Corina es una joya cinematográfica moderna del cine mexicano

Las narrativas actuales dentro del cine mexicano ya no se encuentran tan polarizadas. Actualmente el cine mexicano está pasando por una temporada en la que el cine de autor se encuentra en un punto de equilibrio en la comercialidad de sus realizadores y un retorno de inversión mucho más funcional. Los criterios del espectador mexicano en cuanto a calidad cinematográfica se están expandiendo, y como puede ir a ver una película tipo comedia romántica, también puede apreciar la nueva propuesta de un director menos popular. No obstante, hay películas que tienen esa gracia visual, narrativa y actoral para poder cautivar a ambos espectadores. Por eso, Corina de Urzula Barba.

Corina es una joven que sufre de agorafobia. Esta condición la ha mantenido resguardada dentro de un margen seguro de salir de su casa, a la editorial en la que trabaja, el café que visita y su regreso en solo dos calles a la redonda. Corina es una aspirante a escritora que en este momento se dedica a corregir estilo en nuevos textos y es hasta cierto punto determinante de su ascenso en el que se da cuenta debe superarse a ella misma y sus miedos para lograr sus sueños.

No ves venir una película como Corina. Su estructura narrativa y estética dentro del cine mexicano es muy innovadora y, aunque este tipo de formas ya se habían ocupado en otros países y con otros directores cinematográficos, el cine azteca, con mucha pena lo digo, suele repetirse de muchas maneras. Corina es innovadora desde donde coloca su cámara para resaltar un pensamiento e intención de su protagonista; es lenguaje cinematográfico puro y visceral.

Urzula Barba se nutre mucho de la estética de películas como Amélie (2001) de Jane Pierre Jeunet y un poco de Michel Gondry en La espuma de los días (2013) sin llegar a ese onirismo que tanto nos gusta: digamos que toma prestados un estilo visual y narrativo del cine galo que tuvo auge en la década de los 2000. Corina brilla desde muchos ángulos porque tiene interés por el detalle en su dirección de arte al retratar una época con teléfonos a disco, CDs y computadoras análogas. Todo lo hace muy bien.

Naian Gonzalez Norvind es extraordinaria, y desde que la vi en Leona (2018) de Isaac Cherem, supuse que iba llegar muy lejos porque no solo es buena actriz, sino que carismática en pantalla con una fortaleza enorme para personajes femeninos que parecen vulnerables pero que en realidad están destinadas a la grandeza. ¡Es una fuerza actoral imparable!

Corina es una divertida y efectiva comedia dramática con un personaje entrañable que funciona de todas las formas, desde su narrativa hasta el lenguaje cinematográfico que emplea para transmitir intenciones, emociones e ideas. ¡Es una película mexicana a nivel de joya cinematográfica moderna!

Puedes verla en el Festival Internacional de Cine Guanajuato 2024.