Con tantos retrasos, ¿es demasiado tarde para No Time to Die?

¡Es impresionante, si vemos hacia atrás en el calendario!

Hubo tantos atrasos para el estreno de Sin tiempo para morir, que para muchos es un sentimiento agridulce el que finalmente tengamos el 30 de septiembre como la fecha de estreno definitiva para la última película de Daniel Craig como el agente James Bond 007.

Esta semana nos volvimos a emocionar con el esperanzadoramente “trailer final” de No Time to Die, el cual nos hace creer que esta vez será real su estreno.

Pero con pandemia aún encima (tercera ola en varios países todavía), salas de cine semivacías y la larguísima cantidad de tiempo para su estreno, ¿será para bien o para mal?

Bueno, aunque siempre será un deleite ver en sala de cine una nueva película de la franquicia, pero ha sido tanto el vaivén de fechas y cambios (incluso pre-pandemia), que la incógnita en el aire es si realmente la audiencia adepta a la saga será tan fiel como para salir de su encierro (quien aún siga en ese proceder) y acudir a una sala de cine a reencontrarse con James Bond (o despedirse de Craig, depende del enfoque).

Así las cosas: El desarrollo de la secuela comenzó en 2016. La fecha original de estreno era para noviembre de 2019. Previo a la pandemia, se decidió posponerla a febrero de 2020, y poco después a abril de 2020 (esto debido a la salida de Danny Boyle como director en agosto de 2018, debido a diferencias creativas).

¡Pero entonces llegó la pandemia, y tras súplicas de fans por posponer su estreno “hasta que bajara la crisis” y la decisión de Eon Productions en busca de “un mejor escenario teatral”, la otrora llamada Bond 25 se movió a noviembre de 2020. Pero como la pandemia se agravó en lugar de mejorar, se pospuso el estreno hasta el 2 de abril de 2021, ¡y en enero se recorrió al 8 de octubre por la misma razón!

Pero la cuestión sigue sin responderse: ¿dañará o beneficiará a Sin tiempo para morir este prolongado atraso?

Pensemos en F9, cuyo estreno estaba planeado para abril de 2019 y que se estrenó hasta el 25 de junio de 2021, ¡más de 2 años después! Entre el pretexto del spinoff Hobbs & Shaw y el estira y afloja para no competir con el filme del 007, la película –con todo y sus críticas mixtas– consiguió colocarse como la segunda más taquillera en lo que va de este año a nivel mundial (únicamente detrás Hi Mom, película de China).

Y es que, aunque ayudó mucho la pausa entre olas 2 y 3 de la pandemia, el amor de los fans más la nostalgia de la gente por regresar a una sala de cine dieron el momento perfecto a F9, manteniendo intacta a la franquicia y en espera de la supuesta conclusión de la decalogía de Vin Diesel.

Pero un trimestre después y en plena tercera ola, las cosas podrían ser diferentes. Si no es el caso, ¿por qué la reciente opinión de Paramount por atrasar Top Gun: Maverick y Mission: Impossible 7 hasta mayo y septiembre de 2022?

Las salas de cine en varios lugares del mundo han vuelto a cerrar o bien a reducir sustancialmente su capacidad. Un gran sector de la gente tiene miedo de salir por temas que no sean meramente esenciales y un nuevo factor en lugares como los Estados Unidos es gente PELEANDO unos contra otros por el simple hecho de portar un cubrebocas o no.

¿Para qué salir entonces? Y como la película únicamente estará en salas de cine, ¿cuál fue entonces el objeto de prolongar tanto su estreno?

Es cierto que nadie sabía que esto duraría tanto tiempo, y que somos miles los fans del 007 en todo el planeta, por lo que es seguro que la película no quedará mal parada y difícilmente será un fracaso a nivel historia y como parte de la franquicia. Pero el timing no pinta para ser tan bueno como lo fue para Rápidos y furiosos 9 o A Quiet Place Part II.

Quizás entonces el némesis de James Bond no sean Goldfinger, Blofeld, el Dr. No ni Safin… ¡sino COVID-19! ¿Será? Lo sabremos a finales de septiembre.