Criaturas fronterizas, Gräns en su idioma original, es la película seleccionada por Suecia para representarla en los premios Oscar del 2019, a pesar de ser estrenada en el 2018 en Cannes, donde ganó el premio “Una cierta mirada“, esta semana se estrena por fin comercialmente en el resto del mundo.
Basada en el cuento corto del mismo nombre de John Ajvide Lindqvist, a quien conocemos por la genial Let the right One In, película que fue adaptada dos veces y que pronto se convirtió en una de las favoritas de los amantes del género, en esta ocasión Ali Abbasi se encarga de llevar a la pantalla esta nueva historia del escritor sueco, siendo su segunda película después de la surrealista Shelley.
En esta ocasión, en Criaturas fronterizas, nos cuenta la historia de Tina, una oficial de aduanas que por alguna deficiencia congénita nació con un cromosoma de más, lo cual le da un aspecto físico muy característico y peculiar que la hace ser el centro de las miradas, acarreando la repulsión de algunos. Sin embargo, esta deficiencia también le da la habilidad de tener un olfato privilegiado, con la capacidad de poder oler los sentimientos de las personas. A través del olfato, ella puede saber quien está tratando de pasar algo en la frontera, y así sobresale en su labor, ya que esto le facilita detectar quien trae algo ilegal escondido entre su equipaje.
Todo cambia cuando conoce a Vore, quien tiene rasgos físicos muy similares a ella, e intenta cruzar la frontera. Es este encuentro el que despierta la curiosidad de Tina y también hace florecer sentimientos que ella pensaba que nunca iba a sentir, ya que siempre los mantuvo reprimidos por el mismo rechazo de la sociedad.
A partir del encuentro entre los dos protagonistas la historia se comienza a convertir en un macabro cuento fantástico que nos recuerda en parte a las fantasías de Guillermo Del Toro, pero la historia va más allá, a través de la relación con Vore, Tina comienza a cuestionar su propia existencia y a encontrar quiénes son los culpables de que personas como ella y Vore sean relegados, señalados y exterminados de la sociedad.
No deseamos ahondar más en la historia de esta gran película para no spoilearlos, pero podemos señalar que es excelente, fuera de los estándares del cine norteamericano. Es una película que solamente podría hacerse en el contexto europeo. No es de extrañarnos que ahora Lindqvist se ha negado a que hagan más adaptaciones de sus obras en nuestro continente. Es una de esas películas que se tienen que sentir en carne propia para poder ser explicadas, una película llena de magia, humor negro y de oscuridad. Una fuerte contendiente para ganar el Oscar a mejor película extranjera.
Borders, como también se la conoce, es una película intensa, llena de alegorías, y muy cruel a la vez. Con grandes actuaciones por parte de Eva Melender y Eero Milonoff, quienes a pesar de llevar tanto maquillaje encima, logran verse muy reales para transmitir toda la gama de sentimientos por los que atraviesan durante la historia y con los cuales nos podemos identificar plenamente.
Es muy difícil decidir sobre cuál de los múltiples temas que hay en la película centrarse para definirla, nos encontramos con una historia de amor fantástica, con ciertos toques de drama policíaco, todo esto en una atmósfera macabra, con aroma a folclor noreuropeo.
En ese sentido es una película que no respeta las “fronteras” del género, sino que viaja sobre ellas de un lado a otro, sobre los hombros de la impecable actuación de Melender y Milonoff, de la hipnotizante narrativa de Ali Abbasi y de la genial historia propuesta por Lindqvist.
Si alguna falla tuviéramos que encontrar en esta película es que, al no seguir los lineamientos clásicos, puede ser muy intensa para aquellos que estén esperando ver algo más parecido a las fantasías hollywoodenses, o una historia de amor y redención. De una vez, les decimos no hay tal.
En pocas palabras, Borders es una excelente película, imposible de definir y muy difícil de explicar, y no nos referimos a que sea una historia muy intrincada o confusa, al contrario, la historia es muy fácil de seguir, nos referimos a que la película reta al espectador a olvidarse de sus propias “fronteras” y a adentrarse en lo desconocido, lo mágico, aquello que por miedo hemos tratado de destruir.
