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Comedia, gore y un oso drogadicto: con ustedes, Cocaine Bear (Oso Intoxicado)

Hace 2 semanas
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Después de su mal paso por el cine acción con el remake de Ángeles de Charlie, Elizabeth Banks se tomó un tiempo para recapacitar acerca de su carrera como directora y decidió comenzar de nuevo, despojándose de todo gramo de presunción para traernos una de las mejores películas de terror de los últimos meses, Cocaine Bear (Oso Intoxicado), comedia de horror que ya se puede ver en cines.

La trama de Cocaine Bear (Oso Intoxicado) está basada en una historia de la vida real, lo que la hace aún más loca. El guionista Jimmy Warden toma los detalles de la noticia de los periódicos para crear la historia ubicada en 1985, en la que un grupo de mafiosos, en un intento por salvar el valioso polvo blanco, dejan caer kilos de cocaína en un parque nacional, donde un oso los encontrará y se los embutirá como si fuera la miel de un panal.

Bajo este argumento, el guion nos presenta a un ecléctico grupo de montañistas, guardabosques, criminales, policías, un par de niños y su madre que tendrán la desdicha de encontrarse con la enorme bestia alterada.

El gran acierto de una cinta como esta es que sabe exactamente a donde quiere llegar y lo que se necesita para hacerlo. El título original en inglés es tan brillantemente simple y escandaloso que en México no se atrevieron a traducirlo literalmente, pero representa todo el espíritu de la película. En ese sentido, recuerda al clásico del cine de bajo presupuesto Snakes on a Plane (Serpientes a bordo) que también fue lo suficientemente simple y salvaje que despertó un gran hype antes de su estreno.

Desde los primeros segundos de la cinta, Banks nos avisa que lo que estamos a punto de ver es una mezcla de humor negro, risas, gore y mucho polvo blanco. Todos los elementos de la película giran en torno a cumplir con el título, desde el aspecto del oso en sí, que pasa de ser un personaje a primera vista tierno, como salido de un documental de NatGeo y que gracias a la tecnología de Weta Fx y la captura de movimiento de Allan Henry hacen que el animal se exprese de manera antropomorfa, cosa que ayuda mucho a la comedia.

Por el lado del gore, la película no tiene reparo en mostrar escenas muy gráficas y sangrientas, incluyendo los arañazos y mordidas mortales del oso combinados con la propia autodestrucción de varios personajes. Una odisea de desmembramientos, balazos y decapitaciones.

Las actuaciones de los involucrados transmiten muy bien lo necesario para una comedia de este tipo, en ocasiones a pura farsa y en otras haciendo homenaje a sus anteriores papeles. Ray Liotta es estupendo como el villano/capo que va en busca de su preciada carga, vale por sí misma la pena; Keri Russell, Alden Ehrenreich y Brooklyn Prince también entregan papeles magníficos que agregan a la comedia e incluso al mensaje final de la obra. Que todos estos elementos funcionen se debe en gran parte al homenaje que hace la directora a los grandes directores de antaño, desde guiños obvios a Tiburón, la comedia gore de Evil Dead, los enredos de los personajes a lo Fargo, los diálogos tarantinescos e incluso homenajes al The Revenant de Iñarritú, todos están colocados de manera artesanal y en un timing perfecto por la directora Elizabeth Banks.

Sin embargo, no termina ahí. Por debajo de toda esta comedia hay un homenaje al glorioso cine de serie b, aquel que nos dio clásicos como el Ataque de las Sanguijuelas gigantes en la década de 1980, el Cerdo asesino de Russell Mulcahy en la de 1980 y Las ovejas Zombies de Jonathan King en los dosmiles. Todas esas películas encuentran ecos en esta genial comedia de explotación y venganza de un oso que se vuelve adicto por culpa de la intervención humana.

El genial score de Mark Mothersbaugh con pequeñas notas que emulan, más no copian, el trabajo de Williams en Tiburón, pero con un toque de sintetizador ochentero, completan la  propuesta sonora de Cocaine Bear (Oso Intoxicado) que se suma a los clásicos de la década de 1980 como I Just Can’t get enough de Depeche Mode y White Lines de Grandmaster Flash & Melle Mel. ¿Resultado? Hacerla aún más campy.

¡Genial!

En conclusión, Elizabeth Banks nos trae una de las mejores películas de lo que va del año. Una mezcla entre diversión, acción, gore y un humor tan negro como la piel del animal en cuestión. Para los espectadores ocasionales será una divertida y asquerosa comedia para pasar el rato; para los fans más clavados del cine de horror es un gran homenaje al cine de serie b, a los monstruos de goma que aterrorizaban los suburbios en la década de 1950.

Cocaine Bear (Oso Intoxicado) es una mezcla de terror y comedia completamente salvaje y exagerada, justo lo que necesitamos para salir satisfechos del cine.

🙂

https://www.youtube.com/watch?v=CmLCGbp_h2U

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