Director de 13 películas y 3 cortometrajes, Stanley Kubrick es, quizás, uno de los directores cinematográficos más influyentes de la historia del cine. De raíces en la fotografía, llevó su obsesión por la imagen perfecta a la pantalla grande, muchas veces empujando a la tecnología para conseguir el plano soñado.
Biografía no autorizada de Stanley Kubrick, el director más obsesivo de la historia del cine
¿Quién es Stanley Kubrick?
Stanley Kubrick nació el 26 de julio de 1928 en el seno de una familia judía en Manhattan, Nueva York. De pequeño, aunque brillante, no fue un alumno destacado, excepto para la literatura, obsesionándose con la mitología y las fábulas clásicas, con una visión más europea que norteamericana de la cultura. Su primer acercamiento a lo audiovisual se dio a través de la fotografía, cuando su padre, a sus 13 años, le obsequió una cámara Graflex, así como también a través de sus escapadas de la escuela, cuando huía para refugiarse en un cine de doble función. Ambas cosas rendirían frutos: ya graduado, Kubrick comenzaría a trabajar como fotógrafo para la revista Look y fue a través de los contactos tanto de su trabajo en Look como de sus amigos con hobbies similares de la infancia que el director llegó a realizar su primer cortometraje, titulado Day of the Fight, que seguía al boxeador Walter Cartier.
A pesar de haberse realizado de forma completamente independiente (Kubrick se ocupó él mismo de conseguir financiamiento y equipos para su cortometraje), Day of the Fight ya mostraba el talento que Stanley Kubrick tenía. El corto fue vendido a RKO-Pathé por 4000 dólares (Kubrick había gastado 3900 en su producción) e inspiró al director a dedicarse full time al cine. Luego de algunos cortometrajes más, en 1953 por fin llegaría su primer filme, Fear and Desire, basado en un guion de Howard Sackler, al que no le fue bien en taquilla pero sí en críticas. Eventualmente, Kubrick terminaría avergonzándose de Fear and Desire y, según los rumores, intentó eliminarla de circulación una vez que alcanzó la fama.
Su primer filme exitoso fue Paths of Glory, una película antibelicista basada en la novela de Humphrey Cobb y ambientada en la Primera Guerra Mundial estrenado en 1957 no sin controversias: su mirada sobre el cuerpo militar francés le valió la censura en ese país, al que no pudo llegar sino hasta 1975.
Luego de Paths of Glory vendría otro gran éxito, Spartacus, que le valió un Globo de Oro a Mejor Película y ya más adelante la adaptación de la novela de Vladimir Nabokov, Lolita, la sátira Dr. Strangelove, A Clockwork Orange y más.
¿Cuál es la película de Stanley Kubrick que marcó un antes y un después?
En 1968 Stanley Kubrick estrenaría un filme que revolucionaría la ciencia ficción: se trató de 2001: A Space Odyssey, una película que mezcla este género con la épica y que se inspiró en el cuento de Arthur C. Clarke titulado The Sentinel.
La película tiene los toques de Kubrick: poco diálogo, escenas completas acompañadas por música -generalmente, clásica- y unos efectos especiales nunca antes vistos que le valieron a Kubrick su primer premio de la Academia. Además, la película se destaca por su realismo científico, convirtiéndose en la inspiración de una generación entera para volcarse hacia la astronomía, la astronáutica y similares.
La historia de 2001: A Space Odyssey se centra en un grupo de astronautas que intenta seguir las señales acústicas que emite una suerte de monolito encontrado en la Luna, tocando temas como la evolución humana, la inteligencia artificial y más.
¿Qué sucedió entre Stanley Kubrick y Shelley Duvall?
Otro de los filmes que destacan dentro de la filmografía de Stanley Kubrick es The Shining, la adaptación de la novela homónima de Stephen King. Esta película, que estrenó en 1980, estuvo protagonizada por Jack Nicholson y Shelley Duvall y, a pesar de que hoy en día es considerada como uno de los mejores filmes de terror que existen, a su autor, Stephen King, la adaptación no le gusto nada. A los críticos tampoco: tanto su director como Duvall fueron nominados a los premios Razzies o anti-Oscars, es decir, los premios que recuerdan a lo peor del cine.
