión escandalosa que las marca a fuego y las pone en el ojo de la tormenta a cada una de ellas.
En primer lugar, por supuesto, está Celeste, quien no solo debe resolver sus sentimientos encontrados con respecto a la muerte del abusador de su esposo, sino también lidiar con mantener el buen recuerdo de Perry para sus hijos y, como si esto fuera poco, enfrentarse a Mary Louise, la madre de Perry, con sus sospechas y su indiscreción. Nicole Kidman y Meryl Streep son, probablemente, lo mejor de esta segunda temporada. La primera, por encarnar de forma muy vívida y creíble el espiral de autodestrucción y locura que lleva a Celeste a esa posición tan vulnerable que la deja a merced de una Mary Louise implacable, decidida a arrebatarle a sus hijos. La segunda, la enorme Meryl, logra traer a la vida a una villana formidable, una madre desesperada pero también oscura, que sirve para explicar la monstruosidad del mismísimo Perry Wright. Hasta ahora, en los seis capítulos que ya vimos de esta temporada, la vimos siempre a la ofensiva, atacando cada costado de la vida de Celeste, ¿será ahora cuando el personaje de Kidman tome el mando y ponga en su lugar a esta mujer que ha demostrado ser tan psicópata como su hijo?
Durante toda esta segunda temporada el pasado de Perry salió a la luz, por ejemplo el dato de que su hermano menor falleció cuando era niño. ¿Sabrá Celeste algún dato, aún no revelado, que demuestre que Mary Louise es responsable de la muerte de su propio hijo, inhabilitándola para ser una buena opción para criar a los mellizos?
Por otro lado, mientras se desarrolla esta batalla legal entre Celeste y Mary Louise, las otras amigas no están viviendo grandes momentos tampoco.
Madeline, por ejemplo, ha sido finalmente expuesta ante Ben, quien ahora sabe que le fue infiel y todavía no parece decidirse entre querer perdonarla o vengarse. El pesado secreto de la muerte de Perry se levanta como un muro en este matrimonio (pero también en todos), tornando aún más imposible la reconciliación. ¿Podrá Madeline recuperar a su marido y a su idílica vida familiar?
Por otro lado, Renata está sufriendo las consecuencias de un esposo irresponsable y abandonado, que la ha llevado a la quiebra. Por mucho que me guste Laura Dern, creo que se ha abusado del recurso de mostrarla fuera de sus cabales, gritando desaforada, pero finalmente sin tomar cartas en el asunto. Renata Klein, la enorme y poderosa, deberá decidir si echa a su marido (a quien, además, nunca ha demostrado demasiado afecto en la temporada anterior) o sigue padeciendo sus miserias. ¿Habrá sido la infidelidad con la niñera la gota que desborda su vaso?
Jane, por su parte, parece la más ajena al caos. Si bien el secreto de que Ziggy es producto de la violación que sufrió en manos de Perry salió a la luz, la convivencia entre ella y Celeste es buena, y la de los niños también. Su mayor problema sigue siendo superar el trauma de la experiencia violenta y, ahora develar el misterio alrededor de Corey, su nuevo interés romántico. Este joven que dice encontrarse dentro del espectro del autismo ha sido visto hablando con la policía. ¿Debemos creerle que fue llamado a interrogación o es, tal vez, un agente encubierto?
El eslabón más débil de las Monterey 5 parece ser, desde el primer episodio, Bonnie. El personaje de Zoë Kravitz es quien siente desde el comienzo el peso de la mentira acerca de la muerte de Perry y a quien le cuesta continuar con su vida como hasta entonces a partir de eso. Su matrimonio es el primero que sufre las consecuencias y Nathan, quien es otro de esos maridos que no parecen entender nada, llama a los padres de ella para que vengan a “ocuparse”. La aparición de su madre, con quien terminamos enterándonos que Bonnie también mantuvo una relación abusiva y violenta, termina de romper a este personaje, que parece listo para confesarse. ¿Será Bonnie quien, finalmente, rompa el pacto de silencio?
Esta segunda temporada de Big Little Lies se sintió un poco más lenta que la primera y casi que podemos afirmar que se mantuvo a flote gracias al enorme talento de su cast femenino, que se vio todavía más favorecido con la incorporación de la inigualable Meryl Streep. ¿Logrará en su season finale alzarse a la gloria de la primera temporada o demostrará que las segundas partes siguen sin ser buenas?