Cuando la comida es un problema: la mirada del cine y la TV a los TCA

Durante toda esta semana hemos hablado de cómo el cine y la televisión han sabido reflejar la pasión que comúnmente sentimos por la comida los seres humanos. Sin embargo, esa misma comida a veces puede significar un problema: son muchas las personas que sufren los denominados Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) y el cine y la televisión tampoco han sido ajenos a esto.

Se denomina Trastornos de la Conducta Alimentaria a los patrones persistentes que sostienen las personas que los llevan a no comer saludablemente. En general, detrás de estos patrones se ocultan angustias, traumas y crisis emocionales, por lo que su tratamiento está intrínsecamente relacionado con la salud mental. La anorexia y la bulimia son los más mencionados, pero entre ellos hay un espectro de conductas poco saludables que también son denominadas TCA.

Para comenzar, cabe decir que es interesante pensar en los TCA desde la industria cinematográfica, principalmente porque las pantallas, tanto la grande como la chica son espacios donde la belleza hegemónica y los estándares de belleza altísimos que rigen a nuestra sociedad son creados y distribuidos. Sin embargo, en algunas oportunidades, tanto el cine como la tv se toma en serio el padecimiento de quienes sufren los TCA y los refleja en pantalla.

Un ejemplo de esto puede ser el filme To The Bone, estrenado en el 2017 y protagonizado por Lily Collins, quien interpreta a Ellen, una joven de 20 años que sufre anorexia nerviosa. En este filme se puede apreciar lo difícil que es recuperarse de los TCA y como, muchas veces, estos trastornos están vinculados con las crisis familiares. Sin embargo, la película en su estreno fue el blanco de muchas críticas también, que sostenían que mostraba una imagen edulcorada de un problema serio. Al respecto, su directora Marti Noxon sostuvo que su intención no era esa, sino plantear a los TCA como tema de conversación, algo sumamente necesario para quienes lo padecen en silencio.

Si bien este tema parece actual, o parte de la retórica de las problemáticas de salud mental que hoy en día se ponen sobre la mesa, desde ya hace muchos años que el cine intenta mostrar los Trastornos de la Conducta Alimentaria. Ya en los 80, películas hechas para televisión como Kate’s Secret o The Best Little Girl in the World tenían protagonistas que sufrían de bulimia y anorexia.

En Kate’s Secret, Meredith Baxter Birney encarna a Kate, una esposa de los suburbios que parece llevar la vida perfecta: marido que la adora, hija cariñosa y una casa preciosa. Sin embargo, las presiones a las que se somete por mantener esa fachada llevan a Kate a obsesionarse con su cuerpo, desarrollando bulimia nerviosa.

Por su parte, The Best Little Girl in the World tiene como protagonista a Jennifer Jason Leigh interpretando a Casey, una adolescente que, tras sentirse invisible en su familia, comienza a desarrollar anorexia y bulimia. La película cobró particular interés cuando tan solo unos años después de su estreno, en el 83 (el filme es de 1981) Karen Carpenter, la mitad del grupo musical The Carpenters, murió por complicaciones provocadas por la anorexia que padecía.

Más acá en el tiempo los ejemplos crecen: en Girl, Interrupted, la película que le valió a Angelina Jolie un Óscar, el personaje de Brittany Murphy padecía de bulimia, mientras que en Black Swan, el filme protagonizado por Natalie Portman y Mila Kunis muestra cómo las exigencias del mundo de la danza clásica, las propias inseguridades y una necesidad de sentirse en control llevan al personaje de Portman, Nina, a padecer un TCA.

En la televisión los trastornos de la conducta alimentaria suelen aparecen en las series que tienen personajes adolescentes. Glee no fue la excepción: en la serie creada por Ryan Murphy, el personaje interpretado por Melissa Benoist, Marley, padecía de bulimia.

Blair Waldorf, la queen bee de Gossip Girl (la serie original) es otro ejemplo de personajes adolescentes que sucumben a las presiones de la belleza hegemónica y desarrollan un trastorno de la conducta alimentaria. Sí, incluso alguien que parece tenerlo todo, como Blair, puede ser una víctima que sufre estas enfermedades.

La lista sigue: Marissa, de The OC, Hannah, de Pretty Little Liars, Cassie de Skins, y tantos otros, en general mujeres, son algunos de los ejemplos que podemos encontrar en la televisión.

Como siempre, tratar una problemática compleja tiene sus beneficios y sus contras. Por un lado, es elogiable que podamos ver en pantalla padecimientos que, en general, se desarrollan puertas para adentro y de los que suele haber bastantes ideas equivocadas. Por otro, cabe destacar algo que mencioné al principio: si realmente el cine y la televisión quieren tener una conversación honesta sobre los Trastornos de la Conducta Alimentaria, deberían empezar por revisar sus propias exigencias y los cuerpos que se muestran en pantalla, así como también en qué roles se ubican. No sirve de mucho hablar de los TCA cuando luego se reproduce constantemente que los protagonistas, los exitosos, aquellos por los que gira el mundo son siempre iguales: altos, flacos, bellos.