Dark vs. Stranger Things: ¿hay algo de lo de Hawkins en Winden?
El pasado viernes, Netflix le dio la bienvenida a su primera producción original de origen alemán titulada Dark. Antes de su estreno y apenas difundido el tráiler, la serie había logrado llamar la atención de la prensa y del público por su parecido con la exitosa Stranger Things, la niña mimada de la plataforma. Sin embargo, esta propuesta europea que combina el género policial con la ciencia ficción exhibe marcadas diferencias y algunos ya la han calificado como la “versión adulta” de la serie creada por los hermanos Duffer.
En esta nota, desarrollamos las semejanzas y contrastes entre Stranger Things y esta adictiva serie que de a poco va sumando cada vez más adeptos.
Una premisa familiar
La primera temporada de Stranger Things giraba en torno a la extraña desaparición de Will, un niño tímido y creativo del pueblo ficticio de Hawkins, en Indiana, que al igual que sus amigos era víctima de bullying. En el caso de Dark, ésta comienza con la desaparición de un joven de 15 años llamado Erik, que al poco tiempo es sucedida por la de Mikkel Nielsen, el pequeño hijo del jefe de la policía y la directora del colegio del poblado de Winden. Mientras que en la serie de los Duffer todos los caminos conducen al laboratorio de la localidad, en la alemana es una planta nuclear la que oculta datos que podrían explicar los terribles acontecimientos y que al parecer estarían conectados con el accidente de Chernóbil.
Tanto en Stranger Things como en Dark, los pueblos presentan signos que alertan a las autoridades y a la sociedad. En Winden, las luces también parpadean y aparecen multiplicidad de animales que repentinamente mueren sin razón alguna.
Una de las características más notable que ambas historias comparten es la existencia de un portal que conduce a otro plano. En Dark, aquella entrada se encuentra en las cuevas del bosque y desde allí es posible viajar al Winden de los años ‘80, década en la que está ambientada Stranger Things. El año 1986 resulta clave ya que en aquel momento el pueblo se vio afectado por la desaparición de Mads Nielsen, un niño de 12 años y hermano del actual policía, que nunca fue encontrado.
Identidad propia
El tono de Stranger Things y Darkes muy distinto. La alemana se caracteriza por un dramatismo y una solemnidad muy en sintonía con las series europeas como Les Revenants. Su atmósfera oscura e inmersiva es propia de las novelas de StephenKing. En Darkno hay lugar para la comedia y tanto grandes como jóvenes están marcados por la soledad y el pesimismo de los vínculos familiares quebrados. Los secretos en Winden abundan y a diferencia de la serie del Demogorgon, los personajes adultos tienen una importante incidencia en la trama.
Al pensar en Stranger Things se nos viene a la cabeza las innumerables referencias a las películas ochenteras de terror y ciencia ficción, un elemental fundamental del que se sirvió para alcanzar tamaño éxito. Muy por el contrario, Darkse niega a jugar con la nostalgia del público y la época elegida se relaciona solo con aquel hecho trascendente y sobrenatural que continúa repercutiendo en el pueblo a pesar del tiempo. Aunque puede que quizás el viaje de Mikkel a 1986 con su impermeable roja y la confesión de venir del futuro les traiga a la memoria a un jovencito de apellido McFly.
Podríamos decir que más que con Stranger Things, la serie guarda semejanzas con la mítica Twin Peaks. Un pequeño pueblo que, por fuera de su naturaleza idílica, oculta escabrosos misterios con los que los habitantes conviven. Al igual que en la serie de David Lynch, aquí los jóvenes encuentran en la droga cierto refugio de la insoportable realidad que los más adultos intentan disimular. Se trata de un drama coral, donde cada personaje y línea argumental resulta significativa e interesante ya que todo confluye hacía un mismo sitio.
Hay que reconocer que Darkes un producto mucho más complejo que Stranger Things, dado que plantea un concepto del tiempo por fuera de lo convencional y requiere un esfuerzo del espectador para conectar las diferentes piezas que involucran a cuatro familias durante tres generaciones distintas. Acompañada por una excelente fotografía colmada de paisajes fríos y siniestros y una intensa banda sonora compuesta por Ben Frost, la serie resulta muy meticulosa en todos sus aspectos técnicos.
Más allá de los gustos y comparaciones, Darkes una de las ficciones que con una atrapante historia y un sofisticado esquema narrativo, se cuela a último momento en la lista de las mejores nuevas series del año.