Demi Moore entrega el papel de su vida en La Sustancia de Coralie Fargeat - Spoiler Time

Demi Moore entrega el papel de su vida en La Sustancia de Coralie Fargeat

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Una crítica a la industria cinematográfica y televisiva aberrante, disruptiva y visualmente transgresora.

Existen códigos dentro del género del cine de horror que ya se han visitado antes. No hay nada nuevo, pero lo importante no es lo que se dice sino cómo se dice. En estos tiempos el lenguaje está cambiando cada día. Y en este cambio constante, cuando una directora de cine se atreve a relatarnos una historia sobre la belleza a través de la longevidad de la vida y la permanencia profesional dentro del mundo del medio del cine y la televisión puede ser rebelde, pero también atrevido. 

Que yo recuerde, ha habido dos resurrecciones de actores en películas que se vuelven meta historias de sí mismos. Por un lado, Michael Keaton en Birdman (2014), en la que interpreta a un actor olvidado que alguna vez en su vida interpretó a un superhéroe y que ahora nadie recuerda. Paradójico que él mismo haya sido por dos películas consecutivas el mejor Batman que hemos tenido. Birdman significó con este personaje un gran regreso en su carrera.

Por otro lado, Demi Moore, quien tuvo una época en los noventa cuando su nombre representaba garantía de una buena película: Ghost (1990) fue el pivote para este despegue y le siguió Una propuesta indecorosa (1993), construyendo una carrera cuyo declive se dio a notar con Striptease (1996) donde compartió crédito con otro grande, también en decadencia, Burt Reynolds. Después tuvo un repunte notorio cuando regresó con Los Ángeles de Charlie al límite (2003), pero fue pasajero. ¿Dónde resucitó Demi Moore? ¿Dónde está la meta historia? La Sustancia (The Substance) de Coralie Fargeat.

En La Sustancia, Elisabeth Sparkle es una actriz que tuvo una época de oro (incluso ganó un Oscar) pero que ahora solo tiene un programa de aeróbics televisivos desde hace 20 años. No obstante su éxito y buen nivel de rating, un ejecutivo de la televisora pretende sustituirla por una joven y la despide. En este proceso de pérdida, Elisabeth se encuentra con una inyección de un solo uso que promete darle una versiona mejorada de ella misma, solo que debe seguir algunas instrucciones cruciales para mantener esa ilusión de juventud. ¡Aquí comienza el horror!

No recuerdo a Demi Moore en un personaje que significara la mejor actuación de su carrera: nunca tuvo ese personaje donde no fuera la hermosa y sexy Demi Moore. Elisabeth Sparkle pareciera ser uno más de esos roles, pero solo hay una escena inicial en la que vemos a Demi en todo su esplendor de belleza tal y como la conocemos. A partir de ahí el personaje sufre un evento canónico a través del cual el resto de su vida cambiará para mal. 

La Sustancia juega con los códigos del cine de horror, y cuando digo que juega es porque los ocupa muy a su favor con referencias visuales y metacomentarios de la propia vida de la actriz. La puesta en escena yuxtapone y critica la irrealidad de los estándares de belleza con el rechazo a la otredad que actores, actrices o modelos se convierten a cierta edad. También a las expectativas que tenemos acerca de ellos después de tantos años: esperamos que sigan luciendo firmes, hermosos, tonificados… Nunca será así.

La Sustancia tiene un diálogo crítico y social con la industria, la misma que aplaudió 15 minutos de ovación en Cannes al terminar la proyección por pedir exigir demasiado a sus actores y actrices. Esta exigencia tan abrasiva es una forma de presión psicológica muy violenta al amenazar con la sustitución de su talento con otro más joven. Todos podemos pensar que así es la industria, y en su final La Sustancia también critica al espectador por entrar en ese juego del consumo temporal de la imagen de un actor, actriz o modelo: al verlos envejecer o engordar se piensa que son desechables. 

Así, el horror de Coralie Fargeat se vuelve universal porque por medio de los códigos del body horror entretiene pero también hace consciente a su espectador de esta realidad dentro de la industria del entretenimiento, haciendo una gran película de género que tanto crítica como publicó están amando.

Cabe destacar que Demi Moore logra el mejor personaje de su carrera, y aunque esta opinión es subjetiva, el comentario se está volviendo general entre los conocedores y críticos de cine. ¡Demi Moore lo da todo! 

Lo que logra Coralie Fargeat con La Sustancia no es históricamente nuevo, pero en tiempos políticamente correctos su visión de la belleza y su crítica a la industria cinematográfica y televisiva es aberrante, disruptiva y visualmente transgresora.

Ya en cines.

Video
https://www.youtube.com/watch?v=LL7-o30o9ec

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