Estamos a muy pocos días del estreno de la tan esperada octava temporada de Game Of Thrones, y HBO tendrá un duro trabajo superando su momento más impactante: la Boda Roja. 5 temporadas y 6 años más tarde, sigue siendo la cima de la crudeza y el shock.
¿Por qué la Boda Roja sigue siendo el momento clave de la serie?
En la temporada 3, Robb Stark comete numerosos errores estratégicos al intentar derrotar a Tywin Lannister: traiciona un pacto matrimonial con la Casa Frey, daña la confianza de su madre Catelyn Stark y pierde la mitad de su ejército al decapitar a Rickard Karstark. Como resultado, Robb forma una nueva alianza con la Casa Frey y llega a The Twins para celebrar un matrimonio, el de su tío con una de las hijas de Frey. Lo que sucedió después en The Rains of Castamere ya es una leyenda para la cultura pop toda: Robb Stark, Catelyn Stark y Talisa, junto con la mayoría del ejército de Stark, son brutalmente asesinados por las fuerzas de Frey y Bolton.
La Boda Roja de Game of Thrones sigue siendo el momento más impactante de la serie por lo descarado que es: un giro perturbador en la trama, una vuelta de tuerca más que es tan violenta que dificulta mirarla. Pero en un nivel más emotivo, es una acumulación lenta de errores y aciertos y la ejecución visceral de ellos que deja una marca, LA marca.
Fundamentalmente, la Boda Roja traiciona, digamos, técnicas básicas de narración. Su recorrido es el contrario al de la construcción de un héroe, su final cierra de manera totalmente diferente al de una caída gloriosa. Desde el principio, Robb Stark se posiciona como un protagonista principal: la temporada 1 de Game of Thrones enfatiza el honor del personaje, la temporada 2 muestra su valentía y la temporada 3 subraya los defectos perdonables de él como hombre. Mientras que el Rey Joffrey es despreciable, Robb Stark representa a un verdadero héroe. Los espectadores pueden anticipar su posible muerte, pero seguramente será una muerte honorable, pero no: la Casa Frey y sus aliados traicionan la tradición, matan sin ton ni son, sin aviso ni respeto, sin ningún tipo de honor.
En la temporada 1 de Game Of Thrones la decapitación de Ned Stark establece una premisa ineludible: nadie está a salvo. Pero la muerte de Robb Stark en la Boda Roja es más impactante y emocionalmente más destructiva. Ned Stark pasa la mayor parte de la temporada 1 tomando malas decisiones, siendo terco y poco político; Robb Stark se prepara para que la audiencia sienta el ascenso al poder y posteriormente presenciar un heroico viaje. Pero Robb Stark sufre el mismo destino que su padre antes de completar un arco de carácter lógico: es traicionado, apuñalado y decapitado de manera humillante.
Hasta aquí, todo de acuerdo, pero la piedra que genera la discordia, lo que se tomó muy en serio HBO y la producción de la serie fue, antes de la Boda Roja, humanizar completamente a Robb, presentándolo como una figura romántica a través de su relación con Talisa. Las probabilidades están en contra de la pareja, pero encuentran fuerza entre sí. Querían hacer doler muy profundamente al público, y lo lograron: Talisa se queda embarazada y quiere nombrar al bebé Eddard (en honor de Ned) si es un niño. Entonces, por supuesto, la Boda Roja comienza con el apuñalamiento y la muerte eventual de Talisa, un ataque directo a la historia familiar y el legado de Robb Stark. Robb y Talisa están tan cerca de la verdadera felicidad, tan cerca de tenerlo todo… Mientras tanto, Catelyn se ve obligada a observar sus muertes, creyendo que Robb es su último hijo vivo. Game of Thrones aplasta sistemáticamente a la audiencia con devastación emocional.
Ojo, hay justicia para Robb, Catelyn y Talisa ya que los diversos orquestadores, a saber Joffrey Baratheon, Tywin Lannister, Roose Bolton, fueron TODOS brutalmente asesinados, y Arya Stark, que estaba a las afueras de The Twins esperando su propia reunión familiar antes de que comenzara la carnicería, cortó la garganta de Walder Frey en el final de la temporada 6: el viaje de la serie podría decirse que tiene a la Boda Roja como eje principal durante las 6 primeras temporadas y por eso el arco argumentativo hasta que Arya se venga es una historia y la séptima, junto a la próxima octava temporada, es otra cosa, hasta podríamos decir de menor calidad argumentativa o de guión.
En ese momento, sin embargo, el momento parecía ilógico y horroroso, pero la Boda Roja esencialmente redefinió qué era y qué sería Game Of Thrones.
