Los zombis son una de las criaturas que más películas y series de terror han protagonizado, tal vez debido a su simplicidad, y aquí nos sumergiremos en sus orígenes para saber cómo surgieron, cuándo y cómo fueron evolucionando.
En primer lugar, debemos destacar que la palabra “zombie” proviene de “nzambi”, que en África Occidental se traduce como “espíritu de una persona muerta” o “zonbi”, una palabra criolla haitiana que se refiere a una persona muerta que ha sido reanimada por medios mágicos. El folclore haitiano generalmente presentaba a los “bokors”, practicantes de las artes oscuras, como maestros que resucitarían a los difuntos, aunque no tendrían libre albedrío ni expresión.
Las raíces de los zombis pueden ser encontradas en la película Voodoo, de Henry Francis Downing, de 1914. Aunque no presentaba directamente a los muertos vivientes como “zombis”, presentaba la magia vudú como parte de la trama, un elemento esencial en la tradición zombi.
Un número pequeño de películas de los años veinte utilizaron tramas que incluían temas vudú, pero la distinción de ser la primera película de zombies generalmente se otorga a la obra de Victor Halperin de 1932, White Zombie. La cinta definió los parámetros básicos de las historias protagonizadas por estas criaturas: ambientada en un clima tropical exótico, población consciente del vudú, un malvado hechicero, el villano mata a personas para esclavizar sus cuerpos no-muertos.
Los zombis y el vudú hicieron apariciones ocasionales en largometrajes durante los siguientes diez años (Revolt of the Zombies, Chloe, The Devil’s Daughter), pero fue recién durante la Segunda Guerra Mundial que tres películas llevaron a los zombis a otro nivel: Ghost Breakers, Zombies on Broadway y I Walked with a Zombie. Estas cintas incluyeron personajes zombificados, pero prescindieron de algunos de los elementos vudú que habían definido al género, en cambio, ellos estaban relacionados a experimentos científicos, vinculados a la amenaza de la bomba atómica y la guerra nuclear, que jugaron un papel en los 50.
En 1964, en Twilight Zone, podemos encontrar el primer antecedente de zombis en un episodio de TV, pero en 1968, George Romero revolucionó el género para siempre. En un principio, el director se refirió a sus personajes no muertos reanimados como “ghouls” y evitó cualquier referencia a los zombis, citando la novela de Richard Matheson, I Am Legend, como la principal inspiración para su obra de terror. Y tenía buenas razones para hacerlo, después de todo, el concepto detrás de estas criaturas era completamente diferente, eran cadáveres completamente reanimados, su objetivo era darse un festín con la carne de los vivos, solo podían ser destruidos por daño en sus cerebros y eran capaces propagar su condición con un mordisco.
Sin embargo, al finalmente adoptar el término “zombi” en Dawn of the Dead, Romero redefinió por completo el género. El contexto cultural caribeño, las conexiones con la magia y la noción de zombis como esclavos de un maestro fue barrido por el estreno de Night of the Living Dead. El zombi pasó a estar desprovisto de cualquier especificidad cultural, no se requería de conocimiento vudú y se utilizaban para criticar el consumismo, la angustia de la clase media y la modernidad (entre otras cosas). El logro del cineasta no es simplemente popularizar a los zombis, sino darles un propósito cultural completamente nuevo.
Al pasar los años, y más específicamente a partir de los 80, el gore se hizo mucho más presente en las películas de zombis como The Return of the Living Dead, Dead and Buried, Dead Alive y Re-Animator, entre otras. Mientras que en los 90 y 00, comenzamos a ver más series jugar con los zombis, con episodios especiales de The X-Files, Supernatural, Buffy the Vampire Slayer, Los Simpson y South Park, entre otras.
Cuando llegamos al siglo XXI, hubo otro abrupto cambio en el género. Los zombis de esta década estarían más influenciados por películas como 28 Days Later, Train to Busan y la remake de Dawn of the Dead, que reproducen los aspectos de contagio y terror corporal de la amenaza de los muertos vivientes, y también los hicieron más rápidos y fuertes que nunca.
Fue así que en 2010, el renacimiento zombie llegó de la mano de The Walking Dead, el primer programa dedicado exclusivamente a una historia de zombie. Incluso si no eres fanático de las últimas temporadas del programa, no se puede negar su influencia duradera en el género de terror.
El éxito de TWD ha dado lugar a una gran cantidad de proyectos protagonizados por zombis como Death Valley, iZombie, Ash vs. Evil Dead y Z-Nation. El género se ha vuelto tan popular que ahora es común ver versiones subversivas e incluso satíricas de sus tropos, reinventando el zombi clásico para nuevas audiencias.
Las películas de zombis nunca son realmente sobre zombis. Desde el vudú hasta los brotes virales, la enfermedad inducida por la ira y los experimentos científicos, el zombi se ha convertido en un fenómeno de la cultura pop dominante durante décadas y, cada vez que el género cae en un patrón demasiado repetitivo y parece perder popularidad, una nueva versión provoca un resurgimiento. Más que cualquier otro monstruo de película, el zombi ha demostrado ser experto en evolucionar.