Ahora que están de moda los asquerosos vampiros de la más baja calidad y mediocre mitología, consideramos conveniente hablarles de la mítica serie de a Buffy The Vampire Slayer.
Seguramente algunos estarán con las cejas levantadas y expresión totalmente desencajada, pero de verdad pocas veces hay series tan bien escritas, con una mitología tan deliciosamente profunda, personajes en extremo memorables y batallas épicas, además de muchísimas referencias divertidas e inteligentes.
La historia comienza de una película bastante mala que hicieron en 1992 con el mismo nombre:
El Director fue Fran Rubel Kuzui y no hace falta decir que es hasta la fecha la única película que ha dirigido y se nota, porque fue bastante deficiente, un total perdedor olvidado en el tiempo.
En ella salían Kristy Swanson como Buffy, Luke Perry como Pike y Donald Sutherland como Merrick.
La película trataba de una cheerleader cualquiera que descubre que es la “elegida” para convertirse en “Slayer” osease una caza vampiros.
La trama era simple y totalmente genérica y la película tuvo resultados muy mediocres en taquilla pero mejor de lo que se esperaba, cosa rara porque todos pensaban que no iba recuperar la inversión.
Sin embargo el escritor de la película Joss Whedon estaba interesado en comenzar una serie de televisión basada en la película, con un tono mucho más obscuro y con un sentido del humor mucho más desarrollado, la idea la trato de vender en repetidas ocasiones sin embargo parecía no tener suerte, nadie quería apostar en eso de los vampiros y fantochadas similares.
En la antigüedad milenaria de 1997 pocas series contaban con temporadas seriadas
Fue hasta 1997 cuando logro vender su idea a los ejecutivos de UIP los cuales dieron luz verde a la serie y le otorgaron completa libertad creativa, el desde el principio propuso una serie que fuera vinculada en varias temporadas y que escribiría siempre por lo menos dos temporadas adelantadas.
El resultado fue de verdad sobresaliente, Buffy estuvo al aire desde 1997 hasta el 2003 divida en 7 temporadas seriadas y con muchísimos detalles sobresalientes, algunos guiños de ojo para la gran cantidad de fans que la convirtieron en una serie de culto.
Sarah Michelle Gellar fue la protagonista de la serie y Whedon continuo la historia directamente de la película, Después de los eventos de la película Buffy y su mamá se mudan a SunnyDale un pueblo aparentemente tranquilo…. Solo que tiene una de las “Bocas del Infierno” en su interior, por ende el pueblo esta rebosante de vampiros, demonios y muchas alimañas más.
Buffy se hacía acompañar del “Scooby Gang” los cuales eran sus fieles amigos, la dinámica entre los personajes es espectacular y es el primer punto fuerte de la serie, te preocupa profundamente todo lo que le ocurría a los personajes principales y sus vidas.
Cada temporada teníamos un “Big Bad” o un malo principal, que van desde vampiros al estilo “Nosferatu”, Diosas Milenarias o simplemente Nerds con mucho odio.
Sin embargo creo que la principal fortaleza del show es su guion impecable, una chingadadelicia perfectamente escrita, muchos personajes secundarios se volvieron primarios por sugerencias de los fans, ya que Whedon es muy fiel a los sitios de Internet y los Forums, donde continuamente media la popularidad de los personajes, actividad que después serían tomadas por series más contemporáneas como “Lost” o “Smallville”
Ganadora de muchos premios (Entre ellos muchos Emmy´s , Saturn´s ) y muchos otros que realmente demostraban la calidad artesanal d la serie, dando especial atención a evitar contradicciones y no teniendo miedo en tocar temas intensos.
Pero si pudiera decirles que fue lo que más me llamo la atención, fue la seriedad con la que tomaron temas que nadie se había atrevido hacer al momento, por ejemplo la muerte de la mamá de Buffy es impactante.
Es obligación que se den el permiso de ver una de las mejore series de todos los tiempos, conforme vayan avanzando los capítulos veras como te vas enganchando irremediablemente.
Aquí nos tomamos muy en serio las series que recomendamos, háganse el tiempo para realizar este viaje de pura antólogia.