Historia completa de Los Cazafantasmas, un verdadero y curioso fenómeno cultural

Esta semana llegó a las pantallas de todos los cines Ghostbusters: Frozen Empire, una nueva secuela dentro de la franquicia originada en los años 80 que se ha convertido en un verdadero suceso cultural que marcó generaciones.

¿De dónde vienen Los Cazafantasmas? ¿Cómo fue su historia en la pantalla chica y la pantalla grande? Eso y más, encontrarás en este artículo.

Para rastrear los orígenes de Ghostbusters tenemos que repasar la historia de su creador, Daniel Edward Aykroyd, más conocido simplemente como Dan Aykroyd. La idea original proviene de su inventiva, profundamente estimulada por su propia historia familiar. Aykroyd no solo era un fanático de lo paranormal, sino que ese gusto venía heredado de su padre, de su madre (quien sostenía que había visto fantasmas), su abuelo (que intentaba comunicarse con los muertos a través de la radio) y de su bisabuelo, que era un reconocido espiritualista. La chispa final le vino a Dan Aykroyd luego de leer un artículo científico que mezclaba la física cuántica y la parapsicología y le dio la idea de “atrapar fantasmas”.

Sin embargo, esa primera idea, al ser concebida, era muy diferente de lo que finalmente vimos. Para empezar, Aykroyd quería protagonizar ese filme -que mezclaría fantasmas y comedia de una forma totalmente novedosa- con Eddie Murphy y, además, con su compañero y amigo John Belushi, con quien trabajaba en Saturday Night Live.

La muerte de Belushi en 1982 lo llevó a Aykroyd a buscar un reemplazante, que encontró también en SNL: Bill Murray. Con Murray a bordo, buscó un director, Ivan Reitman, que venía de realizar filmes como Animal House y Stripes. Aunque a Reitman le gustó la idea de Aykroyd, fue quien lo hizo poner los pies en la tierra y bajar su guion original (de tintes futuristas e intergalácticos) a algo más realista, centrado solo en la Tierra y, especialmente, en Nueva York. También fue Reitman quien trajo a la última columna sobre la que se sostendría Ghostbusters: Harold Ramis. Ramis realizó una reescritura del guion de Aykroyd, con las nuevas directivas de Reitman y, además, pasó a formar parte de los protagonistas del filme.

Como dije anteriormente, los protagonistas de Ghostbusters, el filme original que se estrenó en 1984 y se convirtió en un fenómeno cultural que llega hasta nuestros días, fueron encarnados por el mismo Dan Aykroyd, Bill Murray y Harold Ramis. Ahora, ¿quién era cada uno? Según el mismo Aykroyd, los tres personajes que encarnaron eran estructuras básicas que ya se habían visto antes, interpretando uno el cerebro de la organización, otro el alma y otro el coraje.

Murray, que era la estrella más reconocida para la época, fue quien le dio vida a Peter Venkman, el líder de algún modo dentro de los Ghostbusters. Parapsicólogo, cínico y sarcástico, tiene el fondo de su corazón neoyorquino muchas cosas buenas para dar.

Aykroyd, por su parte, interpretó a Raymond Stantz, otro parapsicólogo pero que además se especializa en la historia de lo paranormal y en sus creaciones metalúrgicas. Se podría decir que Stantz es el corazón de los Ghosbusters y el responsable de toda la maquinaria que el equipo usa para atrapar a los fantasmas.

Por último, Harold Ramis interpretó a Egon Spengler, el cerebro de los Ghostbusters y también el miembro más serio y rígido del grupo. Tanto así que, según dice él mismo en la película, de pequeño nunca tuvo un juguete, excepto un fragmento de un slinky que decidió alisar.

Existe un cuarto miembro de los Cazafantasmas, claro, interpretado por Ernie Hudson: Winston Zeddemore. Zeddemore se suma más tarde al equipo y aunque no tiene la misma preparación profesional que el resto (es decir, no es parapsicólogo ni mucho menos), sí tiene un background militar y es habilidoso al punto que rápidamente se pone a la par de sus compañeros para atrapar las amenazas sobrenaturales que acechan la ciudad.

