Crímenes de familia llegó a Netflix, una nueva película original de la plataforma, una producción argentina dirigida por Sebastián Schindel que cuenta con la actuación de los grandes Cecilia Roth y Miguel Ángel Solá, acompañados por Benjamín Amadeo, Sofía Gala Castiglione, Yanina Ávila y las participaciones de Diego Cremonesi y Paola Barrientos.
Cecilia Roth y Miguel Ángel Solá descollan en la nueva película argentina original de Netflix
La película comienza con Gladys (Yanina Ávila) saliendo ensangrentada del baño. Ella es empleada doméstica de la familia Arrieta encabezada por Alicia (Cecilia Roth) e Ignacio (Miguel Ángel Sola). Gladys vive allí junto a su hijo de 4 años. Alicia cría al pequeño como si fuese realmente su familia.
No sabemos bien si Gladys practicó un aborto casero o si asesinó a su hijo Thiago, pero veremos mientras se desarrolla su juicio indicios que ella está cursando un nuevo embarazo, y como esto comienza a afectarla. En este punto será importante el papel de Paola Barrientos una psicóloga especialista en infanticidio que no solo habla con Gladys sino que declara en el juicio. Es que la mujer acusada es una mujer de escasos recursos y formación que no parecía tampoco ser consciente de lo que había ocurrido.
En paralelo tenemos a Daniel Arrieta (Benjamín Amadeo), quien está detenido por las múltiples denuncias, de violencia y violación bajo la figura de su ex Marcela (Sofía Gala Castiglione). El poder y el dinero ayudan a los abusadores ya que es lo que en parte sucede con Daniel. Gracias a su madre y el dinero logra que se pierdan las pruebas de la violación y quede en libertad.
A pesar de que las pericias psicológicas hablaban de un trauma, Gladys es sentenciada a 18 años y la tutela del pequeño será dada a Alicia quien en paralelo intenta todo por salvar a su hijo, ya que está convencida que todos son inventos de su ex, tal como suele pasar siempre con las personas que descreen de las víctimas.
Todo cambiará cuando en una visita a prisión Gladys le admita a Alicia que ese hijo muerto era en realidad de Daniel, quien la atacó cuando entró a llevarse dinero de la familia. Alicia quiebra, deja de negar todo, comienza a entender el monstruo que es su hijo e intenta arreglar lo que en su negación arruinó. Junto a la psicóloga apelan la sentencia de Gladys y le entrega las pruebas a Marcela para que su hijo pague por lo que hizo.
La película no destaca por sus buenas actuaciones sino también por meterse de lleno en una problemática mundial, el de los abusos hacia las mujeres. El sistema judicial pocas veces ayuda y el dinero muchas otras termina siendo el vehículo para que los agresores no paguen sus crímenes.
Crímenes de familia es una película recomendable que nos invita a debatir, con una historia sólida y buenas actuaciones.
