Crepúsculo: ¿joya menospreciada o placer culposo? - Spoiler Time

Crepúsculo: ¿joya menospreciada o placer culposo?

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Vicky Reptile analiza la saga Twilight: ¿se merece tanto hate o tiene algo más para ofrecer?

Corría el año 2008 cuando Twilight, la primera película de la saga Crepúsculo, basada en las novelas de Stephanie Meyer llegó a los cines. Protagonizada por unos jovencísimos Robert Pattinson y Kristen Stewart, contaba una historia de romance entre un vampiro y una adolescente.

A pesar de haber tenido éxito en la taquilla (incluso, ese primer filme, se convirtió en el DVD más vendido del año), la película se terminó convirtiendo en el objeto de memes y discursos online que la defenestraban. ¿Se lo merecía? ¿Son realmente tan malas las películas de la saga Crepúsculo? ¿O quizás tienen más para ofrecer de lo que el vox populi parece indicar?

Para comenzar a analizar Twilight debemos, sí o sí, remitirnos a sus orígenes literarios. La primera novela de la saga se publicó en el 2005 y, a pesar de que la crítica no la celebró tanto como se esperaba, alcanzó, a pocos meses de su publicación, el número uno de la lista de bestsellers del New York Times. En el 2008, cuando la primera película se estrenó, se convirtió en el libro más vendido nuevamente, perdiendo el puesto únicamente con su continuación, New Moon. Desde ese entonces, esa primera novela ha sido traducida a más de 30 idiomas y, con el tiempo, muchos han sabido valorar algunos hallazgos dentro de la prosa de su autora, Stephanie Meyer, quien supo a través de su historia de romance entre un vampiro y una adolescente, retratar sentimientos típicos de la juventud como la rebeldía, la alienación y también rendirle honores a obras clásicas de la literatura como Cumbres Borrascosas, Romeo y Julieta y otras.

Ahora, como decíamos, la primera película fue un verdadero suceso comercial, tanto que aseguró que sus secuelas también vieran la luz, dando un total de cinco películas (basadas en cuatro libros). Sin embargo, desde muy temprano, Internet convirtió a Twilight en un gran objeto de burla. Incluso hoy en día todavía podemos toparnos con algún meme que compare cualquier vínculo y sostenga que es “una historia de amor mejor que Twilight”. Y es cierto, ¿por qué negarlo? Quizás la historia de amor no sea lo mejor de esta película.

Para empezar, tiene algunos tintes que, vistos a la luz de la actualidad y las reflexiones que hemos hecho como sociedad, son como mínimo preocupantes. Por ejemplo, ¿por qué un vampiro de más de 100 años se enamoraría de una niña de 17? Está bien que Edward siga viéndose como un adolescente, pero ha caminado este mundo por más de un siglo, por lo que no podríamos considerarlo como tal. Y ni hablar de que, habiendo vivido más de un siglo, tanto él como sus “hermanos”, sigan asistiendo a la escuela secundaria.

Como si la diferencia de edad no fuera suficiente, el romance entre Bella y Edward es particularmente intenso. El deseo entre ambos crece, rebalsa la pantalla, los hace actuar de manera tóxica y delirante. Todo esto, además, retroalimentado por el romance fuera de la pantalla de los protagonistas, Robert Pattinson y Kristen Stewart que, en ese momento, eran la pareja juvenil sensación de Hollywood.

Además de la perturbadora y excesiva relación entre Bella y Edward, las películas tampoco se destacaron por su calidad visual. Los efectos, el CGI, dejan bastante que desear. Como el romance entre los protagonistas, visualmente Twilight también es completamente exagerada. Desde los enormes lobos en los que se transforman los licántropos, pasando por el juego de baseball más extremo que pueda uno imaginarse, hasta una pelea extrema que resulta ser una visión, terminando con una bebé siniestra que, encima, se llama Renesmee.

Y sin embargo, insisto, Twilight fue un éxito comercial innegable, tanto literariamente como cinematográficamente, con una base de fans que, por ejemplo, continúa disfrutando de las películas en las plataformas de streaming y que incluso compró la versión de la misma historia con géneros cambiados que escribió la autora para conmemorar el décimo aniversario de la publicación.

¿Cuál es el secreto del éxito de estas películas que, a todas luces, parecen tan malas? Su secreto es, básicamente, ser excesivas. La historia entre Bella y Edward es exagerada, apasionada, ridícula y, como tal, solo se merecía películas del mismo estilo. No importa cuánto talento haya reunido la saga Twilight, ni que tanto Robert Pattinson como Kirsten Stewart sean hoy en día dos actores sumamente reconocidos, y que en el elenco podamos encontrar nombres como el de Rami Malek o Michael Sheen. Twilight, como saga, decidió rendirle honores a su esencia más intrínseca: la exageración.

Y está perfecto. Cuando pensamos en Twilight, no hay que perder de vista que es una historia para adolescentes y, como muchas de las cosas que vivimos en la adolescencia, se vive con un dramatismo exagerado. Los primeros amores, los primeros duelos, el despertar sexual, todo en la adolescencia se vive apasionadamente y esta saga de películas refleja esto de manera maravillosa.

Entonces, ¿es Twilight tan mala como todos dicen? En mi opinión, no. Por supuesto, cuando la vemos con ojos adultos, nos hace reír, nos avergüenza como muchos recuerdos adolescentes, pero esa es justamente la clave de su éxito: supo conectar perfectamente con el idioma del público al que estaba dirigida.

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