Luego del primer filme de 1984 y su secuela, Ghostbusters II de 1989, tuvieron que pasar largos años para que los Cazafantasmas volvieran a la pantalla grande. En el 2021 se estrenó Ghostbusters: Afterlife (también llamada Ghostbusters III), protagonizada por Carrie Coon, Finn Wolfhard, McKenna Grace y Paul Rudd. Tanto ese filme como el que le sigue, Ghostbusters: Frozen Empire, que se ha estrenado esta semana, se consideran parte del canon de la franquicia de Ghostbusters. Esto se debe a que los nuevos protagonistas (Coon, Wolfhard y Grace) interpretan a los descendientes del mismísimo Egon Spengler, su hija y nietos respectivamente, siendo su nieta, Phoebe Spengler, de actitud sumamente similar a la de su abuelo, quien se reencuentra con él (ya en el plano fantasmal) para que la guíe hasta convertirse en una verdadera cazafantasmas.

Esta conexión entre las nuevas películas y las anteriores es particularmente emotiva porque, así como el personaje de Egon ha fallecido dentro del universo de Ghostbusters, el actor que lo interpretaba, Harold Ramis, también ha fallecido en la vida real en el año 2014. Estos nuevos filmes, que lo traen de vuelta a través de distintos efectos digitales, han sido dedicados a su memoria.

Antes de la película del 2021, Ghostbusters: Afterlife, en el 2016 se estrenó Ghostbusters: Answer the Call, un reboot femenino de la historia de Los Cazafantasmas. Protagonizado por Melissa McCarthy, Kristen Wiig, Kate McKinnon y Leslie Jones, este filme fue problemático desde los comienzos.

Como siempre, el mundillo de Internet y los fans un poco rancios, comenzaron con las quejas acerca de por qué era necesario un reboot femenino de Ghostbusters, calificando negativamente a la película incluso antes de que estrenara.

Sin embargo, más allá del bombardeo misógino de siempre y la necesidad de preservar impolutas sus obsesiones de los fanáticos, cuando el filme se estrenó tampoco demostró valerse por sí solo. No solo representó pérdidas para el estudio de acuerdo al presupuesto utilizado en producción y marketing, sino que la crítica, si bien destacó que la película era entretenida, también la tildó de olvidable e incapaz de sostenerse frente al material original.

Por todo esto, y a pesar de que algunos miembros del cast original aparecen en el filme (aunque en nuevos roles, claro), Ghostbusters: Answer the Call no es considerada canon dentro del universo de los Cazafantasmas.

Luego del éxito del primer filme, por supuesto que los Ghostbusters tuvieron su paso por la televisión, pero en formato animado. Entre los años 1986 y 1991 se emitió en ABC la serie The Real Ghostbusters, que también fue creada por Dan Aykroyd y Harold Ramis. La serie seguía las aventuras de Los Cazafantasmas y de su fantasma / mascota, Slimer, que, con el tiempo, se fue volviendo la verdadera estrella del show. El estilo animado atrajo a una audiencia mucho más infantil de lo que se esperaba, por lo que la serie tuvo que adaptarse y darle no solo más espacio a Slimer, sino también bajar el tono de lo terrorífico y convertir a los personajes en algo más sencillo de comprender.

Luego de su cancelación en 1991, en 1997 llegó el spin off: Extreme Ghostbusters, que mostraba a una nueva camada más juvenil de Cazafantasmas, aunque todavía liderados por Egon Spengler. Aunque las críticas la acompañaron y apuntaba a un público más adolescente que su predecesora, Extreme Ghostbusters fue cancelada tras solo 40 episodios.

La respuesta es sí, aunque no hay fechas claras. Desde el 2016 que se viene conversando acerca de las posibilidades de expandir el universo de Ghostbusters en la pantalla chica, ya sea con una serie animada Ghostbusters: Echto Force, de tintes futuristas que mostraría un equipo de Cazafantasmas que hace su trabajo por todo el mundo (un poco como la idea original de Aykroyd), una serie animada para Netflix producida por Jason Reitman o una película -que, ojo, también podría terminar convirtiéndose en una serie- precuela que muestre los años adolescentes de nuestros Cazafantasmas originales. Seguramente, el futuro de todos estos proyectos dependa del éxito que siga teniendo la franquicia, principalmente con su más reciente estreno, Ghostbusters: Frozen Empire.