Al ver Los miserables de Ladj Ly, la nueva película francesa que ya está en cines, nos pusimos a recordar las películas que tienen, ya sea como tema centra o adyacentes, una denuncia social.
Directores como Arturo Fons y Luis Buñuel son los que destacan más en esta categoría y no pudimos evitar ver los paralelismos que Los miserables tiene con películas emblemáticas dentro de la historia del cine.
La película surcoreana que abrió el Festival de Cannes en el 2016 logró tener más de 10 millones de espectadores. Aunque es una película con zombis, Tren a Busan logró esa sensación que hoy causa Parásitos, con una temática de género pero con un subtexto mucho más social. Es decir, crítica política mezclada con terror.
Lo impresionante de Tren a Busan fue precisamente eso: su incisiva reseña social acerca de la avaricia y el abuso de poder e influencia. Justo como el género de zombis había sido creado por George A. Romero con La noche de los muertos vivientes de 1968.
El año de 1968 fue un año de revueltas sociales en todo el mundo y muchas fueron provocadas por estudiantes. En Canoa, producción mexicana del año 1976, se abordó el caso real de unos trabajadores de la Universidad Benemérita de Puebla que fueron linchados en el pueblo de San Miguel Canoa, ubicado en las faldas del volcán Iztaccíhuatl.
La película criticó de manera fuerte y pronunciada el excesivo control que tenía el clérigo sobre la sociedad y la imposición de sus ideas a las masas, cuando estas influencias se encontraban contaminadas de un diálogo político tendencioso.
Una película que se encuentra más en una textura cercana al neorrealismo italiano, al retratar de forma muy cruda la situación social en México a inicios de la década de los años cincuenta. Con esta cinta, Luis Buñuel recibió la Palma de Oro a Mejor Director en Cannes. En México causó revuelo, así mismo críticas negativas como reproches de la sociedad que se jactaba de ser moderna en ese momento.
Los olvidados plasma de forma cruda y visceral la realidad (nada ha cambiado) de la sociedad mexicana. ¡Es impresionante cómo sirve de espejo al mundo esta obra cinematográfica!
El realizador Luis Buñuel tiene un enamoramiento notable con México y sus colores políticos y sociales que se nota con Viridiana. La película obtuvo el mayor galardón en el Festival de Cannes con la Palma de Oro y no es de extrañarse que su crítica religiosa, en conjunto con sus metáforas sociales, causaran molestias a la Iglesia Católica que la calificó de “impía y blasfema”.
Protagonizada por la diva Silvia Pinal, Viridiana es de esas películas que te introducen a un mundo onírico, real y catastrófico.
Surrealista, onírica e incisiva, El ángel exterminador recibió el premio FIPRESCI de la crítica internacional y Premio de la Sociedad de Escritores del Festival de Cine de Cannes en 1962.
La sensación que le generaba a la crítica cinematográfica internacional la etapa mexicana de Luis Buñuel se reafirma con una cinta que critica la glotonesca forma de vivir de la burguesía mexicana (aunque puede ser de la de cualquier parte del mundo). La cinta explora de manera sobrenatural a un grupo de aristócratas y sus comportamientos más primarios al verse encerrados en una mansión sin poder salir. La situación de desesperación muestra a una alta sociedad sofisticada dentro de una espiral de depravación y locura, haciendo notar que no se encuentran muy lejos de los estratos sociales de los cuales ellos se encuentran arriba.
Una película punzante en todo sentido.
¿Cuál de todos estos fichajes crees que sea el más polémico?
La nueva película de Sebastian Croft en Prime Video está llena de clichés que no dan con la talla.
Lionsgate nos trae historias con un corte más independiente a comparación de su competencia.
