En menos de una semana, la nueva serie de YouTube Red se ha convertido en todo un fenómeno de las redes sociales. A través de 10 capítulos de media hora, la emocionante secuela de la película de culto Karate Kid (1984) sigue la vida adulta de los personajes de Daniel LaRusso y Johnny Lawrence, encarnados por los actores originales. Por supuesto que entre tantos guiños y flashbacks, la comedia no podía dejar de rendirle un sentido homenaje a aquel entrañable maestro que se transformó en todo un icono para los adolescentes de la época. Hablamos del señor Miyagi, el maestro de Daniel, interpretado por el fallecido actor Pat Morita (1932–2005).
Miyagi era un conserje originario de Okinawa que había aprendido las técnicas milenarias del karate a través de su padre. De muy joven emigró a los Estados Unidos y formó parte del ejército norteamericano durante la Segunda Guerra Mundial. Ante los recurrentes ataques de los despiadados Cobra Kai, el señor Miyagi decide incursionar al joven Daniel San en las artes marciales como método de autodefensa. Durante dos meses, Daniel deberá seguir las insólitas reglas del maestro para poder competir en el campeonato anual de All Valley y así poder ganarse el respeto de sus oponentes.
En esta nota, recordamos algunas de las valiosas enseñanzas del karateka más famoso de la pantalla grande.
Compromiso en el aprendizaje
Una de las escenas más recordadas de Karate Kid, se produce en el momento en que el señor Miyagi le ordena a Daniel limpiar todos los autos de su casa, puliendo y encerando de una forma particular. Lo mismo sucede más tarde, cuando Miyagi lo envía a pintar la cerca y limpiar los pisos. Incrédulo, Daniel piensa que su maestro le está haciendo perder el tiempo, cuando en realidad se trata de ejercicios para aprender a defenderse.
La autodisciplina es el primer paso.
Todo a su debido tiempo
“Quieres aprender a volar cuando todavía no sabes caminar”, le dice a Daniel su maestro. El adolescente se muestra impaciente por ejercitar las técnicas de lucha, pero Miyagi necesita que Daniel mantenga la cabeza despejada y se tome las cosas con calma.
La perseverancia siempre es uno de los aspectos fundamentales en el largo camino del héroe.
La búsqueda del equilibrio
Miyagi explica a Daniel que todo lo aprendido acerca de la armonía no es solo para el karate, sino más bien una lección de vida. Las aptitudes físicas deben ir de la mano de un equilibrio espiritual.
Ganar no es la meta
Al señor Miyagi no lo motiva el deseo de triunfar sobre los demás competidores, sino el hecho de mejorar día a día. El maestro intenta transmitir este mensaje a Daniel, quien se siente preocupado por su rendimiento en el torneo.
“Ganar, perder, no importa. Tú pelear bien, ganar respeto. Entonces, nadie lastimarte”, sostiene Miyagi.
