¿Cómo que aún no viste este nuevo thriller británico?

¿Alguna vez les ha pasado que una serie los atrapa desde el primer instante y no los deja hasta el último segundo? Pues les anticipo que Bodyguard hará eso con ustedes.

Empecemos diciendo que esta serie fue escrita y producida por Jed Mercurio (Line of Duty) para la BBC ONE y que en dicha cadena tuvo la segunda audiencia más alta este año siendo rebasada solamente por el Mundial de Fútbol. Con tal dato podemos imaginar que es una muy buena serie; pero si todavía no están convencidos basta con decirles que debido a su éxito en el Reino Unido Netflix compró los derechos para su distribución y hace ya un tiempito que podemos verla de principio a fin.

Protagonizada por Richard Madden (el mismísimo y queridísimo Robb Stark), Bodyguard gira alrededor de la vida de David Budd, un veterano de guerra con dos hijos que sufre de un trastorno por estrés postraumático. Especializado en temas de seguridad y formando parte de la Policía de Londres, Budd es asignado para cuidar a la Secretaria del Interior Julia Montague (Keeley Hawes), esto debido a una serie de atentados en el Reino Unido los cuales han creado una tensión política importante.

Montague una mujer con hambre de poder, que no teme a las amenazas, cuyas políticas y formas de actuar son desconcertantes en materia de seguridad, pondrá en una encrucijada a Budd ya que debido a que no comparten las mismas ideas él se verá en la necesidad de elegir seguir sus principios y lo que cree que es correcto o servir a la Secretaria de Interior y protegerla a pesar de todo.

Con unos primeros 20 minutos de tensión extrema, Bodyguard nos presenta muy buenas actuaciones, destacando de manera increíble las de sus protagonistas, envolviéndonos así en todo este ambiente político y dejándonos claro que no hay lugar para los escrúpulos.

Otro punto que hay que destacar en esta serie es la incuestionable química entre Madden y Hawes, creando escenas en las que vemos dinámicas de poder entre ambos y una tensión sexual que nos mantiene enganchados durante los 6 episodios que nos presenta esta temporada.

Thomas Vincent y John Strickland fueron los encargados de la dirección de esta serie, logrando presentarnos desde la mirada del personaje de Richard Madden un Londres político y ambicioso que olvida por lo que pasan sus veteranos de guerra y que en otras series no habíamos alcanzado a ver del todo.

Con escenas de explosiones y actos terroristas, Bodyguard logra hacer que 60 minutos parezcan 15 y nos deja con las ganas de por lo menos un par de capítulos más.

Si son amantes de la tensión y los mini ataques al corazón, definitivamente Bodyguard es para ustedes ya que tendrán en altas dosis ambos y les presentará uno de los mejores finales de temporada que hemos visto en este año.