¿Logró o no convencernos esta serie de ciencia ficción de Netflix?
Como fan de este género esperé con mucho anhelo, al igual que muchos, esta serie original de Netflix protagonizada por la mexicana Martha Higadera y el sueco Joel Kinnaman. Pero no me dejarán mentir: Altered carbon se quedó corta a comparación de otras series originales de la plataforma.
Resumamos la trama: en el año 2384 la memoria humana puede ser almacenada en una pila digital y ser insertada en cualquier otro cuerpo (fundas) lo cual permite que los seres humanos puedan sobrevivir a la muerte física y seguir viviendo eternamente. En este mundo futurista, Takeshi Kovacs, un ex miembro de unidades militares del protectorado, despierta después de cumplir una sentencia de 250 años desconectado para resolver el supuesto asesinato del poderoso y millonario Laurens Bancrof.
Hasta ahí todo va bien, incluso aunque los primeros episodios son algo lentos. Después, mientras se nos deja saber más del pasado de nuestro protagonista Takeshi Kovacs, la intriga nos mantiene ahí para pulsar el botón del siguiente episodio.
Sin embargo, los momentos más emocionantes y emotivos los encontramos exactamente en los flashbacks del pasado de Takeshi. Estos recuerdos nos cuentan de su capacidad como enviado para resistir y controlar los programas virtuales de tortura y el amor que tenía por la líder de este grupo de enviados, o sea Quell.
En el presente tenemos a Takeshi, en el cuerpo de un policía, intentando descifrar si realmente alguien mató a Laurens Bancrof, y de hecho al espectador se le hace creer que esta es la trama principal. Pero nos llevamos una gran sorpresa al descubrir que este hecho es solo la punta del iceberg.
Este giro en la historia me parece un punto a favor de la serie: uno piensa que Bancrof terminará siendo el villano, pero no, la olvidada hermana de Takeshi aparece en escena, revelando que ella es la mente maestra detrás de la muerte de la funda de Bancrof y también de una enorme red de crimen organizado.
Lo malo, Reileen no es una buena villana. Sus motivos no parecen ser lo suficientemente convincentes para convertirla en una digna rival para su hermano.Reileen hace todo lo posible por alejar, o mejor dicho eliminar, a todas las personas que quieren a Takeshi simplemente porque ella quiere ser su única familia, lo cual no es creíble ya que ella apenas convivió un corto tiempo con Takeshi cuando eran niños y después cuando se encontraban con el grupo de los enviados.
¿Realmente se conocían lo suficiente el uno al otro para que ella tuviera tanto apego? ¿Ella es simplemente mala porque no había otro camino que escoger?
Por otro lado, la relación entre Takeshi y la policía Kristin Ortega es demasiado cliché y por lo tanto aburrida. Desde un principio nos damos cuenta de que ambos terminarán enamorándose a pesar de que ella aparenta odiarlo y él trata de fingir que ella le es indiferente.
En cuanto a la producción, los escenarios, maquillaje y vestuario son espectaculares y nos hacen sentir en ese futuro distópico donde la tecnología, lejos de prosperar para el bien, ha dejado a la humanidad en una situación precaria y devastada por su propia existencia.
Aún Netflix no confirma una segunda temporada, pero de ser así, tiene que ponerse las pilas para lograr contar al espectador una historia que de verdad sorprenda al público y no que esta lo invite a dejarla de ver.