Soy muy fan de Doctor Who, lo que se define como un whovian… ¡y ha sido así desde hace más de 40 años! Vivir las diferentes regeneraciones de El Doctor (del tercero en adelante) ha sido un deleite, así como trascender de la era clásica (regeneraciones 2 a 8) y vivir el regreso de la larga pausa con el gran Christopher Eccleston como El Noveno.
Pero junto con ese gran amor por la serie de ciencia ficción más longeva en la historia de la TV también ha habido un reconocimiento de sus altibajos. La BBC la concibió como “una serie de bajo presupuesto” y pareciera que, pese a que vivimos una era de grandes producciones televisivas como Game of Thrones, The Last of Us o Breaking Bad, todavía tienden a comportarse como “una televisora de gobierno”, quitando lustre a esta gran y emblemática franquicia.
Por eso este artículo es un humilde lamento a reconocer que estamos viviendo una de las eras más tristes de Doctor Who. Una que pudo ser grandiosa con el arribo de la primera regeneración femenina en manos de una de las mejores actrices inglesas que hay actualmente: Jodie Whittaker. Todos estábamos emocionadísimos con su presencia en la serie y más aún con Chris Chibnall como showrunner.
Lamentablemente el gusto nos duró poco, y entre pandemia y no, el desaprovechamiento de esta gran actriz y la oportunidad de demostrar al mundo que Doctor Who era inclusivo desde hace décadas murió junto con la regeneración que se avecina y que abandonará esa grandiosa oportunidad de girl power, ¡para introducir talentoso actor ruandés, Ncuti Gatwa!
¿Por qué es una PÉSIMA idea (al menos en este momento)?
No me malinterpreten. Yo estaba a favor de un actor de raza diferente como estelar en Doctor Who desde hace años. Mucho antes de que entráramos en esta era de inclusión a calzador donde el fenómeno #MeToo y otros movimientos sociales quieren meter a la fuerza preferencias sexuales, razas y clases sociales en diversos proyectos, cuando la realidad allá afuera es tristemente otra.
Bueno, pues justo eso: tras los errores garrafales de Chibnall al no dar historias dignas al personaje de Whittaker –y otro poco los eternos recortes presupuestales de la BBC “según por la pandemia”– causaron el encono de miles de whovians alrededor del mundo, al no aprovechar la regeneración femenina de El Doctor… y lo que es más, demostrar con los mediocres guiones que el personaje “se volvió medio tonto”, aunque en absoluto lo era.
“¿Y cómo lo resolvemos?”, quizás decían desesperados los altos ejecutivos de la BBC… ¡pues forzando la regeneración con un actor de color, por supuesto!
Es lo malo: que tardarse tantos años en hacer esto como una inclusión orgánica y que sea evidente que sea un plan de contingencia para no perder televidentes no da buenas vísperas de que la 14ava regeneración (que en realidad es el 15, contando a Doctor War) sea la mejor de todas… y es una pena. E insisto, no me malinterpreten: que llevo años, rogando porque Idris Elba sea Doctor Who. Años.
En fin, como buen whovian lo último que perderé será la esperanza… ¡y ojalá la interpretación de Ncuti Gatwa sea alimentada con grandes guiones y presupuestos dignos de la franquicia!
