Spike Lee, reconocido director, productor, guionista, actor y defensor de los derechos civiles en Estados Unidos, así como arduo arquitecto de la estructura cinematográfica que visibiliza, crítica y concientiza sobre el cruento trato histórico hacia las personas de color en EU, siendo el artífice principal de diversas producciones enriquecedoras en el ámbito cultural y social como Do the Right Thing (1989) y Malcom X (1992), o más recientemente con BlackKklansman (2018). Incursiona en este 2020 con una propuesta más directa, consciente y un poco alejada de su tradicional planteamiento fílmico: Da 5 Bloods. Y no solo se revela su más reciente largometraje durante los movimientos histórico-sociales de #BlackLivesMatters, en una época en la que el racismo y la discriminación alcanza un punto álgido en norteamérica, si no que lo hace acompañado de una historia firme, visceral y que se enfrenta sin tapujos a los monstruos que tanto han afectado a la libertad de una nación que vulnera a cada paso los derechos humanos de los afroestadounidenses.
La historia se sitúa en una de las más grandes y desgarradoras heridas sociales y civiles de la historia, la Guerra de Vietnam. En este contexto conocemos a un escuadrón de soldados estadounidense conformada por cinco hombres afroamericanos: Paul, Otis, Eddie, Melvin y su jefe de escuadrón Norman, autodenominados “Los Sangres” (así es como se le conocía a los soldados de color que enfrentaron dicha guerra), quienes durante el conflicto bélico aseguran el cargamento de un avión de la CIA, una caja de lingotes de oro destinado a pagar a los habitantes nativos por su ayuda en la lucha contra el Viet Cong. Los “hermanos de sangre”, inspirados durante su vida por las palabras de su antiguo amigo Norman, sobre el mal trato que el gobierno de los Estados Unidos ha dado a los afroamericanos a lo largo de la historia, deciden tomar el oro y enterrarlo para poder recuperarlo después. Sin embargo, en el subsiguiente contraataque vietnamita, Norman es asesinado y el grupo debe abandonar el país. En el presente, los cuatro sobrevivientes regresan a Vietnam a reclamar lo que es suyo, enfrentándose a la vez a los estigmas del pasado que tanto los han perseguido.
Es inminente el mensaje que la cinta envía con su tramo inicial, pues la aparición de Muhammad Ali y sus palabras, las de uno de los símbolos más importantes para la lucha de los derechos civiles y para la solida oposición de lo que representaba la guerra de Vietnam, marcan el paso de lo que estamos por presenciar, ya que acto seguido la película se ve inmersa en imágenes sumamente fuertes, desgarradoras y que visibilizan la nula credibilidad de un gobierno opresor, intimidante y sin escrúpulos. Protestas, fotografías históricas de los conflictos armados, casos de corrupción, explosivos, sangre, fuego y el circo elemental que tanto se ha empeñado en construir el sistema falaz americano. De igual forma, el cierre muestra a otra figura importante, Martin Luther King Jr., cuyo mensaje atemporal toma gran significado. Es la perspicacia de Lee y su dura mano, la que lleva a comprender el poderoso mensaje que envía a través de los archivos, fotografías y material histórico que se encuentra impregnado de dolor, sufrimiento y sangre, así como de esperanza, lucha y valentía.
La película se podría considerar un mero tramite para exponer de manera cruda la segregación, la vulnerabilidad, la esclavitud, la brutalidad, la burla, y la tragedia a la que se ha sometido un pueblo en minoría, ya que el contexto histórico revela y recalca que tan solo en la población estadounidense, la afroamericana constituye el 14% de su totalidad, y que desde tiempos inmemoriales, ha sufrido del abuso que la imposición supremacista blanca ha planteado sobre sus habitantes. Tan solo en la guerra de Vietnam, el 34% de la infantería estaba compuesta por jóvenes de color, lo cual también contribuye en parte al escándalo de reclutamiento que surgió en la época. Y tal vez en una de las cuestiones más trascendentales de la cinta, se comprende el planteamiento que en aquellos entonces tanta repulsión generaba la guerra, pues al final de la misma, los jóvenes de color que se alzaban en armas en contra del Viet Cong, lo hacían para defender la libertad de un país que en su propia casa los trataba como invasores, mutilando sus sueños, exterminando a sus líderes y aplastando sus libertades.
Lee toma elementos diversos como el melodrama, la comedia y la acción, para narrar una historia que también sirve de crítica al cine hollywoodense que tanto se empeña en vanagloriar la magnitud de la guerra, una que inevitablemente y que es bien sabido, causa horrores. No importa el tiempo que haya transcurrido, siempre estará inmersa en la tragedia. Sus personajes viven el recuerdo de Vietnam, el temor, el dolor se apodera de ellos, y aunque parecería que lo han dejado atrás, la alegoría de que el pasado siempre afecta en el presente se hace más que inminente. Los Sangres son una resistencia directa que genera una crítica, que grita a tambor batiente el lamento de los que estuvieron, los que están y los que vendrán, un estruendo generacional que remarca las injusticias a las que se ha sometido a toda una nación. Los fantasmas de la impotencia.
Pero...
Ningún pero: esta cinta de Spike Lee es perfecta por donde se la mire.
En resumen
Da 5 Blood es una película intensa, significativa, poderosa y consciente. Permite vivir en una ficción en la que 4 hombres viajan al “pasado” para demostrar que la injusticia, el racismo y la segregación están más presentes que nunca. La lucha nunca se ha detenido, nunca ha disminuido, siempre ha estado presente y lo estará; por las voces de las minorías, de los que estuvieron y no pudieron combatir, de los que están y quieren su libertad y de los que vendrán para vivir en miedo y angustia. Spike Lee lo ha comprendido siempre y no se cansa de pasárselo por la cara a una sociedad inconsciente que debe despertar para respetar los derechos civiles de todos sus habitantes.