Sin embargo, este no es el único problema de The Shining. Desde que la película se estrenó se habló del duro trabajo al que Stanley Kubrick sometió a Shelley Duvall. La actriz, que venía con una carrera en alza, fue elegida por el mismo director, incluso en contraposición a los deseos de Stephen King, quien quería que fuera Jessica Lange quien interpretara a la esposa de Jack Torrance, Wendy. Pero esto no le dio ninguna ventaja, al contrario. Kubrick la sometió a eternas y arduas jornadas de trabajo, la criticó salvajemente en el set y hasta pidió a sus otros colaboradores que la marginaran, ¿Por qué? El director quería sumir a la actriz en una angustia y estrés reales para que eso se viera reflejado en la pantalla.
Hoy en día, este tipo de actitudes, son vistas como abusivas, pero en aquella época, años 80, no era así. Luego del estreno del filme, la hija de Stanley Kubrick, Vivian, lanzó un documental sobre el detrás de escena de la película llamado Making The Shining. A pesar del estrés al que se veía sometida a diario, Shelley Duvall sale conversando en cámara, contando despreocupadamente cómo su cabello ha empezado a caerse por los nervios o el centenar de veces que el director le hacía repetir una escena.
La experiencia, que además no rindió frutos inmediatamente, ya que la película no fue el éxito que todos esperaban sino hasta mucho tiempo después, marcó a fuego a Shelley Duvall. La que una vez había sido una actriz prometedora solo tuvo un par de apariciones más en la pantalla grande (tampoco con mucho éxito) y luego desapareció de la escena audiovisual. En el 2016, cuando volvió a aparecer para una entrevista con Phil McGraw, ya se la vio completamente demacrada y delirante. Eventualmente, y con la ayuda de un artista texano llamado Ryan Obermeyer, pudo financiar un tratamiento que la hizo mejorar y cuando volvió a aparecer en público en el 2018 se la vio mucho más lúcida y llamando a lo que le sucedió con Stanley Kubrick por su nombre: un abuso de poder.
¿Qué significa “la mirada Kubrick"?
Una de las marcas que el cine de Stanley Kubrick ha dejado en la historia de la pantalla grande es la llamada “mirada Kubrick”. Esta mirada, que realizan los protagonistas de sus filmes, aparece en momentos de extrema intensidad emocional y crea un gran impacto dramático. En cuanto a técnica, se caracteriza porque el personaje baje la cabeza pero mantenga la mirada fija hacia arriba, dándole a su rostro una apariencia amenazante y algo demencial. La mirada en sí debe ser intensa, porque denota la locura o la furia que atraviesa y domina al personaje en ese momento.
Dos de los ejemplos más claros dentro de la filmografía de Kubrick se encuentran en A Clockwork Orange, donde la vemos en el rostro de Alex desde el comienzo, y en The Shining, donde nos anuncia la caída hacia la locura total de Jack Torrance.
Esta mirada ha sido recreada por otros directores, como Quentin Tarantino (en Kill Bill) o Christopher Nolan en The Dark Knight Rises.
¿Qué directores han sido influenciados por Stanley Kubrick?
La obra de Kubrick, su capacidad para innovar técnicamente, su trabajo obsesivo sobre la fotografía y la luz de sus películas, su tendencia a repetir hasta el hartazgo sus escenas hasta lograr exactamente lo que quería y, en definitiva, su talento, han influenciado a muchos directores más actuales. Algunos, incluso, lo han confesado. Paul Thomas Anderson, por ejemplo, es un fan declarado de la obra de Kubrick y ha expresado su “frustración” por no poder innovar, por ejemplo, en términos de cómo musicalizar un filme ya que probablemente, Kubrick ya lo haya hecho antes.
Siguiendo el estilo perfeccionista de Stanley Kubrick podemos encontrar, por ejemplo, a David Fincher, quien suele realizar filmes con mucha tensión y con una visión algo negativa de la humanidad. Por otro lado, en cambio, tenemos a Wes Anderson, con su estilo más azucarado pero que también le debe a Kubrick su obsesión con la simetría y los encuadres, una visión mucho más fotográfica del cine.
Muchos más han seguido los pasos de Kubrick y lo han admirado, desde Steven Spielberg, pasando por Lars von Trier, Bryan Singer y hasta Guillermo del Toro, solo basta afinar el ojo para encontrar las marcas del cine de este director tan exquisito.